Globos, bingo y ovaciones en la divertida cuarentena de la plaza del Comercio de A Coruña
La cuarentena se puede llevar de muchas maneras y con muchos estados de ánimo pero en la plaza del Comercio de A Coruña no hay espacio ni para el aburrimiento ni para la rutina ya que sus vecinos han dedidido hacer del confinamiento una fiesta conjunta donde no faltan los globos, las guirnaldas, los aplausos y las ovaciones. Actualmente los balcones y edificios de esta plaza coruñesa, muy próxima a la ronda de Nelle y la avenida de las Conchiñas, están totalmente cubiertos por globos de colores que arrojan un poco de luz a la situación complicada derivada de la crisis sanitaria del coronavirus.
El ocio en el barrio también es importante y los vecinos, que forman una comunidad muy activa, contribuyen a fomentarlo haciendo bingo comunitario a las 21:30 horas entre balcones, el "Veo, veo" los fines de semana y no faltan tampoco las canciones infantiles. La solidaridad también va de la mano de estos coruñeses, que no fallan diariamente a sus citas de las 20:00 y las 23:30 horas, es decir, el aplauso de rigor a los sanitarios y la ovación a los trabajadores que con sus camiones recogen la basura de la ciudad herculina cada noche.
"Para poner los globos no hubo contacto entre vecinos, una mujer del barrio que tenía cajas en su trastero nos los dejó en los portales y empezamos a decorar nuestras ventanas con cadenas de globos de muchos colores. Creamos un grupo de whatsapp en el que somos más de 40 vecinos y hacemos retos con vídeos y nos vemos desde las ventanas porque estamos muy unidos y para entretener a los niños y las personas mayores en estos momentos complicados", cuenta Cristina, una vecina de la zona.
Sin duda, la cuarentena está sacando lo mejor de cada uno ya que no faltan las iniciativas solidarias en los balcones de todos los barrios de A Coruña, como los artistas amateurs que amenizan el día a sus vecinos tocando instrumentos o cantando o aquellos que no quieren dejar que los cumpleaños se vuelvan algo triste durante el confinamiento y contribuyen a que los afortunados no se queden sin canción ni celebración, aunque sea desde la ventana.
