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"El cáncer me ha hecho ser mejor persona": Una historia de superación en Galicia

Con tan solo 39 años a Rebeca le diagnosticaron cáncer de mama, una enfermedad a la que hizo frente con una actitud positiva. Hoy en día, esta asturiana afincada en A Coruña quiere aprovechar cada minuto que le brinda esta nueva oportunidad en la vida
Rebeca Gómez, paciente de cáncer
P.R
Rebeca Gómez, paciente de cáncer
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Rebeca dejó su Asturias natal para venirse a vivir a Galicia hace 7 años. Todo por amor. Esta asturiana aterrizó en A Coruña para iniciar una nueva vida junto a su pareja. Tuvo que hacer frente a todos los cambios que conlleva mudarse de ciudad: nuevo trabajo, nuevas amistades... Y en este camino que no siempre resulta fácil, Rebeca Gómez se tuvo que enfrentar a un problema mucho mayor que un simple cambio de residencia. Apenas dos años después de estar viviendo en la ciudad herculina, le diagnostican cáncer de mama. Rebeca tenía 39 años.

Lejos de su familia, en una ciudad a la que todavía estaba adaptándose, esta joven comenzó una carrera contra una enfermedad a la que hizo frente siempre con una actitud positiva. Luchadora incansable, y siempre con una sonrisa en su cara, Rebeca es un ejemplo de superación. Y hoy, Día Mundial del Superviviente al Cáncer, queremos mostraros su historia. Una historia de lucha. Una historia llena de vida.

Noviembre de 2018. Ese mes quedará siempre marcado en el calendario de Rebeca. Después de haber tenido varios bultos de grasa en los pechos, como consecuencia de la endometriosis , Rebeca empezó a notar un dolor muy molesto en la zona del pecho. En un primer momento no le dio importancia. "Seguramente sea otro bulto de grasa", pensó. Pero no, esta vez era diferente. Acudió al médico porque ya no soportaba más la molestia. Esa visita al medico supuso un antes y un después en su vida. Tenía cáncer de mama. Había esperado demasiado para ir al médico y el tumor ya estaba muy extendido. Rebeca, que acudía periódicamente a las revisiones ginecológicas, tenía que hacer frente a esta noticia lejos de su familia. "Mi primera pregunta fue: "¿Cuánto me queda de vida? ", nos cuenta Rebeca, quien sigue emocionándose al recordar esos momentos. "Solo te da por llorar y llorar, te hundes", dice.

Rebeca se operó en 2019, después de recibir tratamiento de quimioterapia. Pese a que el tumor se había conseguido reducir, le tuvieron que hacer una mastectomía. Las sesiones de radioterapia completaron su ciclo de tratamiento. "Cuando me dieron la quimio y vi que funcionaba, saqué más fuerzas para seguir luchando", relata esta mujer. El cáncer que padecía estaba muy extendido, cerca de la metástasis; por ello, tras terminar con el tratamiento, entró en un ensayo clínico -en el que lleva tres años- para "matar cualquier pequeña célula cancerígena".

La pérdida de pelo causada por la quimioterapia supuso otro golpe para Rebeca: "Casi fue más duro que el propio cáncer". Pero ahora lo piensa y le resta importancia: "Eso es lo de menos". La extirpación de la mama, sin embargo, lo llevó mejor. "Qué más da que me quitasen el pecho, lo importante era que me quitasen el cáncer", dice Rebeca, quien hace apenas tres meses se sometió a una operación de reconstrucción mamaria. "Al final, cuando vas recuperando fuerza, te quieres ver mejor", afirma.

La salvación de Rebeca, según ella misma nos confiesa, fue acudir a la Asociación Española contra el Cáncer. "Justo un día saliendo del hospital vi un folleto de la asociación y los llamé porque yo no era capaz de sobrellevar la situación sola", cuenta. "Fue mi salvavidas", señala. "Lo que mejor me funcionó fueron las actividades físicas", dice. También le permitió conocer a gente y ver que hay otras muchos casos de personas en situaciones parecidas. Apoyarse en los demás y abrirse contando por lo que uno está pasando, fue lo que le ayudó a Rebeca a continuar.

La fátiga y el dolor articular son secuelas que todavía le quedan a Rebeca, a quien, tras la enfermedad, le otorgaron una incapacidad y no ha vuelto a trabajar. Ahora ocupa su tiempo libre en hacer aquellas cosas que antes no podía por no disponer del tiempo suficiente: "Estoy pensando en estudiar otra FP, o incluso empezar una carrera". Y es que, pese a la dureza del proceso de esta enfermedad y a sus duras consecuencias, Rebeca saca una lectura positiva: "Cuando superas el cáncer, te conviertes en mejor persona". Pasar por esta enferemedad, dice, te hace darte cuenta de "lo importante que es escuchar a la gente". "Te ayuda a ser menos egoista, te vuelves más solidario".

La importancia de la prevención

La mejora de los tratamientos y la detección precoz ha alargado la esperanza de vida de los pacientes oncológicos. "La supervivencia se ha duplicado en los últimos 40 años y es probable que continúe aumentando en los próximos años, siempre y cuando se sigan destinando fondos a la investigación", indica Gema García-Abril, gerente de la asociación española contra el cáncer en A Coruña, que pone el foco en la investigación: "Es lo que cura el cáncer conjuntamente con la prevención".

Precisamente, sobre la prevención, desde la asociación española contra el cáncer hacen hincapié en la importancia de mantener un ritmo de vida saludable y prevenir los factores de riesgo relacionados con un diagnóstico de cáncer. El tabaco es uno de ellos. Si queremos lograr una generación libre de tabaco, es necesario que los niños y las niñas crezcan en entornos en los que no se vean expuestos ni al humo ni a los residuos que deja el tabaco, ni siquiera a la imagen de adultos fumando o vapeando. Los datos reflejan que los menores que están expuestos al humo del tabaco, tanto en su entorno como a través de las redes sociales, fuman el 53% más que nos que no han tenido esta exposición: "Muchos de los que empiezan a probar el tabaco a los 14 años, a los 15 fuman a diario. Sin duda, tenemos que limitar el acceso de los menores al tabaco. Y si al tabaco le sumamos el consumo del alcohol, el riesgo de padecer cáncer se multiplica al menos por diez.

Además de evitar el consumo de tabaco y alcohol, el cuidado de nuestra alimentación es clave, no solo para reducir las probabilidades de padecer cáncer, sino en general para nuestro bienestar. "Hay evidencia científica de que la alimentación está relacionada con múltiples cánceres, pues la obesidad estaría asociada a cánceres no solo de colon, riñón o de estómago, sino también de mama y endometrio", comenta Gema García-Abril. Por ello, desde la AEEC, para ayudar a mantener una dieta sana y saludable, han sumado su equipo de profesionales en A Coruña a una nutricionista. Esta profesional promueve hábitos de vida saludables realizando charlas en colegios y por otro lado, también asesora a pacientes que solicitan pautas para mejorar los efectos secundarios causados por su tratamiento.

Ahora que estamos a punto de iniciar el verano, época en la que tomamos con más frecuencia el sol, desde la AECC hacen hincapié en proteger nuestra piel para evitar los cánceres de piel. No podemos olvidarnos de utilizar protección solar y evitar la exposición durante las horas centrales del día, nos recuerda Gema García-Abril. "La piel tiene memoria. A lo mejor pensamos que no pasa nada por exponernos al sol porque de jóvenes no tenemos manchas ni lunares, pero a lo largo de la vida se va acumulando esa historia solar sobre nuestra piel", añade.

La participación de los cribados es otro de los principales factores en la prevención del cáncer. "Un cáncer detectado en una fase inicial presenta un pronóstico completamente diferente a uno detectado en una fase avanzada".

Y, por supuesto, es vital la actividad física. Y es que, "hay evidencia científica de que una actividad física moderada estaría recomendada para pacientes con cáncer, siempre con la supervisión de su oncólogo", afirma. Una actividad física como la que llevarán a cabo este domingo, con una andaina solidaria en A Coruña. "Es un día muy bonito de la asociación en el que A Coruña demuestra que es una ciudad solidaria, se tiñe de verde esperanza", apunta la gerente provincial de la AECC. Además de la marcha de cinco kilómetros, habrá actividades para los niños. Será una jornada en la que se busca concienciar sobre la necesidad de seguir investigando sobre esta enfermedad.

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