
El presidente francés Emmanuel Macron se dirige a la nación, en París, Francia, el 5 de marzo de 2025, en esta captura de pantalla tomada de un vídeo. Reuters
Macron anuncia un esfuerzo militar "inédito" en Francia para que Europa no dependa "ni de Washington ni de Moscú"
"Ante este mundo de peligros, ser meros espectadores sería una locura", avisa el presidente francés, que pide "inversiones adicionales" en materia de defensa.
Más información: Del alto el fuego al envío de tropas: consensos y desacuerdos de la 'coalición de los dispuestos' a defender Ucrania ante Rusia
El presidente francés, Emmanuel Macron, se dirigió este miércoles a la nación a través de un discurso televisado para concienciar a sus compatriotas sobre el delicado escenario internacional y el futuro de la defensa de Europa tras la decisión de Donald Trump de dejar de compartir información de inteligencia con Ucrania y suspender los envíos de ayuda militar a Kyiv. "El futuro de Europa no se decide ni en Washington ni en Moscú", expresó, solemne, el inquilino del Elíseo sobre los acercamientos indisimulados del presidente de Estados Unidos con la Rusia de Vladímir Putin para negociar los términos de la paz en Ucrania. Acercamientos que han marcado un punto de inflexión en la arquitectura de seguridad continental con el que Macron no ha querido mostrarse ajeno. "¿Quién puede creer en este contexto que la Rusia de Putin se detendrá en Ucrania? Ante este mundo de peligros, ser meros espectadores sería una locura", avisó el presidente francés.
"La paz no puede ser la capitulación de Ucrania", subrayó Macron, que aludió de forma implícita a los planes de Trump para dar carpetazo a la guerra sin contar con las necesidades de Kyiv ni con las exigencias de Europa. "Tenemos la experiencia del pasado. No podemos olvidar que Rusia comenzó a invadir Ucrania desde 2014", añadió en este apartado.
La emisión de la comparecencia del presidente francés tuvo lugar poco después de que el Elíseo desmintiera una información que había proporcionado minutos antes la portavoz del Gobierno, Sophie Primas, quien deslizó en rueda de prensa que Macron planeaba organizar una nueva visita a la Casa Blanca en compañía del primer ministro británico, Keir Starmer, y el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, para intentar reconducir las relaciones de éste último con Trump tras el episodio del pasado viernes en el Despacho Oval. Ese viaje, sin embargo, "no está previsto", zanjó el Elíseo, que dio a entender que se había producido un error de comunicación, según informa Efe.
Mientras, Francia diseña con Reino Unido, Alemania "y varios otros países europeos", en palabras de Macron, un plan de paz alternativo al de la Casa Blanca. El presidente francés adelantó este lunes en una entrevista con Le Figaro que estaba trabajando con Starmer en la redacción de un alto el fuego inicial de un mes en Ucrania que contempla el cese de los ataques contra infraestruturas marítimas, aéreas y energéticas. Aunque el Gobierno británico evitó sumarse a esta iniciativa ante los temores de que Rusia pudiera utilizar la tregua para "rearmarse, reagruparse y volver a invadir", según advirtió el ministro de las Fuerzas Armadas, Luke Pollard. Unos temores que también verbalizó el portugués António Costa, presidente del Consejo Europeo.
El plan de paz del Elíseo contempla, además, el envío de soldados europeos a Ucrania. El propio Macron afirmó durante su alocución de esta noche que la paz "pasará por el despliegue de fuerzas" en suelo ucraniano. Pero puntualizó que esas tropas "no irán a luchar hoy, no irán a luchar a la línea del frente". No se desplegarán hasta que no haya una paz "sólida, verificable y duradera", insistió Macron, consciente de que el 78% de los franceses se muestran reacios a poner botas sobre el terreno, según la encuestadora Odoxa.
"Quiero creer que Estados Unidos seguirá a nuestro lado, pero queremos seguir ahí si eso no sucede", añadió en este sentido Macron, que, a diferencia de Zelenski, exhibió cierta sintonía con Trump durante su visita de la pasada semana a la Casa Blanca. En cualquier caso, el presidente francés reconoció que "tenemos que ser capaces de defendernos mejor", "de equiparnos aún más". Quiere Macron aprovechar esta oportunidad para "que la Europa de la defensa se convierta en una realidad". Una vieja aspiración de París.
"Se abre un tiempo de acción, y Francia tiene un estatus particular", apuntó el mandatario francés, antes de hacer mención a sus capacidades de "disuasión nuclear". En esta línea, Macron confirmó su intención de poner encima de la mesa en la cumbre en Bruselas prevista para este jueves "el debate estratégico sobre la protección de nuestros aliados en el continente europeo" mediante el uso de armas nucleares. Aunque subrayó que esa prerrogativa "siempre ha estado y seguirá estando en manos del Presidente de la República".
No obstante, el Elíseo asume que habrá que hacer inversiones adicionales en materia de defensa, en línea con la agenda del próximo canciller alemán, Friedrich Merz. "He pedido al Gobierno que trabaje lo más rápido posible en este sentido", anunció Macron, que busca financiación privada y pública, pero "sin subir impuestos". "Las soluciones de mañana no pueden ser los hábitos de ayer", añadió. "No hay que ceder a ningún exceso, ni el de ir a la guerra ni el de ser derrotistas".
El presidente francés anticipó, además, que la próxima semana tendrá lugar en París un encuentro de "los jefes de Estado Mayor de la Defensa de los países que deseen asumir sus responsabilidades" para alcanzar la paz en Ucrania. "Está dispuesto a asumir más liderazgo", concluyó el asesor de Zelenski, Myjailo Podolyak, en declaraciones a la cadena de televisión BFM.
Por último, Macron también pidió a los suyos que se prepararan "para los aranceles de Estados Unidos", una medida que tildó de "incomprensible". "Aumenta la dificultad del momento, pero no se quedará sin respuesta", garantizó.
Inmediatamente después de la comparecencia, Macron recibió en el Elíseo al primer ministro húngaro, Viktor Orbán, uno de los mandatarios europeos afines a Putin con capacidad para boicotear los esfuerzos del bloque comunitario a la hora de tomar represalias contra el Kremlin, con quien mantuvo una cena de trabajo para evitar que pusiera trabas a los planes de los demás líderes europeos.