Las narcolanchas abandonadas en Ribeira (A Coruña) estaban listas para un viaje largo
La investigación sobre la aparición de dos narcolanchas el pasado miércoles en dos playas de RIbeira (A Coruña) todavía continúa. Las fuerzas de seguridad consideran ahora la posibilidad de que ambas embarcaciones estuviesen listas para ser utilizadas en una operación de larga travesía.
Las lanchas, dotadas de motores de gran potencia y con el depósito lleno, fueron descubiertas primero en el arenal de O Rial y después en O Espiñeirido por un particular, que contactó con los servicios de emergencia sobre las 08:30 horas del miércoles. El por qué habían sido abandonadas todavía sigue siendo un misterio, pero los investigadores consideran que esa noche no se había producido una descarga.
Entre las razones que justifican esta teoría está que tan solo encontraron rastros de dos o tres personas en las playas, que tienen un difícil acceso por tierra, al aestar rodeadas por zonas rocosas y llenas de maleza. Una operación de descarga, que con la capacidad que tenían las embarcaciones podría haber sido de hasta dos toneladas, hubiese requerido la participación de muchas más personas.
Además, durante las inspecciones, tampoco encontraron restos habituales de los embalajes que se usan en el transporte de sustancias estupefacientes, como pueden ser cuerdas. De hecho, ambas lanchas estaban limpias, aunque la encontrada en O Espiñeirido presentaba signos de varios golpes y un neumático rajado, de acuerdo con informaciones de La Voz de Galicia.
Motores con potencia de 300 caballos y llenas de combustible
Las lanchas abandonadas, de unos 12 metros de eslora, contaban con motores Yamaha, que tienen una potencia de 300 caballos. La de O vilar tenía tres, mientras que la de O Espiñeirido tenía cuatro iguales. Estas características fueron los que primero pusieron en sobreaviso a las autoridades sobre la posibilidad de que pudiesen pertener a narcotraficantes.
Ambas, además de llevar depósitos llenos, llevaban varias garrafas con combustible, lo que refuerza la idea de que se estuviesen preparando para un largo recorrido. La de O Vilar, en concreto, transportaba hasta 4.000 litros de gasoil.
La duda ahora es qué pudo ocurrir en el mar para abandonar estas embarcaciones en casi perfecto estado en la playa. Las autoridades de Aduanas realizaron ayer el traslado de ambas lanchas, una operación que se retrasó debido a las dimensiones de estas y las dificultades del terreno. La que estaba en mejor estado fue remolcada hasta el mar, mientras que para mover la otra tuvo que ser necesario emplear un tractor.
