Miembros de la Guardia Nacional de Ucrania disparan un lanzagranadas antitanque SPG-9 hacia las tropas rusas en la ciudad de Avdivka , en la línea del frente.

Miembros de la Guardia Nacional de Ucrania disparan un lanzagranadas antitanque SPG-9 hacia las tropas rusas en la ciudad de Avdivka , en la línea del frente. Serhii Nuzhnenko Reuters

Europa

Las tropas ucranianas se retiran de Avdivka, el último bastión del Donbás anhelado por Putin

Putin desplegó una importante ofensiva en esta pequeña ciudad para tomarla como trofeo antes de las elecciones y a pocos días de que se cumplan dos años de guerra. 

17 febrero, 2024 03:23

A solo un mes de las elecciones rusas y a menos de una semana de cumplirse el segundo aniversario de la guerra, Putin ha conseguido una victoria en el campo de batalla para presentar a sus votantes como un logro destacado en su intento de reelección el próximo 17 de marzo. Este triunfo tan esperado por el líder ruso se ha materializado en Avdivka, una pequeña ciudad ubicada en la región del Donbás. La captura de esta ciudad por parte de Rusia es crucial para consolidar su control sobre las dos provincias que conforman esta estratégica región.

Durante la jornada del viernes, los soldados ucranianos se enfrentaron encarnizadamente en su interior, donde la población inicial de 30.000 habitantes ha sido reducida a menos de 1.000, y enfrentaron una superioridad numérica abrumadora. Sin embargo, pese a su esfuerzo por mantener la bandera ucraniana,  Oleksandr Syrsky, jefe del ejército, anunció en la madrugada del sábado la retirada de sus tropas para "evitar el cerco"

"Nuestros soldados cumplieron su deber militar con dignidad, hicieron todo lo posible para destruir las mejores unidades militares rusas e infligieron pérdidas significativas al enemigo en términos de mano de obra y equipo. La vida del personal militar es el valor más alto", expresó en un comunicado.

El jueves Ucrania ya dijo que había retirado algunas tropas de la ciudad hacia posiciones más seguras después de meses de intensos combates, aunque también desplegó soldados adicionales de la brigada de asalto de élite. Pero la intensidad de los ataques este viernes ya advertía que las fuerzas ucranianas tendrían muy difícil conservar la ciudad.

"La presión es permanente", declaró Rodion Kudriashov, subcomandante de la Tercera Brigada de Asalto Separada de élite. Los asaltos rusos constantes obligaron a sus unidades a mantener una defensa exhaustiva en todas direcciones. Y es que Rusia lanzó entre 60 y 80 bombas guiadas altamente destructivas diariamente. “Todos los edificios (y) estructuras se convierten simplemente en una zanja tras el impacto de una sola bomba guiada”, escribió en la aplicación de mensajería Telegram otro comandante de brigada, Maksym Zhorin.

Una situación precaria

Desde finales del año pasado, Moscú intentaba tomar la ciudad, y la posición de Kiev se volvía cada vez más precaria. Las líneas de suministro estaban constantemente amenazadas y la ciudad ha quedado reducida a escombros. 

En las últimas semanas, la situación defensiva se volvió cada vez más compleja. Con la interrupción del suministro de ayuda militar estadounidense, los comandantes se vieron obligados a racionar la munición, según informó el New York Times. Hasta entonces, los ucranianos habían estado empleando drones para intentar frenar la ofensiva rusa, pero las condiciones climáticas adversas, con lluvias y nevadas, dificultaron su uso.

Un militar ucraniano camina por la ciudad de Avdivka el 16 de febrero de 2024.

Un militar ucraniano camina por la ciudad de Avdivka el 16 de febrero de 2024. Serhii Nuzhnenko Reuters

Avdiivka representaba una prueba inicial para Syrsky, nuevo comandante en jefe de Ucrania, quien debía tomar la decisión de aceptar la derrota y ordenar una retirada. Muchos soldados han criticado al coronel general por haber esperado demasiado para hacer lo mismo que el año pasado en Bakhmut, cuando la ciudad estaba bajo asedio.

Una ciudad clave 

Tanto Rusia como Ucrania ven a Avdivka como un punto clave en el objetivo de Moscú de asegurar el control de las provincias orientales ucranianas de Donetsk y Lugansk. Estas dos regiones son dos de las cuatro áreas que Moscú afirma haber anexado, aunque no tiene un control total sobre ninguna de ellas. Esta localidad se considera la puerta de entrada a la ciudad de Donetsk y, según las autoridades rusas, las zonas residenciales de Donetsk han sido bombardeadas en múltiples ocasiones por las fuerzas ucranianas desde Avdivka.

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La captura de Avdivka por parte de las fuerzas armadas rusas se percibe como un impulso significativo para la moral de sus tropas, al mismo tiempo que desmoraliza a los ucranianos, quienes han logrado solo avances graduales en una amplia contraofensiva lanzada el pasado mes de junio. "Si el ejército ruso se hace con el control de la carretera (de abastecimiento), las fuerzas armadas ucranianas se verán evidentemente obligadas a retirarse de Avdivka. Será una gran victoria para el ejército ruso", expresó Sergei Markov, exasesor del Kremlin, en declaraciones recogidas por Reuters el 5 de febrero.

No obstante, Mykola Bielieskov, investigador del Instituto Nacional de Estudios Estratégicos, un think tank oficial de Kiev, afirmó a Reuters que esta victoria no inclinaría decisivamente la situación a favor de Moscú, aunque "haría más sostenible la situación de la Donetsk ocupada como importante centro logístico ruso". Bielieskov sugirió que la batalla es impulsada por el Kremlin con el fin de fortalecer la posición de los escépticos occidentales que abogan por reducir el apoyo a Kiev, argumentando que el impacto de miles de millones de dólares en ayuda militar ha sido limitado.

En todo caso, la toma de Avdivka representa el triunfo más significativo de Moscú en el campo de batalla desde el fracaso de la contraofensiva ucraniana del año pasado. Es la señal más evidente hasta el momento de que las fuerzas rusas están recuperando la iniciativa, mientras que Kiev se enfrenta a la escasez de soldados, armas, municiones, moral y recursos financieros.