Shakira sin romance, adiós a 'El Litri', la vuelta de Nadal y el recuerdo de Rubalcaba.

Shakira sin romance, adiós a 'El Litri', la vuelta de Nadal y el recuerdo de Rubalcaba. Guillermo Serrano Amat

EL BESTIARIO

Shakira sin romance, adiós a 'El Litri', la vuelta de Nadal y el recuerdo de Rubalcaba

Shakira, 'El Litri', Rafa Nadal y Alfredo Pérez Rubalcaba; la autora comenta lo más destacado de la semana a través de sus protagonistas.  

12 junio, 2022 02:13

Piqué & Shakira

Shakira.

Shakira. Guillermo Serrano Amat

Piqué y Shakira se han puesto de moda. El catalán y la colombiana de los que habla medio mundo como si fueran Brad Pitt y Angelina Jolie, o Johnny Depp y Amber Heard, dos parejas que han  hecho de su amor un negocio.  No es el caso de Piqué y Shakira, porque ellos no están divorciados y ni siquiera casados, pero llevan camino de organizar un "pifostio" del tamaño de un Oscar. Una pena.

Gerard Piqué es un futbolista de pierna larga que triunfa en can Barça y tiene la facultad de ganar dinero y amores por un tubo.  Desde 2010, Shakira y Pique son novios y residentes en Barcelona. Se conocieron en Sudáfrica durante la celebración de la Copa del Mundo de fútbol (que ganó España con honor y gloria) y a partir de aquel momento fueron felices y comieron perdices. El futbolista triunfó en el césped y Shakira bailó el Waka-waka en el escenario, un remedo de danza del vientre que encandiló a todo el estadio.

La pareja trajo dos hijos al mundo (Milan y Sasha), que han frenado las numerosas crisis de pareja. Ahora todo puede cambiar. De confirmarse la nueva relación que el futbolista mantiene con una joven catalana, el romance podría caducar. Adiós, Barcelona; adiós, Piqué.

Las especulaciones arden. Amigos de la cantante sugieren la posibilidad de que Shakira inicie una nueva vida en su lujosa mansión de Miami, con visitas frecuentes a Barranquilla, donde el pasado tiene nombre de cumbiódromo y un río grande se expande hacia el mar lanzando reflejos turbios de color chocolate. Le llaman el río Magdalena y según cuentan las crónicas, de aquí partió García Márquez a bordo de una lancha que recordaba los barcos de vapor a su paso por Nueva Orleans. El escritor iba con su madre, requerido para acompañarla a vender la casa de Aracataca, que en la ficción se llamó Macondo. Desde Barranquilla cruzaron el río y después tomaron el camino de Aracataca, donde se hallaba la casa de los abuelos. Pero ese era el comienzo de otra historia que Shakira ignoraba porque le faltaban 25 años para nacer. 

La niña de rizos dorados y sonrisa traviesa fue hija única de un libanés apellidado Mebarak y una catalana a la que decían Nidia Ripoll. Tenía ocho hermanastros de los que aprendió toda clase de historias y canciones. Pero lo que mejor se le daba, sin duda, era cantar y bailar, inspirada en las músicas árabes que le había enseñado su padre. No levantaba un palmo del suelo cuando empezó a ganar concursos en la radio y en la televisión.  

Muchos años después, Shakira estaba en Barcelona convertida en madre de familia y cantante de éxito. Era una mujer pequeñita y graciosa cuyos sonidos guturales encandilaban al mundo. Su suerte estaba echada.

Miguel Báez 'El Litri'

Miguel Báez 'El Litri'.

Miguel Báez 'El Litri'. Guillermo Serrano Amat

A los toreros se les conoce por su valor y su biografía, a menudo estrafalaria.  También por su nombre, que a veces no es un nombre propiamente dicho, sino un apodo.  Los apodos más llamativos fueron El Gallo y Lagartijo. O Paquirri, que en realidad se llamaba Francisco Rivera Pérez. O Dominguín, que se llamaba Luis Miguel González Lucas y se puso Dominguín porque le salió del moño.  

Muchos de los apodos son simples gentilicios: a Manuel Benítez le pusieron 'El cordobés' por haber nacido en Córdoba, del mismo modo  que a Santiago Martín  Sánchez le pusieron 'El Viti' por haber nacido en Vitigudino, provincia de Salamanca.  En el caso de Espartaco, el torero confiesa que su nombre no tiene nada que ver con el pueblo de Espartinas. Se le ocurrió a un representante al asociarlo con un gladiador. 

'El Litri' (q.e.p.d), no se llamaba así por ninguna razón concreta, pues nació en Gandía, aunque formaba parte de una saga onubense. Nació en 1930 y murió en 2022, hace algo más de dos semanas. Tenía 92 años y estaba casado con Conchita Spínola, cuyo árbol genealógico contagiaba una sombra cargada de apellidos elegantes: Spínola, Barreiros, etc. Dos semanas después de la muerte de Litri padre murió Conchita, su musa. Se la llevó por delante un infarto, dejando intacta su belleza y su historia de amor. Tenía 71 años y de ella se decía que era mitad actriz de Hollywood, mitad poeta. 

Poco antes se habían casado Miguel hijo (el ex de Carolina Herrera) y Casilda Ybarra. Estaban de viaje por Italia cuando les sorprendió la noticia: Miguel Báez Espuny acababa de morir en Madrid. Luego llegó la hora de Conchita. La musa de los Litri no quiso esperar. La muerte le había ganado la partida.

Rafa Nadal

Rafa Nadal.

Rafa Nadal. Guillermo Serrano Amat

Todos los triunfos traen resaca. Es el caso del Real Madrid, que conquistó la Champions League frente al Liverpool, con el estadio de Saint Denis petado de gente y la policía dando leña. Fue una pesadilla. Era la decimocuarta Copa de Europa que iluminaba las vitrinas del Real Madrid. Aquel día el equipo blanco tomó la capital y la resaca del triunfo corrió por las venas de todo el deporte español. 

Más allá del futbol se vivieron jornadas alborotadas en el tenis y el motociclismo, el baloncesto, el golf y la Fórmula 1, que ya está preparada para tener un piloto gay, como ha dicho Sebastian Vettel, corredor del Aston Martin, que cada poco tiempo se pone reivindicativo.

El tenis tiene un nombre nuevo: Carlos Alcaraz. Un tenista murciano que protagonizó un encuentro épico superando al manacorí en el Open Madrid. Desde entonces, su sonrisa es uno de los principales hitos del deporte español.

Pero Rafa es mucho Rafa. Lee un anuncio de Roland Garros y es como si leyera un anuncio de las Navas de Tolosa. Así es él de imperial y grandioso. De todo hace una cruzada. Ha ganado los torneos más importantes del último siglo y pese a romperse tibias y peronés, tobillos y meniscos, es capaz de caminar sobre la red como la mismísima Pinito del oro. Un superhombre que todo lo consigue. Lo único que no ha logrado es que le crezca el pelo.  

Joan Manuel Serrat

Joan Manuel Serrat

Joan Manuel Serrat Guillermo Serrano Amat

El acto se celebró en la Residencia de Estudiantes, organizado por la Fundación Felipe González, que venía a ser el pater familias del asunto. Digamos que se ofrecía en carne mortal. En EL ESPAÑOL leí una lista de exministros de la que rescaté a Maravall, el exministro de Educación que hizo famoso al cojo Manteca y ahora va de añoso e interesante. También rescaté a Miquel Iceta, el actual ministro de Cultura, pero en su caso no lo hice por añoso y quizás tampoco por interesante, sino por afinidad de patrias lingüística y culturales. Serrat era el chico de Poblenou… Iceta, el de Gracia. Daniel Ramírez, que escribió la crónica para este periódico, dijo una de las frases más ingeniosas de la tarde. Dado que allí, cerca de Felipe, estaba el exministro Solchaga y él era el que mejor se conservaba a pesar de su veteranía, Daniel le echó una mirada y celebró su atuendo: "Camiseta ceñida, pantalón claro y chaqueta festiva. Parecía un cantante de bachatas".

De un momento a otro comenzaría el acto, consistente en entregar el premio Rubalcaba, llamado también premio Rojana por cortesía con los cántabros, que utilizan esa expresión para nombrar la luz que traspasa entre las nubes.

El año pasado fue la primera edición del premio, que le tocó a Peridis, inaugurándose así el turno de premiados ilustres. Este año se le otorgó el premio a Serrat y Peridis hizo los honores, como miembro del jurado. Lo bueno de concederle el premio a Serrat es que te contestaba con música sin que se lo pidieras. El Mediterráneo iba y venía dándole al público la oportunidad de que se le humedecieran los ojos. Quizás porque mi niñez sigue jugando en tu playa, y escondido tras las cañas llevo mi primer amor, guardo tu luz y tu olor por donde quiera que vayas…Qué le voy a hacer si yo nací en el Mediterráneo…

Saludé entonces a Jaime Lissavetzky, gran amigo de Rubalcaba, a Paca Sauquillo (la bondad hecha alas), a Elena Valenciano, víctima del sanchismo, y a Pilar Goya, cuyo caudal de recuerdos que hoy son el mejor legado de la vida de Alfredo, querido Alfredo.

Y qué le voy a hacer si yo nací en el Mediterráneo... Mucho mejor que el dale a tu cuerpo alegría Macarena, Olona, que fue una celebrada ocurrencia de Peridis en este acto generacional del jueves pasado, sin rastro de sanchismo. Mejor así.

Juraría que Serrat y Florentino, sentados codo con codo, acababan de hacerse amigos. Las mismas diferencias que había entre un madridista irremediable como fue Rubalcaba y un barcelonista histórico como Joan Manuel.

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