En un claro gesto de apoyo a los opositores del régimen chavista, Albert Rivera ha defendido la revocación de Nicolás Maduro en su comparecencia ante la Asamblea Nacional de Venezuela. A pesar de que este referéndum está permitido por la Constitución, el Gobierno de Maduro se ha valido de todo tipo de argucias para que esta votación no tenga lugar, por lo que el líder de Ciudadanos ha hecho bien en pedir que se respete la ley.

La visita de Rivera a Caracas es una muestra de su compromiso con la protección de los valores democráticos. Al despotismo del régimen, que ha hecho todo lo posible por boicotear al Congreso controlado por la oposición, se une su incapacidad de hacer frente a una atroz crisis económica que ha dejado a la gente en la miseria. Con este viaje, el líder de Ciudadanos, que ha estado en todo momento arropado por la esposa del preso político Leopoldo López, Lilian Tintori, se une a los expresidentes Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero en su intento de buscar el diálogo entre opositores y chavistas.

A la calurosa acogida de Rivera se contrapone el anuncio de la Asamblea Nacional de que citará a diputados de Podemos para que den explicaciones sobre la presunta financiación que el partido de Pablo Iglesias habría recibido del Gobierno. La formación morada ha cargado injustificadamente contra Ciudadanos y ha acusado a Rivera de utilizar la crisis venezolana como spot electoral. Esta acusación por parte de un partido que se ha negado reiteradamente a condenar los abusos de derechos humanos del régimen chavista no puede tomarse en serio. En vez de recurrir a la pataleta, Podemos debería sumarse al esfuerzo de quienes intentan encontrar una solución democrática a la grave situación que atraviesa Venezuela.