Josep Borrell, Alto Representante de la UE, en la rueda de prensa celebrada en Bruselas.

Josep Borrell, Alto Representante de la UE, en la rueda de prensa celebrada en Bruselas. Efe

Europa GUERRA EN UCRANIA

Borrell prepara a la UE por el ‘riesgo de guerra’ con un plan de 1.600 millones para mover armamento pesado

La Comisión presenta un documento militarizador de la Unión y advierte de "la falta de 500.000 profesionales en Europa para afrontar la ciberguerra".

11 noviembre, 2022 03:05
Bruselas

"Claro que se puede decir que deberíamos haberlo previsto, pero como sucedió en la crisis financiera, nadie sabía lo que iba a pasar". Josep Borrell dice que, hasta la invasión de Ucrania, llevaba "dos sombreros", el de vicepresidente de la Comisión y el de Alto Representante para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad. "Ahora ya llevo el tercero, el de la Agencia Europea de Defensa".

Bruselas ha presentado un documento militarizador de la Unión. Y en rueda de prensa, cuatro de sus comisarios admitieron que todo esto se debió hacer antes. Pero, "como con la crisis financiera", explica el exministro español, "la realidad está ahí cuando está, y no antes".

Es decir, la amenaza rusa convertida en agresión. "Debemos adaptar todas nuestras políticas de Defensa a la nueva situación de guerra", insiste Borrell. Porque, aunque muchos países de la UE ya recibían numerosos y recurrentes ciberataques, "los fondos están ahora para pasar a la acción". 

La Unión Europea movilizará 1.600 millones de euros para anticiparse a "un escenario de cada vez mayor riesgo de guerra". La Comisión quiere que la libertad de movimientos de la que disfrutamos los civiles en el seno de la UE "sea extensiva a las tropas, las armas y los equipamientos pesados".

Y para eso hacen falta dos cosas. Por un lado, "identificar nuestras carencias en infraestructuras". Es decir, qué puertos y aeropuertos sirven y cuáles no -pero deberían- para funcionar como base y/o escala en los traslados de armamento "de todo tipo".

También, qué carreteras imprescindibles para esos trabajos "no estarían preparadas para los enormes pesos" de los equipamientos "y habrá que reforzar". O qué infraestructuras ferroviarias "no son compatibles unas con otras" y será necesario "convertir al ancho de vía estándar europeo".

Más allá de las fronteras

Por otro lado, Borrell llama a una revolución en las mentalidades de los Estados miembros, así como un giro de 360 grados en lo burocrático, lo administrativo y lo logístico: "Tenemos que preparar nuestras estructuras e infraestructuras para poder trasladar rápido y con eficiencia las armas que nos hacen falta para defendernos", asegura el exministro español.

"Del oeste al este de Europa esencialmente, pero no sólo", advierte. Porque Según admite el Ejecutivo de la Unión, los gobiernos de los Veintisiete "deben aprender a defender en común nuestras fronteras, mandando allí nuestras tropas y armas... o más allá de ellas".

¿Más allá, dónde? Según las palabras pronunciadas este jueves por Borrell, incluso a Ucrania, Moldavia y Georgia. Y nótese que el lenguaje fue suficientemente ambiguo para que las "tropas" estuviesen incluidas en esa previsión.

Es decir, "debemos dotarnos en la práctica de esa autonomía estratégica que preconizamos en lo teórico".

Rodeado de la vicepresidenta Marghrete Vestager y de los comisarios Thierry Breton y Alina Vălean, el Alto Representante Josep Borrell ni siquiera defendía este jueves la posición de la UE. Se limitaba a ser "realista" y explicar la propuesta de la Comisión para una nueva política de ciberdefensa y de la movilidad militar.

Margrethe Vestager, Josep Borrell, Thierry Breton y Adina Valean, en rueda de prensa en Bruselas.

Margrethe Vestager, Josep Borrell, Thierry Breton y Adina Valean, en rueda de prensa en Bruselas. Efe

Esos 1.600 millones de euros servirán para "movernos más rápido y estar más a salvo, eliminar burocracia, simplificar regulaciones". En definitiva, para defendernos mejor e incluso estar "preparados para el ataque".

Borrell ironizó en Bruselas con que "sí, seríamos más felices teniendo más dinero ahora", pero antes del 24 de febrero, "la guerra no estaba en la pantalla, así que el dinero no estaba allí". Por eso, la Comisión se ha afanado ahora para asignar los recursos y acelerar. "Una vez tomada más conciencia, se puede actuar más rápido".

Londres, de vuelta

Bruselas no sólo ha presentado esta propuesta a los Veintisiete, sino que ya ha empezado a tratarla con cada uno de los gobiernos y con la Alianza Atlántica. "La cooperación con la OTAN tiene que ser intensificada, así como con Ucrania y Moldavia", advirtió Borrell, dejando claro que la UE es consciente de que el pequeño y pobre Estado vecino, fronterizo con la Unión y con la invadida Ucrania, puede ser otro objetivo de Rusia.

Pero no se quedó ahí. Citó también como objetivo de la colaboración comunitaria a "los países de los Balcanes occidentales", es decir, las repúblicas de la antigua Yugoslavia que aún no se han integrado en la UE. Esencialmente, Serbia es clave en este punto: sus lazos tradicionales y étnicos con Rusia la convierten en estratégica para la paz en Europa, en este "nuevo entorno de seguridad que ha cambiado drásticamente".

Del mismo modo que la invasión rusa logró lo impensable tras el Brexit, el regreso -siquiera esporádico- de Reino Unido a las reuniones del Consejo Europeo desde el pasado marzo, la Comisión anunció que "Londres ha pedido regresar y reintegrarse en la estrategia de movilidad militar" que se presentaba este jueves en Bruselas. "Y con Turquía estamos en conversaciones avanzadas".

Vestager profundizó en el nuevo paradigma militarizador de la Unión, llamando a que "la colaboración de los Estados miembros con los cuerpos militares, la de la sociedad civil y los Ejércitos, y la público-privada deben impulsarse" para, por ejemplo, adaptar los sistemas de transporte con vías definidas "hacia nuestras fronteras exteriores y más allá".

El objetivo, reducir las demoras, trasladarse de manera más segura y rápida, y coordinar a 27 las cuestiones reglamentarias.

La comisaria Vălean, titular de Transportes, detalló los entornos. Uno, la mejora de la cadena de suministro de combustible, que sea segura de un lado al otro de la Unión, "porque es la llave" para el trabajo del personal militar. "Hay que desarrollar también una red de logística inteligente", concluyó, apuntando a registros comunes en frontera.

Ciberdefensa y 5G

Vestager y el comisario Breton, de Mercado Interior, se afanaron por explicar los planes en el campo de la ciberdefensa. En este punto, ambos reclamaron "que los Estados miembros que todavía no han implantado su red 5G lo hagan lo antes posible". De los 1.600 millones de euros anunciados, 300 ya han sido liberados en este campo para la coordinación logística.

La Comisión transmitió que sin la estandarización de esta quinta generación de las cibercomunicaciones -"y sin injerencias de empresas externas que vengan perturbar la seguridad"-, no seremos territorio seguro.

"Rusia ha realizado, y sigue haciéndolo, repetidos ataques cibernéticos", recordó Borrell. Y puso los ejemplos del sistema sanitario irlandés "que fue un verdadero caso de vida o muerte", o el sufrido por el gigante empresarial danés Maersk

Y recordó que el Gobierno de Vladímir Putin lanzó un ciberataque contra la red satelital KA-SAT que ofrece alta conexión a internet en Europa, una hora antes de ordenar la invasión contra Ucrania.

La Comisión alertó sobre la falta de expertos en la UE para combatir los ciberataques, por lo que, además, el año que viene presentará una propuesta para crear una Academia de Habilidades Cibernéticas: "Europa se enfrenta a una brecha real y alarmante en este campo", asegura el Ejecutivo comunitario en el documento presentado.

Sólo en el año 2022, la UE necesita ya 500.000 profesionales, según las estimaciones de la Organización Europea de Ciberseguridad. "Necesitamos aumentar el número de personas preparadas para participar en este tipo de guerra, sabiendo que la guerra clásica, el entrenamiento clásico de un soldado ya no encaja en esta nueva dimensión de la guerra", alertó Borrell.

"La ciberguerra y los ciberataques se han convertido en una parte integral de nuestra guerra moderna", concluyó Borrell. Bruselas quiere aumentar la cooperación entre los países de la UE para poder detectar y detener a tiempo futuros ciberataques y mejorar la coordinación entre el ámbito civil y el militar, por lo que también quiere colaborar más con la OTAN.