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A Carrilana, en Santiago, reabre tras los destrozos provocados por una pelea el sábado

Una pelea entre dos grupos de adultos en el local terminó con una puerta de cristal cayendo sobre su propietaria, Natalia Devesa. Este miércoles reabren con un tablón de madera: "No podemos estar cerrados más tiempo"
La propietaria de A Carrilana, Natalia Devesa, junto a la puerta destrozada.
Quincemil
La propietaria de A Carrilana, Natalia Devesa, junto a la puerta destrozada.

Después de que los destrozos provocados por una pelea el sábado impidiesen retomar la actividad, A Carrilana, en Santiago, vuelve a abrir sus puertas este miércoles. O, más bien, una de sus puertas: la otra se cayó sobre su propietaria, Natalia Devesa.

"Dos grupos de adultos, de unos 45 o 50 años, se enzarzaron dentro del local y fue imposible pararlos: rompieron un jarrón y, lo que es peor, una de las puertas de cristal", explica a Quincemil Devesa, quien sufrió pequeños cortes y todavía tiene una contractura en la espalda.

La puerta de cristal rota en mil pedazos tras la pelea (Cedida).

Los hechos se produjeron a las 23:00 horas en un local y una zona -la plaza de San Paio de Antealtares- en la que no son habituales conflictos de este tipo. "Nunca había pasado nada parecido, este es un local tranquilo al que la gente viene a tomarse la primera copa", lamenta la propietaria, quien no sabe cómo se originó la pelea.

Las cámaras de seguridad captaron como, de un momento a otro, uno de los grupos se dirigió "de manera agresiva" a un hombre del otro grupo "y después ya entraron otros defendiéndolo", en lo que se convirtió en "una bola de golpes".

"Habría quedado en algo anecdótico si no fuera porque rompieron un jarrón y una puerta, lo que nos obligó a estar cerrados", relata Devesa, quien ya ha presentado la correspondiente denuncia ante la Policía Nacional.

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La puerta cayó sobre la propietaria de A Carrilana, aunque al ser de seguridad "se rompió en mil pedazos" y tan solo le provocó pequeños cortes, así como un dolor de espalda. Una mujer de uno de los grupos que se pelearon recibió un puñetazo, lo que hizo que sangrase por la nariz.

Las cámaras de seguridad del local captaron toda la pelea, por lo que se aprecia perfectamente el momento en que rompen la puerta. Tendrán que sufragar su coste e intentarán que también los perjuicios económicos provocados por la imposibilidad de abrir en días.

"Lo más frustrante es que nos obligó a cerrar: el domingo por la mañana tenemos colas para el desayuno y el brunch, pero no pudimos abrir", prosigue.

El local, abierto de nuevo con un tablón de madera (Cedida).

El problema ahora es que no pudieron conseguir tan rápido como les gustaría la puerta de seguridad de cristal templado: esperan recibirla esta semana, pero mientras tanto se han visto obligados a abrir.

"Abrimos hoy, aunque sea con el tablón de madera, porque no podíamos esperar más tiempo", explica Devesa, quien espera recuperar la normalidad del todo ante la llegada del Puente de la Constitución.

Así, quien quiera desayunar, ir de brunch, de vermú, comer un poke bowl o tomar unas copas o cócteles en A Carrilana lo podrá hacer en su horario habitual, a partir de las 10:00 horas.

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