Los datos de desaceleración de la zona euro, la confirmación de la ralentización de la economía española y la bajada de los tipos de interés en Estados Unidos -la primera en 11 años- hablan de un escenario de incertidumbre que, en nuestro caso, se complica por la calamitosa situación de bloqueo político.

El pobre crecimiento del PIB en el segundo trimestre -un 0,5%, el más bajo desde 2014- confirma el frenazo de la economía española. Hay otros síntomas, como el de la caída de la inversión y del consumo, o el decrecimiento de las exportaciones, que llevan a muchos economistas a poner en duda las optimistas previsiones del Banco de España y de la Comisión Europea, que han revisado recientemente al alza sus previsiones de crecimiento para nuestro país en 2019.

Nubarrones

El contexto internacional se está llenando además de nubarrones. Los países de la UE, en su conjunto, han sufrido una fuerte desaceleración entre abril y junio: el primer trimestre crecieron un 0,4% y el segundo sólo el 0,2%. Y tenemos un brexit duro a la vista.    

La decisión de la Reserva Federal de dar un giro a la política monetaria para abaratar el precio del dinero refuerza la idea de que podemos estar asistiendo a un cambio de ciclo. El banco central estadounidense toma esta medida en plena guerra comercial con China y entre las señales de empeoramiento de la economía mundial.

Reformas

Si, como todo indica, la economía internacional se adentra en arenas movedizas, más vale que España esté preparada. Como hoy explica en EL ESPAÑOL Daniel Lacalle, hay que evitar los discursos triunfalistas y emprender reformas porque "España siempre cae más y de manera más abrupta cuando cambian los ciclos económicos".

En estas circunstancias, resulta especialmente irresponsable la actitud de nuestros dirigentes políticos. Desde luego, sería una locura que la economía española estuviera en manos de quienes pretenden disparar el gasto público y tratan de penalizar a quienes crean empleo y riqueza. Para evitar que algo así pueda suceder, y para impedir también que el bloqueo institucional se alargue por más tiempo, es necesario que PSOE, PP y Ciudadanos lleguen a acuerdos que permitan formar gobierno y alcanzar pactos de Estado.