Joaquín Mosquera (Chuac): "Todo en la Unidad de Mama gira en torno a las pacientes"

Joaquín Mosquera coordina la Unidad de Mama desde el Abente y Lago del CHUAC. Una Unidad multidisciplinar y de referencia a nivel nacional. En ella trabajan más de una veintena de profesionales, desde cirujanos a ginecólogos, pasando por psicólogos y radiólogos que atienden unos 400 casos anuales en el área de A Coruña.

"El objetivo es que la mujer sea el centro de toda la atención y, en lugar de que ella tenga que ir pivotando hacia los diferentes profesionales, todos nos organizamos en torno a las pacientes", así resume Mosquera la metodología del tratamiento en el CHUAC.

El doctor Mosquera enfatiza que es "una parte de la medicina que ha evolucionado mucho, tanto en el tratamiento como diagnóstico". "Ahora ya sabemos el diagnóstico antes de entrar en el quirófano", destaca. Las técnicas quirúrgicas también han avanzado mucho, "se intenta ser lo menos dañino estéticamente". Como dato, indica que más de un 70% de las mujeres se benefician de cirugías conservadoras.

También se han mejorado los tratamientos oncológicos: ya no se aplica la quimioterapia si no se prueba que vaya a ser efectivo. "Si hay dudas de si va a ser efectivo o no se comprueba a través de unas plataformas de genómica".

Sin duda, la genética influye en la prevalencia de la enfermedad. "Hubo un efecto mediático que se llamó el efecto Jolie, por la decisión de la actriz de llevar a cabo una mastectomía profiláctica, pero el numero de personas que lo practican no es significativo; la decisión se toma detenidamente con todo el equipo y son casos muy específicos, puede haber 6 u 8 casos al año en esta Unidad". "Hay casos en que es muy útil, sin embargo hay pacientes que optan por un seguimiento estricto, aquí disponemos de una unidad de alto riesgo".

Cribado pionero y eficaz

"Las pacientes que son tratadas en una unidad multidisciplinar siempre tienen mejor pronóstico, en nuestro caso podemos hablar de una supervivencia de casi del 80%. También hay que tener cuenta el tipo de tumor, porque cuando nos referimos a cáncer de mama estamos hablando de diferentes tipos de tumores, cada cual con sus particularidades", sostiene el coordinador de la Unidad de Mama del CHUAC.

En cuanto al diagnóstico, Mosquera explica que el paso de los mamógrafos analógicos a digitales supuso una revolución. El SERGAS compró hace 12 años los primeros mamógrafos digitales y años más tarde la Fundación Amancio Ortega incorporó nuevos mamógrafos para el programa de detección precoz del Sergas.

Una herramienta de trabajo cotidiano en la Unidad que se lo pone fácil a los profesionales y las mujeres que acuden a las revisiones periódicas. "El proceso de revelado antes requería el uso de productos químicos. Ahora tenemos la gran ventaja de la inmediatez al obtener el resultado y además podemos recuperar mamografías anteriores fácilmente; mejora mucho la estabilidad de la imagen".

El programa de detección precoz fue pionero en Galicia y supuso el primer programa de cribado, desde el 92 y ya en el 95 prácticamente se había alcanzado a toda la población diana.

"Lo más importante es la adherencia al programa, es decir, que una vez que entras en el programa participes en todas las revisiones. En Galicia nos ubicamos por encima del 80%, lo que supone una de las tasas más elevadas de Galicia, y, por otra parte, poder detectar los tumores en sus primeras fases, algo que siempre redunda en que sea necesario un menor tratamiento e incrementar la supervivencia", explica.

Por cada mil exploraciones se detectan 3´5 o 4 cánceres, "un ratio que nos sitúa en la media de los países de nuestro entorno, porque sabemos que en los países del norte la prevalencia del cáncer es mayor".

En el Chuac son conscientes de que su posición de liderazgo a nivel nacional, gracias al esfuerzo y coordinación de todo un equipo: "Somos centro de referencia para cirugía oncoplástica, también participamos en congresos internacionales y recibimos a investigadores que vienen de otras partes". Aunque, al final, lo que importa es la calidad humana de los profesionales y que eso "se perciba en las pacientes y se sientan arropadas".