Nicolás Maduro saludo al presidente francés, Emmanuel Macron en la COP27 de Egipto

Nicolás Maduro saludo al presidente francés, Emmanuel Macron en la COP27 de Egipto

LA TRIBUNA

Venezuela vuelve a la negociación con viento a favor

La necesidad de EEUU y Europa de acceder a fuentes de petróleo ante la guerra de Ucrania y el giro a la izquierda en Latinoamérica han rabierto la negociación entre el régimen de Maduro y la oposición venezolana.

27 noviembre, 2022 02:27

El 16 de octubre de 2021 la delegación del régimen venezolano que había sido designada para negociar con la oposición en México decidió no volver a la siguiente ronda de negociación. El motivo fue la extradición de Alex Saab desde Cabo Verde hacia Estados Unidos. Saab, colombiano pero acreditado como diplomático venezolano, está acusado de ser el testaferro del régimen. 

En 2021 el régimen de Venezuela había perdido su legitimidad y se encontraba aislado internacionalmente, lo que aún le daba algún fuelle al autoproclamado presidente interino, el opositor Juan Guaidó. Nicolás Maduro se mantenía en el ostracismo incluso entre sus pares regionales, Colombia mantenía cortada la relación entre los países vecinos y solo el presidente de México, López Obrador, casi en solitario, insistía en la vía del dialogo. La invasión de Ucrania ha ocurrido muy lejos de la tropical Caracas, pero ha redefinido el guion de la historia.

Juan Guaidó, presidente encargado de Venezuela.

Juan Guaidó, presidente encargado de Venezuela. Reuters

Quién podría a decirle al entonces paria internacional Maduro que un año después habría recibido de forma entusiasta a los representantes del gobierno de EEUU en el mismísimo palacio de Miraflores. O que volvería a la escena internacional paseando por los pasillos de la COP27 en Sharm el-Sheij, hablando con el presidente de Francia, con quien pocos días después se sentó a la mesa en París acompañado por Gustavo Petro y con el respaldo de la Unión Europea. 

La necesidad de EEUU y Europa de acceder a fuentes de petróleo ante la ofensiva rusa y el giro político en América Latina han abierto nuevamente el camino a la negociación a la que Maduro llega relegitimado por las circunstancias y la pobre actuación del gobierno interino liderado por Guaidó. La situación del país sigue siendo la de una gravísima crisis humanitaria con más de seis millones de venezolanos que han migrado de forma forzosa de su país, muchos de ellos caminando, con lo puesto, a lo largo de los duras y peligrosas fronteras latinoamericanas. 

El aumento del precio del petróleo, junto con las reformas económicas que se han llevado a cabo están comenzando a impulsar el crecimiento de la diezmada economía venezolana. La dolarización ha traído cierta estabilidad a la escandalosa inflación que sufrió el país y el crecimiento esperado en 2022 es de un 12% a pesar de las sanciones que aun pesan sobre ella. 

No es que Maduro se haya convertido en un gran gestor. Es que ha renunciado a buena parte de las premisas de su “revolución bolivariana”. Una revolución agotada en su incapacidad de cambiar el modelo rentista del país y que, en su cerrazón, ha llevado a la pobreza al 76.6% de los venezolanos. 

"Las condiciones son todas favorables a la negociación, pero también dan fuelle a Maduro, que se sienta a la mesa en su mejor momento en años"

Desde que la mesa de negociación suspendiera las negociaciones, el diálogo privado entre oposición y régimen no se cortó totalmente. Por el contrario, la vuelta a la mesa en México permite dar a conocer un acuerdo avanzado para establecer medidas humanitarias a través de un fondo que permita atender los problemas mas urgentes de la población. 

La oposición tomó nota de sus fracasos hace tiempo y sabe que el dialogo es la única opción. Aunque la discusión sobre la normalización democrática del país aun no está planteada, sería el siguiente paso lógico. Las elecciones de 2024 son el objetivo. 

La Plataforma Unitaria de Venezuela, que reúne a la oposición en la mesa de diálogo, insiste en que la negociación nunca debió suspenderse. Y tiene muchos incentivos para mantenerse en la mesa. Pero también tiene muchos deberes pendientes, entre ellos contener a las facciones más radicales que han tomado la vocería, con gran eco en el mundo, pero muy escaso arraigo en la población, lo cual hace difícil augurar victorias inclusive en el caso de unas elecciones justas y trasparentes.

[Opinión: Por qué EEUU está negociando con Venezuela]

El inicio de una nueva etapa de negociación tendría que ir mucho más allá de la mesa en México. Estaría muy bien que los gobiernos del flamante nuevo ciclo de izquierda latinoamericana dialogaran y buscaran repuestas conjuntas para dar un mejor trato y protección a los migrantes venezolanos instalados en sus países. Si se proclama la vuelta a la política social, que sea para todos. 

El camino por recorrer es largo, las condiciones son todas favorables a la negociación, pero también dan fuelle a Maduro, que se sienta a la mesa en su mejor momento en años. Es posible que veamos pronto gestos de buena voluntad como liberación de presos políticos, e incluso algunos apuntan a una posible liberación de Saab. Sin embargo, el tiempo apremia para aprovechar las circunstancias y para mostrar verdadera voluntad de retornar a la democracia. 

Ojalá fructifiquen por el bien de los venezolanos y de una América Latina que necesita integración mas que nunca. 

 *** Érika Rodríguez Pinzón es profesora de la Universidad Complutense, investigadora del ICEI y Special Advisor del Alto Representante de la Unión Europea.

Irene Montero, ministra de Igualdad.

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