Eduard Heger, primer ministro de Eslovaquia, minutos antes de la entrevista con EL ESPAÑOL, en Lisboa.

Eduard Heger, primer ministro de Eslovaquia, minutos antes de la entrevista con EL ESPAÑOL, en Lisboa. ADP

Europa ENTREVISTA

Heger, primer ministro de Eslovaquia: "Conocemos a Putin. Si cae Ucrania, nosotros vamos después"

"Es falso que el gas ruso sea barato, pero aún dependemos de él" / "Hay que saber ejecutar los fondos de recuperación, porque el progreso de España beneficia a mi país, y viceversa" / "Cuando acabe esta crisis vendrá un gran periodo de crecimiento en Europa".

21 noviembre, 2022 02:43
Lisboa

Eduard Heger (Bratislava, 1976) es visto como uno de los líderes emergentes en la familia del centro derecha europeo. Y eso que no lleva más de un año y medio en el cargo de primer ministro de Eslovaquia y, de hecho, su partido es el fichaje más reciente del Partido Popular Europeo (EPP). Pero el crecimiento económico de su pequeño país, fronterizo con Ucrania, está contribuyendo.

Además, tras su llegada al poder en medio de un escándalo político por la compra de la vacuna rusa contra la Covid que quiso cerrar su predecesor, ha adoptado llamativas medidas contra la corrupción. Ahora, continúa su viaje apostando por la moderación de su formación política, cuyo nombre (OĽaNO, es decir, Gente Común-Personalidades Independientes) exhibía al nacer, hace poco más de una década, un tono de populismo de derechas, están contribuyendo.

Los democristianos a nivel continental están en plena reforma de sus estructuras, tras la llegada del alemán Manfred Weber a la presidencia. El EPP sabe que las ideas radicales hallan buen caldo de cultivo durante las crisis. Y Europa está encadenando una tras otra desde hace 15 años: la financiera, el Brexit, la Covid, la guerra... así que el proyecto de los populares pasa por ampliar sus bases con tres criterios: europeísmo, apoyo a Ucrania y respeto absoluto al Estado de derecho.

Eduard Heger, primer ministro de Eslovaquia, durante la entrevista con EL ESPAÑOL.

Eduard Heger, primer ministro de Eslovaquia, durante la entrevista con EL ESPAÑOL. E.E.

Heger concede esta entrevista a EL ESPAÑOL en Lisboa, pocos minutos después de hacer su discurso de entrada en el EPP, y remarcando la "gran alegría" que le suponía la afiliación, porque "esto también es un acto de reconocimiento a todo el esfuerzo que hemos hecho en nuestros once años de historia como partido".

Su Gobierno es de coalición y, tras varios avatares, usted sustituyó al entonces líder de OĽaNO al frente del Ejecutivo. ¿Han iniciado un viaje ideológico? ¿Los valores compartidos con los populares europeos se han identificado mejor a cuenta de la guerra en Ucrania?

Creo que nuestra afiliación encajará mucho con la visión del EPP. Porque tenemos los mismos valores, los hemos proclamado en Eslovaquia y los levamos poniendo en práctica un tiempo a nivel político. Pero sí, teniendo en cuenta los difíciles desafíos que enfrenta el mundo, especialmente Europa, que son la guerra... Ucrania es un país vecino, así que sabemos muy bien lo que está pasando. Apoyamos y seguiremos apoyando la candidatura de Ucrania a la UE, y entretanto a que sobreviva al invierno, y luego ganar la guerra.

Es decir, la invasión ha cambiado la narrativa en Europa.

Y la crisis energética consiguiente... Creo que es muy importante que las soluciones que vengan sean necesariamente en unidad. Será mucho más fácil construir la unidad de los Veintisiete y mantenerla con soluciones comunes. Y no se olvide de todo el crecimiento económico que habrá tras la posguerra.

Debemos pensar estratégicamente. Y Ucrania es muy importante para la perspectiva estratégica de todos estos asuntos. No sólo desde el punto de vista económico, también desde el punto de vista de la seguridad. Así que apoyémosla hasta su victoria.

La unidad exhibida hasta ahora en la UE contra Rusia y su guerra, ¿es real, se puede mantener? Hungría acaba de bloquear un préstamo de los Veintisiete a Ucrania, por ejemplo... ¿Es esto el principio de algún final?

No. Definitivamente, no es el principio de ningún final. Esto es un desafío, uno más. Pero hemos enfrentado tantos desafíos en tan poco tiempo, en los últimos dos años y medio, comenzando con la pandemia de Covid... Entonces vimos que, en primer lugar, no podemos rendirnos. Tenemos que seguir caminando. A veces va con pequeños pasos, a veces con pasos más grandes. Pero tenemos que avanzar.

¡Es como los muchos de los desacuerdos que tuvimos en los últimos dos años! Pero el principio que siempre se aplicó fue el de la unidad por encima de todo. Los líderes dijeron muchas veces 'está bien, renuncio a mi propia visión y entiendo que el principio de unidad es más grande'. Y por eso pudimos introducir los paquetes de sanciones, por ejemplo... Siempre hay un espacio más para la negociación. Y eso, básicamente, es exactamente lo que necesitamos para convertirnos en una potencia global más fuerte.

En el Grupo de Visegrado (V4) hay visiones muy diferentes respecto a Rusia. Hungría tiene tratos con Moscú y Polonia lo ve como el enemigo más peligroso. ¿En qué posición está su gobierno?

Son varias preguntas en una... El V4 tiene una larga tradición. Polonia, Hungría, República Checa y Eslovaquia somos países vecinos con fuertes lazos económicos, pero también diría, lazos humanos. Mucha gente, ya sabes... viaja y se consideran, nos consideramos, aliados. Ésa es la esencia del V4.

Eso no quiere decir que estemos de acuerdo en todos los temas. ¡Para nada! Pero tenemos intereses comunes, y uno de ellos es formar parte de una Europa realmente fuerte. Todos entendemos muy bien la amenaza a la seguridad, como mencioné antes, con la guerra en Ucrania y la agresión rusa.

Pero Hungría no parece enfrentarlo del mismo modo que el resto de la UE, ni siquiera que los otros tres de Visegrado.

En efecto, en esta perspectiva Hungría tiene un enfoque diferente. Lo que no significa que no debamos cooperar en los otros campos y discutir también este difícil tema. La semana que viene va a haber una reunión del V4 -en Eslovaquia, porque ostentamos la presidencia ahora-. Allí discutiremos todas las perspectivas de la crisis energética, en la que todos estamos unidos. Y todo lo relacionado con la guerra, por supuesto.

La posición de Eslovaquia es bien conocida: somos grandes defensores de Ucrania. En primer lugar, porque entendemos que entendemos por lo que están pasando; en segundo lugar, porque es un tema de seguridad, y queremos que todos nuestros vecinos sean sostenibles y prósperos. Éstos son los puntos en los que estamos trabajando ahora con la República Checa y Polonia. Pero sí, Hungría tiene un enfoque diferente.

¿Por qué dijo usted el pasado mayo que Bratislava sería la siguiente en ser atacada si caía Kiev? Los misiles caídos en Polonia debieron de ponerles en alerta...

Bueno, esa es una declaración que debí de hacer en Davos. No me refería a Bratislava y a Kiev, sino a la caída de Ucrania, ¡que Eslovaquia vendría después, por supuesto! Pero no solo escucharás esto en mi país, sino también en Polonia. Somos países limítrofes, y hace tiempo que sabíamos de lo que era capaz Vladímir Putin... ¡Ahora ya lo sabe todo el mundo! Él no se detiene. Quiero decir, mira su enfoque y sus discursos.

Como país vecino, sí, debemos estar preparados. Y espero que esto nunca suceda -porque confiamos, creemos y apreciamos el coraje y la valentía con la que el pueblo ucraniano está luchando- que Rusia nunca será frontera con Eslovaquia... porque queremos que Ucrania siga en nuestra frontera. Y a eso es a lo que vamos a ayudar.

¿Cómo podemos los europeos hacer frente a la crisis energética? Usted ya ha mencionado "la unidad", sí. Pero ¿cuáles son sus recetas?

En primer lugar, sabemos que el gas es el problema y que la diversificación es un proceso. Esa diferencia es clave. Hay algunos países que dependen mucho menos del gas ruso, pero Eslovaquia, Austria, Alemania, República Checa... nosotros éramos mucho más dependientes. Así que estamos invirtiendo mucho en diversificarnos, tanto como sea posible.

Hemos reducido del 100% a un 30% de alguna manera, pero todavía no hemos logrado el objetivo. Así que debemos fortalecer nuestra infraestructura para obtener más gas de Noruega, Argelia o Azerbaiyán a través de tuberías, pero también invertir en infraestructura de GNL para que podamos obtener más gas licuado a través de las tuberías. Y si logramos esto, entonces no seremos dependientes del carísimo gas ruso. No existe eso del gas ruso barato. Ya no.

Eso, en el corto plazo. Pero...

Sí. Primero, tenemos que cortar todo el gas ruso, y tan pronto como sea posible. Y luego estabilizar el precio de la electricidad. En eso estamos trabajando juntos en la UE. Va a haber en breve una reunión de ministros de Economía a nivel del Consejo Europeo, donde se prepara una propuesta sobre cómo separar los precios del gas de los precios de la electricidad.

Por supuesto, ésta es una tarea muy desafiante, pero tenemos que cumplirla. Y si lo logramos, en la temporada de calefacción que ya está aquí, se trata principalmente de subsidiar nuestras economías para ayudarlas a sobrevivir esta terrible crisis. Y así, prepararnos para el próximo invierno, para no tener que enfrentar precios tan altos como los que tenemos ahora.

Eduard Heger, primer ministro de Eslovaquia, responde al periodista Alberto D. Prieto.

Eduard Heger, primer ministro de Eslovaquia, responde al periodista Alberto D. Prieto. E.E.

Eslovaquia es un país pequeño, hace sólo 30 años que salió del yugo comunista... Y, sin embargo, sus datos económicos son mucho mejores que los de España: menos deuda, menos déficit, la mitad de paro, mejor rating-país... ¿qué recetas aplican que deberíamos aprender en España, mucho más grande y rica?

¡Bueno, para responder a esta pregunta necesitaríamos todo el día! [risas] No creo que exista una respuesta rápida. Sólo puedo decir que Eslovaquia tiene muchos desafíos, como todos los países.

Normalmente, la clave es invertir en aumentar la calidad de vida de nuestra gente. Pero en este momento necesitamos traer seguridad, protección y estabilidad a nuestros países. Porque es un entorno demasiado incierto el que vivimos. Nos enfrentamos a tantas crisis... pero tenemos que entender que siempre las crisis son el lugar para... deben ser consideradas como una oportunidad al mismo tiempo. Y saber que después de la crisis llegará el momento del crecimiento.

Los fondos de recuperación tras la Covid han unido aún más las economías y las políticas de los Veintisiete. Ustedes, los jefes de Estado y de Gobierno, tienen el poder y la responsabilidad de evaluar a los demás. ¿Cree usted que lo estamos haciendo bien?

No quiero extenderme mucho en la comparación, pero cuando todos nuestros países introdujeron los NextGenerationEU, tras el Covid, inauguraron una gran herramienta. Cada país propuso sus propias reformas para que nos desarrollemos todos juntos, si los ejecutamos bien. Y lo que es muy importante, y hay que tener siempre en cuenta, es que Europa y la UE son un mecanismo tan interconectado que no podemos olvidar que mis cambios y mis progresos, como los de España, están ayudando al progreso de los demás países, y viceversa. Y que mis errores también influyen en los demás.

Eso es lo que hemos aprendido muy bien en los últimos años. Como se puede ver, hay mucho más trabajo común entre los líderes, mucha más comunicación, mucha más cooperación. Y no sólo entre los líderes, sino los ministros en diferentes áreas. Nuestro crecimiento común pasa por el principio de unidad. No es sólo la legislación, sino la relación lo que tenemos que construir juntos.

Pero algunos países no terminamos de remontar...

Pero eso es lo que estamos haciendo, así lo estamos afrontando, y creo que cuando superemos todas estas crisis vamos a afrontar un largo periodo de crecimiento en Europa.

...el pasado marzo, usted visitó a Pedro Sánchez en Moncloa y ahora se alía con Alberto Núñez Feijóo en el EPP.

Y haremos otra bilateral en 2023 con el presidente español, ya estamos trabajando en ello. Pero queda mucho, soy primer ministro de un país, no me haga entrar en comparaciones.