Los llamamientos a la "unidad" que está haciendo Soraya Sáenz de Santamaría para anular la segunda vuelta de las primarias del PP son una trampa. Lo que pretende la ex vicepresidenta del Gobierno es dar por terminado el partido en la media parte, y todo porque va ganando por la mínima y gracias a un gol que habría sido anulado si existiera el VAR en las urnas del PP andaluz.

¿Haría Sáenz de Santamaría el mismo discurso y se sometería al ganador si ella hubiera quedado ahora segunda? Evidentemente no. El problema para el PP es que ya hay dirigentes que están asumiendo sus tesis, en algún caso por prudencia -mal entendida- pero sobre todo por la inercia del aparato, que por propia naturaleza siempre juega a conservador

El 'caso Garrido'

Por eso, líderes como Núñez Feijóo abogan por cerrar este proceso cuanto antes en los despachos y no esperar al congreso, y por eso también el escándalo que ha estallado en Madrid, donde tras arrasar Casado en las primarias, Ángel Garrido se ha  posicionado junto a quien quedó tercera: Sáenz de Santamaría.  

Afortunadamente, Pablo Casado no está por claudicar y ha encontrado apoyos en su empeño. Hoy publicamos una tribuna del senador y expresidente balear José Ramón Bauzá, portavoz de la corriente liberal, en la que apuesta por el ex responsable de Comunicación, al ser el único de los dos finalistas capaz de abrir una nueva etapa.

¿Susto o muerte?

En efecto, se antoja complicado que pueda acometer una mínima renovación la  persona que ha dirigido la política de los populares en los últimos ocho años gracias a los plenos poderes que le otorgó Rajoy. Muchas de sus decisiones en ese tiempo, opuestas a las ideas que sobre el papel defendía el PP, han abocado al partido a su complicada situación actual. 

La componenda que reclama ahora la protegida de Rajoy en aras a la unidad llevaría al PP a cerrar en falso su crisis, pero las fuerzas están tan igualadas que todo puede ocurrir. El principal obstáculo para Casado será la resistencia del aparato, muro con el que ya ha empezado a chocar. Su reto está en convencerle de que esta vez toca elegir entre susto o muerte.