Este domingo, Cs ha celebrado su segundo gran acto de la precampaña en Madrid. Rodeado de los activos femeninos más relevantes del partido, la formación de Albert Rivera ha dejado claros dos conceptos que van a marcar su programa electoral. El más obvio es que Rivera e Inés Arrimadas formarán un ticket indisoluble, hasta el punto de que la política jerezana figura de facto como candidata a la vicepresidencia. Es la demostración de que la agenda de Ciudadanos va más allá de Cataluña

Pero la otra idea más importante que ha dejado el acto de Cs es la de su apoyo inequívoco a un feminismo "liberal y moderno" una vez que el PSOE, con todos los medios de los que va a disponer un Gobierno en funciones, trata de atribuirse en exclusiva la lucha por la igualdad de género con un feminismo monocolor.

Desvirtuar la realidad

Y es que si el último Consejo de Ministros antes de las elecciones estableció la composición y la organización de un Observatorio de la Mujer a tan sólo una semana de las manifestaciones del 8-M, y este mismo domingo la Moncloa ha difundido un vídeo, encabezado por el propio presidente, en el que los ministros muestran su compromiso con la causa feminista y critican a las derechas de "blanco y negro".

Es evidente que para los socialistas todo pasa por equiparar en este terreno a la formación de Albert Rivera con Vox. Y esto es grave porque desvirtúa de forma torticera una realidad manifiesta: entre Cs y el partido de Santiago Abascal media un abismo en materia social y de derechos y libertades

Arma arrojadiza

De lo que no cabe duda es de la estrategia que sigue el PSOE para combatir con todos los ardides posibles ese "feminismo liberal" de Ciudadanos, y que consiste en presentar al partido naranja como cooperador necesario de las políticas liberticidas de Vox.

La causa del feminismo no puede ser ni el monopolio pancartista de unos ni un arma arrojadiza para otros. Que el PSOE y la izquierda, y también Vox con sus planteamientos ultramontanos, pretendan embarrar de forma partidista una prioridad social como la lucha por la igualdad es un error de forma y de concepto que adultera una reivindicación tan digna. Y esto hay que denunciarlo siempre.