CDR durante una de sus acciones violentas.

CDR durante una de sus acciones violentas.

LA TRIBUNA

Por la puerta del 'terrorismo bueno' se colará el yihadismo

Ningún país con garantías constitucionales ha amnistiado nunca a terroristas, porque eso conllevaría la quiebra del propio Estado de derecho.

27 enero, 2024 02:00

El terrorismo figura en la agenda política internacional desde hace décadas. No obstante, los organismos oficiales cambian constantemente su definición, aumentando su magnitud e introduciendo nuevos conceptos como el de la radicalización, el combate, el ciberterrorismo, la guerra de guerrillas e incluso el discurso del odio.

A pesar de este crecimiento exponencial de un fenómeno que no deja de abarcar cada vez más delitos, nadie ha cuestionado hasta ahora que el terrorismo no sea, en sí mismo, una violación de los derechos humanos.

Es cierto que existe un terrorismo de baja intensidad, relativamente barato, y que modula su frecuencia e intensidad adaptándose al contexto político y social.

Un radical inicia una hoguera en Barcelona durante la protesta de los CDR contra la sentencia del 1-O.

Un radical inicia una hoguera en Barcelona durante la protesta de los CDR contra la sentencia del 1-O. Europa Press

Hemos sido testigos de la violencia de los CDR en Cataluña. No difiere mucho de la que ya vivimos en el País Vasco, aunque Xabier Arzallus, líder del PNV entre 1980-84 y 1987-2004, llamara a la kale borroka "los chicos de la gasolina" en un obvio intento de restarle importancia.

La lucha callejera es un tipo de terrorismo con una relación calidad-precio insuperable y que se utiliza fundamentalmente como cantera de las bandas armadas. También se explota para mantener el pulso con las instituciones y la ciudadanía.

No existe una definición única del terrorismo. Y es posible que nunca lleguemos a tenerla, por la simple razón de que no existe un único terrorismo, sino varios tipos de terrorismo.

"Distinguir entre terrorismo 'bueno' o 'malo' para poder indultarlo a conveniencia supone abrir una puerta a otros tipos de terrorismo, como el yihadista"

Pero ningún país con garantías constitucionales ha amnistiado nunca a terroristas. Porque ello supondría el reconocimiento de que en una democracia se puede vulnerar la legalidad. Y eso implicaría la quiebra del propio Estado de derecho.

Distinguir entre terrorismo 'bueno' o 'malo' para poder indultarlo a conveniencia supone abrir una puerta a otros tipos de terrorismo, como el yihadista.

Ese terrorismo se verá beneficiado por la decisión del Gobierno al igual que sucedió con la aplicación de la mal llamada doctrina Parot (STS 197/2006, de 28 de febrero de 2006). Porque por su causa, y para favorecer a algunos etarras, tuvimos que dejar en libertad a violadores y asesinos.

Algunos de ellos reincidieron a los pocos días de salir de prisión.

Los yihadistas condenados por delitos de adoctrinamiento, adiestramiento militar o enaltecimiento del terrorismo, delitos cuya introducción en el Código Penal ha ayudado a nuestros servicios de información a prevenir docenas de atentados, serán los nuevos sapos que tendremos que tragar los españoles.

Nadie va a poder amnistiar el dolor de las víctimas. Pero si dejamos a un lado el terrorismo como fenómeno, si obviamos la posibilidad de categorizarlo y nos centramos en sus objetivos e intereses, no cabe duda de que su único fin es la violación de los derechos humanos.

*** Víctor Valentín Cotobal es vicepresidente de Dignidad y Justicia, y experto en terrorismo y seguridad.

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