Paso de Cisjordania a Israel.

Paso de Cisjordania a Israel.

Oriente Próximo

Netanyahu responde al apoyo al Estado palestino con el cierre del único paso de Cisjordania que permite salir de Israel

El Gobierno hebreo encapsula los territorios palestinos en el marco de su estrategia para blindar la ocupación. Mientras, Trump se compromete con sus homólogos árabes e islámicos a frenar la agenda expansionista de Netanyahu.

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Benjamin Netanyahu sigue dando pasos hacia la anexión total de Cisjordania. Es la hoja de ruta a seguir para impedir la viabilidad del futuro Estado palestino. Sólo esa lógica permite entender su decisión de cerrar de forma indefinida el puente de Allenby, el único cruce terrestre que conecta los territorios palestinos ocupados con el reino hachemí de Jordania.

El corredor, que los palestinos conocen como el paso de Al-Karama y los jordanos como puente Rey Hussein, es la vía de escape para los palestinos. Su único punto de conexión con el mundo exterior, puesto que el Estado hebreo les impide utilizar —salvo contadas excepciones— el aeropuerto Ben Gurión de Tel Aviv para viajar al extranjero.

Los bienes de consumo solían ingresar en Cisjordania a través del paso de Al-Karama, como también lo hacía buena parte de la ayuda humanitaria con destino Gaza. Desde este miércoles y hasta nuevo aviso, sin embargo, no podrán cruzar ni personas ni mercancías en ambas direcciones. Las autoridades israelíes no ofrecen alternativas.

Las señales de tráfico indican el paso fronterizo de Allenby.

Las señales de tráfico indican el paso fronterizo de Allenby. Ammar Awad Reuters

"El paso fronterizo es la única vía para que más de tres millones de palestinos que viven en Cisjordania puedan viajar al extranjero, y su cierre causa un enorme daño humanitario y económico, dejando a miles de palestinos varados lejos de sus lugares de trabajo, estudios y familias, sin poder viajar para recibir tratamiento médico", denuncia a través de un comunicado el Ministerio de Asuntos Exteriores de Palestina, que considera que la medida forma parte de "una política de imposición de castigos colectivos" a sus ciudadanos.

El Gobierno de Netanyahu sostiene que el cierre del puente, que atraviesa el valle del Jordán, responde al atentado que cometió el pasado jueves un conductor de camión de nacionalidad jordana, que mató a tiros a dos soldados de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI). El atacante viajaba armado con una pistola y un cuchillo. Según la versión del Ejército israelí, su tráiler transportaba suministros básicos para Gaza.

Las autoridades jordanas no tardaron en condenar el ataque. De todos modos, la entrada en vigor del cierre del puente de Allenby, que encapsula de facto la Cisjordania ocupada, coincide con el reconocimiento del Estado palestino por parte de Francia, Reino Unido, Canadá, Australia y Portugal. Un impulso a la solución de dos Estados en el marco de la Asamblea General de la ONU que, sin embargo, muchos analistas consideran un brindis al sol.

Netanyahu había prometido dar una "respuesta" a los países que oficializaron su reconocimiento diplomático de Palestina. Un paso impensable hace apenas unos meses que evidencia el creciente aislamiento internacional que enfrenta Israel como resultado de su brutal ofensiva en Gaza, que varios organismos internacionales califican de genocidio.

La respuesta del primer ministro israelí no ha sido otra que clausurar Al-Karama. Un contragolpe que, sin embargo, sus socios de coalición consideran tibio. Los líderes de la extrema derecha mesiánica con asiento en el Consejo de Ministros y representación en la Knéset quieren más. Aspiran a extender su dominio sobre Judea y Samaria, la denominación bíblica con la que hacen referencia a Cisjordania.

"El reconocimiento de Reino Unido, Canadá y Australia de un 'Estado palestino', como recompensa para los asesinos de Nukhba [fuerzas especiales del brazo militar de Hamás], exige medidas inmediatas en respuesta: la aplicación inmediata de soberanía en Judea y Samaria y el aplastamiento total de la Autoridad de Terror Palestina", escribió en redes sociales el ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, que confirmó su intención de "presentar en la próxima reunión del Gobierno una propuesta para aplicar la soberanía".

Por su parte, el titular de la cartera de Finanzas, Bezalel Smotrich, que había hablado días antes de la lucrativa oportunidad de inversión inmobiliaria que existe hoy en Gaza, reiteró que "la Autoridad Palestina debe desaparecer del mapa".

La madre del palestino Ahmed Jihad Barahmeh, de 19 años, asesinado durante una redada del Ejército israelí, llora durante el funeral de su hijo en Anza, cerca de Yenín.

La madre del palestino Ahmed Jihad Barahmeh, de 19 años, asesinado durante una redada del Ejército israelí, llora durante el funeral de su hijo en Anza, cerca de Yenín. Raneen Sawafta Reuters

Una intifada de baja intensidad

Los palestinos de la Franja no son las únicas víctimas de la campaña militar israelí, derivada de los salvajes atentados de Hamás del 7 de octubre de 2023. En el transcurso de la guerra en Gaza, alrededor de 1.000 palestinos han muerto en las distintas incursiones que el Ejército israelí ha llevado a cabo en Cisjordania.

Y es que los territorios palestinos ocupados han registrado un repunte de la violencia armada contra objetivos israelíes. Según el semanario saudí Al Majalla, el Shin Bet ha dado cuenta en los últimos tres meses de un total de 486 operaciones que variaron entre lo que el servicio de seguridad interior israelí llama "terrorismo popular" y operaciones calificadas de peligrosas.

Dichas operaciones incluyeron 281 lanzamientos de piedras, 97 botellas incendiarias, 39 intentos de incendio, 44 artefactos explosivos caseros, 18 apuñalamientos y varios intentos de disparos y atropellos, además de un coche bomba, según el informe del Shin Bet que cita Al Majalla. Una intifada de baja intensidad.

Es la reacción de la juventud palestina al sufrimiento de sus compatriotas en Gaza. Una reacción que las FDI intentan contener a la desesperada encapsulando a la población palestina con más de mil puestos militares fijos y móviles, y muros de hierro. Los campamentos de Jenín, Tulkarem y Nur Shams son los más afectados.

El informe de una comisión independiente de la ONU publicado el martes denunciaba que "las políticas y acciones israelíes implementadas desde octubre de 2023 —incluyendo apoyo explícito e implícito a las acciones de colonos violentos— demuestran una intención clara de trasladar forzosamente a los palestinos, expandir la presencia civil judía israelí y anexar la totalidad de Cisjordania, impidiendo cualquier posibilidad de autodeterminación palestina y de Estado, manteniendo una ocupación indefinida".

La presidenta de la comisión, Navi Pillay, confesó estar "especialmente horrorizada" por el desarrollo del proyecto E1, un asentamiento colono de doce kilómetros cuadrados que pretende absorber el 82% de Cisjordania. Su construcción aislaría Jerusalén Este de los demás territorios ocupados.

"Con E1 finalmente estamos cumpliendo lo que se prometió durante años. El Estado palestino está siendo borrado de la mesa, no con consignas sino con acciones", presumió entonces Smotrich. Sin embargo, según adelantó el diario Politico, Donald Trump prometió el martes a sus homólogos árabes e islámicos en los márgenes de la Asamblea General de la ONU que no permitiría a Netanyahu anexar Cisjordania. Un compromiso difícil de creer.