El ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov.

El ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov. Vyacheslav Prokofyev Sputkin

Europa

¿Ha purgado Putin a su 'inmortal' ministro de Exteriores? Su ausencia en dos citas clave aviva los rumores

El veterano Serguéi Lavrov se perdió la reunión del Consejo de Seguridad en la que Putin propuso reanudar los ensayos nucleares, y tampoco estará presente en la cumbre del G20. El Kremlin le atribuye la responsabilidad de que la esperada cumbre con Trump en Budapest no vaya a celebrarse.

Más información: Putin envía de urgencia a uno de sus hombres de confianza a EEUU tras las sanciones de Trump contra el petróleo ruso

Á. Escalonilla
Publicada
Actualizada

Las claves

La ausencia de Serguéi Lavrov, ministro ruso de Exteriores, en reuniones clave como el Consejo de Seguridad y la próxima cumbre del G20 ha desatado rumores sobre su posible caída en desgracia ante Vladímir Putin.

El Kremlin, a través de su portavoz Dmitri Peskov, ha desmentido que Lavrov haya sido apartado y asegura que sigue en su puesto, aunque otras figuras asumen su representación en importantes citas internacionales.

Las recientes ausencias de Lavrov podrían estar relacionadas con el fracaso en la organización de una cumbre entre Putin y Trump, así como con tensiones internas y cambios en el equipo de Putin desde el inicio de la guerra en Ucrania.

El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, desmintió este viernes que el veterano ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, hubiera caído en desgracia a ojos de Vladímir Putin. "En esas informaciones no hay nada que tenga que ver con la realidad. Por supuesto, Lavrov sigue trabajando en el puesto de ministro de Exteriores", aseguró Peskov en rueda de prensa.

Los rumores comenzaron a circular el pasado miércoles. Sorprendió ese día la ausencia del jefe de la diplomacia rusa en la reunión del Consejo de Seguridad. No era una cita cualquiera. Putin tenía previsto responder al anuncio de Donald Trump de recuperar los ensayos nucleares para "no quedarse atrás" en la frenética carrera armamentística frente a China y Rusia, y lo hizo ordenando estudiar la reanudación de sus propias pruebas atómicas.

El presidente ruso encargó a los Ministerios de Defensa y Exteriores, cartera que Lavrov dirige desde febrero de 2004, un informe sobre la conveniencia de efectuar estos ensayos. Ensayos que Moscú no realiza desde la era soviética. La cuestión es que Lavrov ni siquiera estaba presente. El veterano ministro de Exteriores, único miembro del Consejo de Seguridad ausente, no acudió a la cita "de manera acordada", según informó después el diario oficialista Kommersant.

No será, de todos modos, su única ausencia destacada. El diplomático ruso, de 76 años, tampoco estará presente en la próxima cumbre del G20, que tendrá lugar a finales de noviembre en Sudáfrica. En su lugar, el máximo representante de la delegación rusa será Maksim Oreshkin, subdirector de la Administración Presidencial y exministro de Desarrollo Económico. Así lo anunció este mismo jueves Peskov, que explicó que la decisión la había tomado el propio Putin.

Tampoco encabezó Lavrov la delegación rusa que viajó en octubre a Kuala Lumpur con motivo de la cumbre de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN). En esa ocasión le sustituyó el vice primer ministro Alexéi Overchuk, otro habitual en las grandes citas.

Sus ausencias pueden responder a su fracaso a la hora de sentar las bases de la esperada cumbre en Budapest entre Putin y Trump. La postura maximalista que exhibió durante la conversación telefónica previa con el secretario de Estado, Marco Rubio, en la que rechazó aceptar el alto el fuego propuesto por Trump, agotó la paciencia de la Casa Blanca, que acabó suspendiendo la cita.

En ese diálogo, Lavrov volvió a reiterar la necesidad de resolver las "causas fundamentales del conflicto" y acusó al "régimen nazi" de Kyiv de sabotear la paz, aunque, a diferencia de Putin, el presidente ucraniano Volodímir Zelenski sí había aceptado cumplir dicha tregua.

A la suspensión del encuentro en la capital de Hungría se sumaron después las sanciones estadounidenses contra las principales petroleras rusas, Rosneft y Lukoil, las primeras desde el regreso del mandatario republicano a la Casa Blanca.

Lavrov no sería el primer peso pesado del Kremlin en salir por la puerta de atrás desde el inicio de la denominada "operación militar especial" en Ucrania. En la lista figura Serguéi Shoigú, exministro de Defensa, rehabilitado como secretario del Consejo de Seguridad.

El adiós más reciente ha sido el de Dmitri Kózak, número dos de la Administración presidencial, que presentó el pasado mes de septiembre su dimisión por sus discrepancias con Putin sobre el curso de la guerra en Ucrania.