La decisión de Reino Unido de dejar a España fuera de la lista verde de países a los que los turistas británicos podrán viajar este verano sin mayores restricciones amenaza con complicar aún más la temporada estival de cientos de miles de trabajadores y empresarios del sector turístico español. 

El dictamen, que no sólo incluye a España, sino también al resto de países de la Unión Europea, se revisará cada tres semanas, pero ha provocado ya protestas en la industria turística británica, tan afectada como la española por las duras restricciones decididas por el Gobierno de Boris Johnson

La presencia de un país en la lista verde del Gobierno del Reino Unido permite a los turistas visitarlo sin pasar por la protocolaria cuarentena a su vuelta a casa.

La presencia en la lista roja obliga a una cuarentena hotelera de once noches tras la vuelta. Entre los países en la lista roja están Afganistán, Egipto, Sudán o Sri Lanka, entre muchos otros.

La presencia en la lista ámbar (en la que están España y el resto de países de la UE) supone un punto intermedio entre ambas opciones: la cuarentena se realiza en el propio domicilio.

Cierre parcial de fronteras

Dicho de otra manera. La presencia de un país en la lista roja o la ámbar no impide al turista visitarlo si así lo desea. Pero desincentiva fuertemente el viaje al obligarlo a una cuarentena de un mínimo de diez días a su vuelta a Reino Unido.

La decisión de Boris Johnson revela que el Gobierno británico ha decidido priorizar la normalización de la vida en el interior del país a la apertura total de sus fronteras. Es probable que en la decisión juegue también el cálculo económico (millones de libras esterlinas se quedarán este verano en Reino Unido), pero es injusta y precipitada a la vista del buen ritmo al que avanza la vacunación en España.  

La esperanza de que el Ejecutivo británico añadiera más territorios a la restrictiva lista verde inicial quedó frustrada cuando incluso Portugal, el único país de la UE que estaba en esa relación (y que cuenta con niveles de infección muy similares a los de Reino Unido), fue descendido hace unas horas al nivel ámbar.

Como un funcionario del Gobierno británico ha afirmado durante una conversación con la revista Spectator, "los viajes turísticos son en este momento de sentido único". 

El pretexto para la decisión de Johnson, que deja en el aire la visita de hasta 50 millones de turistas a España este verano, es la virulencia y el alto potencial de contagio de la variante india del virus, que se teme que ponga en peligro el objetivo británico de levantar todas las restricciones el próximo 21 de junio

Restricciones más estrictas

Reino Unido está en su derecho de cerrar la mano fuera de sus fronteras para poder abrirla lo antes posible en su propio territorio. Boris Johnson ha sido más estricto que muchos países europeos en sus restricciones y eso le legitima política y moralmente para adoptar este tipo de medidas.

Pero las diferencias en las cifras de infectados entre Reino Unido y los países de la UE no justifican, hoy, medidas tan duras como las de la lista verde. Es cierto que algunas zonas españolas, como Vizcaya, Sevilla, Jaén o Valladolid, cuentan con una incidencia superior a los 150 casos por 100.000 habitantes, e incluso superior a los 200 en algunos casos.

Pero otras, como Valencia, Cáceres u Orense se sitúan ya por debajo del límite de los 50. La tendencia, además, es claramente positiva. Y España ha superado por fin la barrera de los diez millones de vacunados con pauta completa.

Si España quiere turistas este verano debe continuar en la buena senda. Vacunar al máximo número de ciudadanos posibles y, muy importante, no perderse en debates estériles como el del cierre del ocio nocturno. Un debate que no tendría sentido si la vacunación estuviera más avanzada de lo que lo está hoy. 

Si cumplimos los objetivos que nosotros mismos nos hemos marcado, Reino Unido deberá rectificar dentro de tres semanas e incluir a España en su lista verde. Es obligación del Gobierno y de las Comunidades no darle pretextos a Reino Unido. Nos va la temporada turística en ello.