Qué ofrecen las casas rurales de A Coruña que participan en el 15º Otoño Gastronómico

El programa Otoño Gastronómico, que celebra su 15º edición patrocinada por Turismo de Galicia, vuelve a dinamizar el turismo rural gallego durante los últimos meses del año. Gracias a las 73 casas rurales de toda Galicia que participan este año, podremos disfrutar de la gastronomía gallega desde un nuevo punto de vista. Ya sea de manera individual, con nuestra pareja, con amigos o familia, tendremos la posibilidad de degustar menús elaborados con productos de grandísima calidad en casas rurales en las que podremos pasar un fin de semana o incluso realizar planes alternativos como rutas a caballo o piragüismo.

Ofertas para todos los gustos en un otoño para comérselo

Este programa durará desde el 17 de septiembre hasta el 19 de diciembre, donde podremos elegir entre dos menús distintos por cada casa rural, que han sido elaborados expresamente para esta campaña. Además podremos adquirir diversos paquetes, desde el más sencillo, una comida en la casa rural de nuestra elección por 35 euros, hasta una estancia para una pareja con dos menús por persona, alojamiento y desayunos para dos noches por 220 euros. Si queremos ir con la familia, la mejor opción es el “Fin de Semana Familiar Otoño Gastronómico”, que cuenta con dos menús por cada adulto y dos menús infantiles para un niño, con alojamiento con cama supletoria y desayunos incluidos por 280 euros por dos noches. Si tenemos dos hijos podemos optar por la opción de alojarnos en dos habitaciones dobles, con dos menús por adulto y dos menús infantiles por niño, con desayunos para toda la familia por 320 euros por dos noches.

Además, si nos alojamos durante dos fines de semana en cualquiera de los establecimientos participantes, recibiremos un OuBono gastronómico, con el que podremos disfrutar de otro fin de semana gratuito en una de las casas rurales de la campaña (una oferta que se finalizará cuando se llegue a los 25 OuBonos canjeados, por lo que deberemos darnos prisas si queremos ese fin de semana gratuito).

Algunos establecimientos incluyen actividades bajo el nombre “Otoño Plus”, en las cuales podremos participar en clases de surf, rafting, visitas turísticas a museos o monumentos, escape rooms, excursiones, degustaciones de sidra y vinos, circuitos de spa,  rutas de senderismo, paseos a caballo…

Excelencia gallega dentro y fuera de la mesa

Uno de los mayores alicientes de esta campaña es que los menús elaborados por los establecimientos participantes cuentan con productos gallegos con certificación de calidad avalados por la Agencia Gallega de la Calidad Alimentaria, entidad pública adscrita a la Consellería del Medio Rural. Por lo tanto, podemos encontrarnos con productos con denominación de origen protegida (D.O.P), con indicación xeográfica protegida (I.X.P) y gran cantidad de productos de origen ecológico, creando una oferta única con la que ya se nos hace la boca agua. La provincia de A Coruña es la que cuenta con más casas rurales participantes, con un total de 25, seguido de Ourense, con 18 casas rurales; Pontevedra, con 17; y Lugo, que cuenta con 13 establecimientos participantes. 

De la huerta, del campo y del mar

Dentro de los establecimientos coruñeses, la gran mayoría ofrece productos comunes en los que se repiten clásicos de la gastronomía gallega certificados como productos de grandísima calidad. Uno de ellos son los Grelos de Galicia (IGP), que podemos probar con el caldo gallego de Casa de Sixto (Paderne), con la ternera asada al estilo Casa Arpón (Malpica de Bergantiños) con grelos, en el revuelto de grelos con jamón de A Casa do Folgo (A Baña), en el revuelto de setas y grelos con virutas de chicharrones de A Pena de Augasantas (Touro), en el revuelto de gambas y grelos de Casa do Cruceiro (Ames) o en los grelos confitados con huevo poché de Parada de Francos (Teo).

Siguiendo con los productos de la huerta, hay otra IGP que suele acompañar a los grelos: la Patata de Galicia. En Coruña la podemos disfrutar en Casa Castiñeira (Muxía),  donde la preparan con una cazuela de pescado o con una buena chuleta de Ternera Gallega (que también cuenta con IGP). También preparan esta codiciada patata en A Pena de Augasantas (Touro), como guarnición de un sabroso gallo asado. Una versión más novedosa de este producto la podemos encontrar en Pazo de Brandeso & Country Club (Arzúa), donde elaboran un confit de pato con crema de Patata de Galicia y setas de temporada.

Otro producto que triunfa en otoño son las castañas, y las que provienen de Galicia cuentan con su propia indicación geográfica protegida. Podemos encontrarlas en el sugerente plato compuesto por cerdo celta, mango, setas y Castañas de Galicia de Casa do Morcego (Valdoviño). Las castañas gallegas también se convierten en actores protagonistas al acompañar al jarrete de ternera de Lugo en Casa rural Piñeiro de Vila Sen Vento (O Pino). Si lo que queremos es degustar castañas con un buen producto del mar no podemos dejar escapar la merluza guisada acompañada con castañas de A Pena de Augasantas (Touro). Eso sí, si lo que buscamos es algo dulce que nos sorprenda, debemos ir directos hacia el helado de Castaña de Galicia de Casa Brandariz (Arzúa).

Sin embargo, si hay un producto reconocido con una IGP y que podremos degustar en casi todas las casas rurales es la Ternera Gallega. Nos la podemos encontrar de mil maneras, cortes y cocinados diferentes. Desde los clásicos chuletones, como el de Muíño das Cañotas (Cariño), la croca de Costa da Egoa (Carral) o el jarrete de ternera con patatas asadas de el Rectoral de Cines (Oza-Cesuras); hasta combinaciones tan interesantes como la ternera asada al jerez de Mar de Queo (Carballo), el entrecot de ternera a baja temperatura con gratén de brécol de Casa Grande do Bachao (Santiago de Compostela) o las carrilleras de ternera con puré de castaña de Casa Rural Camino Real (Melide).

El mar tiene numerosos representantes en mariscos y gran multitud de pescados, como la lubina salvaje de Ortegal a la plancha con grelos y patatas que ofrece Muíño das Cañotas (Cariño), el bacalao al estilo del Rectoral de Cines (Oza-Cesuras), el bacalao de la abuela o el pulpo con almejas de Casa Ceferinos (Muxía), la merluza en salsa verde con almejas de Mar de Queo (Carballo), el bacalao a la gallega con setas y pimientos de Casa de Sixto (Paderne) o la merluza del pincho al estilo de Casa Perfeuto María (Outes). También tienen presencia elaboraciones menos comunes, como el rape negro de Cedeira con textura de verduras y erizo de Casa do Morcego (Valdoviño), el lomo de merluza al albariño de A Casa do Folgo (A Baña), el bacalao al horno con crema de escalivada del Pazo de Santa María (Arzúa), los langostinos a la crema de setas de A Casa da Torre Branca (Santiago de Compostela) o la merluza de Celeiro con crema de calabaza que ofrece Parada de Francos (Teo).

Y, por supuesto, en una buena comida donde los productos gallegos son los protagonistas no pueden faltar los quesos, donde destacan las denominaciones de origen de Arzúa-Ulloa, Cebreiro, Tetilla y San Simón da Costa. Las combinaciones son, como imaginaréis, ilimitadas: de entrantes triunfan en tostas, croquetas y tablas, mientras que de sobremesas podemos verlos en forma de tartas, dulces  y acompañados de membrillo y Miel de Galicia (que también cuenta con una IGP).

¿Brindamos?

Como podéis leer (y dentro de poco saborear), las 25 casas rurales de A Coruña que participan en este Otoño Gastronómico hacen una gran labor ofreciendo menús variados llenos de productos de altísima calidad de origen gallego. Por supuesto, en este contexto no pueden faltar los vinos, donde nos encontramos con todas las denominaciones de origen gallegas en este aspecto: Monterrei, Ribeira Sacra, Rías Baixas, Ribeiro, Valdeorras e incluso una indicación geográfica como la del Vino de Terra de Betanzos.

Y ojo, que para acabar con buen sabor de boca, la gran mayoría de los establecimientos participantes cuentan con Aguardientes y Licores Tradicionales de Galicia (que también cuentan con otra IGP), como parte de su sobremesa. Una oportunidad única para poner en valor la gran importancia del turismo rural, que vive y percibe la gastronomía con un grado de cercanía envidiable.