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La tribuna

El consenso de la prensa sobre el Tribunal Supremo

14 febrero, 2023 08:27

Vamos a repasar los titulares, los matices, las líneas editoriales… Vamos a echar un repaso a toda la carta, pero antes mencionemos una conclusión que, despojada de toda opinión, está en las portadas de todos los periódicos. Bien sean los más próximos al Gobierno o los más alejados. La reforma del Código Penal de Pedro Sánchez, que probablemente podamos llamar histórica, desarma al Estado frente a los golpes sin violencia; frente a lo que podríamos llamar golpes de Estado posmodernos. Lo dice el Tribunal Supremo, que se expresó ayer al respecto. No hubo siquiera votos particulares en contra.

[El Supremo destaca que Sánchez rescató un delito franquista para favorecer a los líderes del 'procés']

Porque si algo aprendimos en 2017 es que, pese a las revueltas callejeras que acompañaron el suceso, un grupo independentista puede efectuar su golpe sin la necesidad de metralletas y secuestros. "¡Por ejemplo con big data!", me decía ayer Raúl del Pozo, que por cierto habla hoy del separatismo catalán en su columna de El Mundo.

El País: "La nueva redacción puede dejar impunes futuros ataques a la Constitución, como lo fue el procés". ABC: "El Supremo certifica la desprotección del Estado. Al suprimir la sedición hay una laguna entre rebelión -es decir, el golpe con violencia- y los desórdenes públicos agravados -el nuevo delito que se inventó Sánchez-". Explica ABC que todo lo que va de un extremo a otro, antes catalogado como sedición, se queda ahora en el limbo. La Vanguardia: "El Supremo avisa de que la modificación penal deja impunes futuros procesos secesionistas en los que no concurra violencia". El Mundo: "Un nuevo 1-O quedará impune". La Razón: "El Supremo confirma el desarme del Estado".

Es muy interesante comprobar cómo un asunto que ha generado tanta polarización acaba produciendo titulares calcados en medios tan diferentes. La realidad siempre es realidad, pero hoy la conocemos con vehemencia.

Recordarán ustedes que el Gobierno hizo estas dos cosas –la supresión del delito de la sedición y la reforma de la malversación- para cumplir su parte del trato con Esquerra Republicana. Sánchez creía que con esta maniobra, por ejemplo, Oriol Junqueras y los suyos podrían presentarse a las próximas elecciones. Una vez indultados y fuera de la cárcel, para lograrlo, debía producirse una reducción en la pena de inhabilitación. Y el Supremo, destacan todas las portadas, ha dicho que no. "El Supremo inhabilita a Junqueras hasta 2031 pese a la reforma legal", dice La Vanguardia.

¿Qué pasa, entonces, en Moncloa? Son unos auténticos genios de la mixtficación. Les juro que este titular de EL ESPAÑOL es cierto, más que nada porque simplemente se corresponde con las explicaciones dadas en Ferraz: "El PSOE celebra la decisión del Supremo y dice ahora que nunca quiso beneficiar a los reos del procés. Los socialistas dicen que la revisión de la sentencia ha servido para demostrar que el PP mentía cuando decía que las reformas de malversación y sedición iban a beneficiar a Junqueras y los suyos".

No es la "extrema derecha mediática" quien desmonta de un plumazo estos argumentos del Gobierno. Lo hace El País con este titular: "El Supremo frustra el plan del Gobierno de bajar penas por el procés". También encontramos una clave importante en la crónica de El Confidencial, que recoge las declaraciones de Marta Vilalta, portavoz de Esquerra: "Hemos conseguido acordar la modificación del Código Penal, pero no hacemos de jueces. Y ha habido una interpretación muy forzada".

Si con la ley del sólo sí es sí la culpa era de los jueces machistas, se deduce del razonamiento de ERC que la culpa de lo ocurrido ahora es de los jueces fascistas. Nunca es la ley, sino su interpretación.

Alberto Núñez Feijóo, este lunes en su visita a la capilla ardiente de Carlos Saura.

Alberto Núñez Feijóo, este lunes en su visita a la capilla ardiente de Carlos Saura. Efe

Otro tema recogido por los diarios de hoy a uno y otro lado del río es el giro de Alberto Núñez Feijóo sobre el aborto. ABC: "Veteranos del PP avisan del coste electoral del giro del partido sobre el aborto". Contábamos el otro día que Feijóo, por primera vez en el PP, ha marcado como postura oficial el apoyo a la ley de plazos. Ha hecho coincidir el gesto con el veredicto del Tribunal Constitucional, que acaba de avalar la norma después de haber sido recurrida hace trece años precisamente por el PP.

El Confidencial relata el difícil equilibrio que está intentando jugar Génova. Por un lado, apoyo absoluto a la ley de plazos al considerar que va acorde a los tiempos. Pero, por el otro, se niegan a reconocer el aborto como un "derecho de la mujer". "Los populares se enredan con el aborto tras las presiones del sector duro de la derecha", concluye El País.

Y como hoy es un día en que se escriben muchas cartas, dejadme que dé una información de servicio, ya que suelen utilizarse los 14 de febrero muchos poemas de amor y alguna que otra canción desesperada. El Cultural: "Un informe pericial concluye que Pablo Neruda murió envenenado y no a causa de un cáncer". Los científicos contratados por la familia han encontrado en sus restos un patógeno endógeno, es decir; introducido en su cuerpo. Neruda murió en 1973, poco después de la llegada de Pinochet al poder. Él era comunista. Se sospecha que la recién nacida dictadura pudo acabar con él. En su día, la causa de muerte oficial fue cáncer de próstata.

*Esta es la revista de prensa que Daniel Ramírez realiza cada mañana para 'La España que madruga', en 'Más de Uno', el programa de Carlos Alsina en Onda Cero.

La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau.

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