El presidente bielorruso, Aleksandr Lukashenko.

El presidente bielorruso, Aleksandr Lukashenko. Reuters

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Lukashenko estrecha el cerco a sus opositores en Bielorrusia: de atletas olímpicos a activistas

En los últimos días, una atleta se ha opuesto a regresar a Bielorrusia por miedo a represalias y un opositor ha sido encontrado ahorcado en Kiev.

4 agosto, 2021 02:39

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Vitali Shishov había pedido a un amigo que cuidara de su familia si le pasaba algo. "Tenía un presentimiento extraño", recuerda Yuri Shchuchko, quien trabajaba con él en su ONG, llamada 'Casa de Bielorrusia en Ucrania'.

En la mañana del martes, Shishov apareció ahorcado en un parque de Kiev. Según Shchuchko tenía moratones de haber recibido puñetazos en la cara y la policía de Kiev empezó a investigar el caso de inmediato como si de un asesinato se tratara. "La policía ha incoado una causa penal según el artículo 115 del Código Penal de Ucrania (asesinato premeditado) y verificará todas la posibles versiones, incluida la de asesinato presentado como suicidio", tal y como recoge el comunicado publicado en la página web de Policía Nacional de Ucrania. 

"Es el esquema de siempre. La persona es ahorcada con huellas de golpes en la cara. No le robaron nada", señaló Shchuchko. Agregó que todos los miembros activos del BDU, organización humanitaria que ayuda a los bielorrusos que han tenido que huir de su país, tenían información sobre "la llegada de fuerzas de operaciones especiales y de otras unidades de Bielorrusia para eliminarlos físicamente".

"Incluso teníamos esa información del Servicio de Seguridad de Ucrania. Nos decían que tuviéramos más cuidado, porque aquí (en Kiev) trabaja una red de agentes del KGB de Bielorrusia y todo es posible", aseguró.

La pareja del activista, Bozhena Zholud, confirmó en declaraciones a Radio Libertad que Shishov tenía malos presentimientos, pero dijo que, por lo que le consta a ella, el activista no había recibido amenazas. "A mí no me lo decía, pero escribió a uno de nuestros amigos que tenía malos presentimientos y que cuidaran de mí (si le pasaba algo)", dijo la joven.

Líder opositora

La líder de la oposición bielorrusa en el exilio, Svetlana Tijanóvskaya, expresó este martes sus condolencias por la muerte del activista bielorruso en Kiev y afirmó que ese suceso confirma que los bielorrusos no pueden sentirse seguros "ni en el exterior".

"Los bielorrusos no pueden sentirse seguros ni cuando están en el extranjero mientras haya gente que quiere vengarse de ellos y esconder la verdad", escribió Tijanóvskata en Telegram.

"Vitali Shishov ayudaba a bielorrusos y fue hallado ahorcado, igual que Nikita Krivtsov en su momento", dijo Tijanóvskaya al recordar la muerte de un participante en las protestas antigubernamentales en Bielorrusia en agosto pasado.

La política, que abandonó Bielorrusia poco después de los comicios del 9 de agosto de 2020, calificados de fraudulentos por la oposición y por varios países occidentales, subrayó que la muerte de Shishov tuvo lugar en el extranjero.

"Al igual que la toma de rehenes a bordo de un avión de otro país (en alusión al aterrizaje forzoso de un avión de Ryanair en Minsk) y el intento de repatriar a la fuerza a una atleta bielorrusa no leal (al régimen) desde el territorio de otro país", escribió Tijanóvskaya.

Asimismo, la líder opositora agradeció a Ucrania la apertura de un caso penal tras la muerte del activista bielorruso y su disposición a esclarecer la verdad.

Atleta olímpica

Este lunes, Tijanóvskaya ya había criticado al Gobierno bielorruso por el intento de "secuestrar y llevar por la fuerza de Tokio a Bielorrusia" a la velocista Kristina Tsimanouskaya y aseguró que el caso de la atleta demuestra que cualquier bielorruso puede convertirse en rehén "si tiene el coraje de hablar".

Tsimanouskaya, que se ha distinguido por apoyar las protestas contra el régimen de Aleksandr Lukashenko y estar en contacto con la disidencia democrática de su país, pidió la protección de las autoridades japonesas en el aeropuerto de Tokio cuando estaba a punto de regresar a Bielorrusia por exigencias de su gobierno.

La atleta de 24 años tenía previsto participar en la carrera de 200 metros lisos este lunes, pero tras quejarse de haber sido obligada por Minsk a competir en otra carrera el pasado jueves, fue acusada de carecer de "espíritu de equipo" y de haber perdido el "equilibrio psicológico y emocional" en la televisión pública de su país.

La orden de regresar a Bielorrusia, según declaró la deportista, le hizo temer represalias y se negó a embarcar en el vuelo que le iba a llevar de vuelta a Minsk, y tras estar bajo la custodia de la policía japonesa acudió a la embajada polaca en Tokio donde ha obtenido un visado y la asistencia legal de la diplomacia polaca.

El país centroeuropeo, que apoya a refugiados políticos bielorrusos y a la oposición democrática contra el régimen de Aleksander Lukashenko, fue el primero en ofrecerse a recibir a la atleta olímpica, mientras el Gobierno de Japón y el COI optaron por la cautela sin posicionarse claramente de su lado.

Tsimanouskaya se encuentra "en un lugar seguro" y a la espera de "poder empezar una nueva vida", según dijo este martes en rueda de prensa el portavoz del COI, Mark Adams, quien también afirmó que el organismo internacional está haciendo todo lo posible para esclarecer la situación.

El COI ha abierto una investigación sobre el caso que incluye consultas con el Comité Olímpico de Bielorrusia, y aunque en un principio señaló que sus resultados podrían conocerse este mismo martes, posteriormente aclaró que el proceso puede llevar más tiempo.

"Queremos escuchar las versiones de todos los involucrados. Nuestra máxima preocupación es la seguridad de los atletas", dijo Adams, quien también afirmó que el COI "quiere llegar al fondo del asunto".

Preocupación en la ONU

Los hechos han despertado la preocupación de la comunidad internacional. El secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, señaló que el régimen de Lukashenko "ha tratado de cometer otro acto de represión transnacional" contra Tsimanouskaya "por haber simplemente ejercido su libertad de expresión".

Blinken acusó a Minsk de "violar el espíritu olímpico y cometer una afrenta contra los derechos básicos, algo que no puede ser tolerado", a través de su cuenta oficial de Twitter.

Sobre la muerte de Shishov, la ONU ha destacado que es un hecho que "añade otra capa a nuestras preocupaciones" sobre una situación que "claramente se está deteriorando en Bielorrusia", sostuvo la portavoz de la Oficina de Derechos Humanos de la ONU, Marta Hurtado, quien aclaró que esta declaración no presupone el establecimiento de un nexo entre el Gobierno bielorruso y la muerte de Shishov.

Sostuvo que la situación de Bielorrusia "en general es preocupante", con la intimidación permanente de organizaciones civiles, de periodistas y activistas que trabajan por la defensa de las libertades.

El Gobierno "debe parar de intimidar a cualquiera que expresa una opinión diferente y pedimos la libertad inmediata de todos los que han sido detenidos arbitrariamente", dijo Hurtado.

Miles de ciudadanos fueron detenidos por salir a protestar durante meses y de forma pacífica en diversas ciudades del país contra el supuesto resultado de las elecciones presidenciales de hace un año, en las que Alexandr Lukashenko fue declarado ganador por un amplio margen, en unos comicios calificados de fraudulentos por la oposición y numerosos países occidentales.

La semana pasada se confirmó que el régimen bielorruso había desmantelado al menos 56 ONG como parte de su política de persecución contra organizaciones de la sociedad civil.