Angela Merkel junto a Vladimir Putin.

Angela Merkel junto a Vladimir Putin. E.P.

Europa

Gran enfado en Polonia y países bálticos con Angela Merkel por 'culparles' de la invasión de Ucrania y absolver a Putin

La excanciller alemana revela en una entrevista la negativa de algunos aliados a sentarse a negociar con Putin meses antes de la invasión de Ucrania.

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D. Barreira
Publicada

La excanciller alemana Angela Merkel quería apaciguar a Vladímir Putin para evitar que el autócrata ruso se embarcara en una nueva aventura militar, pero las discrepancias en el seno de la coalición europea no se lo permitieron. Esa ha sido la confesión de la que hasta poco antes de la invasión de Ucrania estaba considerada como la mujer más poderosa del mundo y una de las figuras políticas más importantes del siglo XXI en el Viejo Continente.

Unas palabras que han suscitado una gran polémica porque Merkel no se ha mordido la lengua y ha señalado a los responsables, a su juicio, de impedir las conversaciones directas con el líder del Kremlin. "En junio de 2021 sentía que Putin ya no se tomaba en serio el Protocolo de Minsk", dijo en referencia al acuerdo de paz para poner fin a la guerra del Donbás. "Y por eso quería un nuevo formato en el que nosotros, como Unión Europea, pudiéramos hablar directamente con Putin".

En una entrevista con el medio opositor húngaro Partizán, la excanciller alemana explicó que ese mismo mes, en una reunión del Consejo Europeo, propuso junto al presidente francés Emmanuel Macron abrir una nueva vía de negociación con Putin, que ya empezaba a acumular tropas en la frontera con Ucrania. Sin embargo, los aliados del Este se opusieron al plan.

Zelenski, Merkel, Macron y Putin, tras una reunión en París en 2019.

Zelenski, Merkel, Macron y Putin, tras una reunión en París en 2019.

"Esto no contó con el apoyo de algunos. Principalmente los países bálticos, pero Polonia también se opuso", reveló Merkel, detallando que sus gobiernos temían que no existiese una política común hacia Rusia y descargando parte de la responsabilidad de Putin en el estallido del conflicto, que finalmente se produjo en febrero de 2022. "En cualquier caso, no ocurrió. Poco después dejé el cargo y entonces comenzó la agresión de Putin".

Este relato ha causado un profundo malestar en los países señalados directamente por la excanciller. El exprimer ministro de Letonia, Krišjānis Kariņš, achacó esa radiografía a que muchos aliados no entendían en ese momento la verdadera amenaza de Rusia, "incluida Alemania y su excanciller".

"Le dije constantemente que no se puede tratar con Putin de buena fe, pero ella creía que los países bálticos estaban equivocados. Conocía bien las opiniones de Merkel, pero me sorprende que después de todo lo ocurrido en Ucrania siga pensado así", confesó Kariņš, añadiendo que las únicas opciones de Occidente ante Putin son "someterse o resistir": "Me reconforta que el nuevo canciller alemán, Friedrich Merz, no comparta este punto de vista".

El ministro de Exteriores de Estonia, Margus Tsahkna, insistió en que solo hay un responsable del inicio del conflicto más sangriento en Europa desde la II Guerra Mundial: Vladímir Putin. "La guerra de Rusia contra Ucrania se basa en una sola cosa: su negativa a aceptar el colapso de la Unión Soviética y de sus implacables ambiciones imperialistas".

Las palabras de Merkel también han encontrado oposición en Polonia. El ex primer ministro Mateusz Morawiecki, acusó a la excanciller de ser "una de las políticas alemanas más dañinas para Europa en el último siglo". El europarlamentario Waldemar Buda aseguró por su parte que el plan de Merkel habría significado la división de Ucrania. "No entienden que al hacer negocios con Putin provocaron la guerra", sentenció.