El jefe de la diplomacia de la UE, Josep Borrell, durante la reunión en Zagreb este viernes

El jefe de la diplomacia de la UE, Josep Borrell, durante la reunión en Zagreb este viernes

Europa

La esquizofrenia de la UE con Erdogan: le acusa de chantaje pero pide ayuda con los migrantes

Borrell pide a los migrantes que no vayan a la frontera entre Turquía y Grecia porque la UE no les permitirá entrar.

7 marzo, 2020 03:18
Bruselas

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Desde hace meses, la Unión Europea vive una relación esquizofrénica con Turquía. Por un lado, los Veintisiete denuncian la deriva autoritaria de Recep Tayipp Erdogan, la vulneración de los derechos humanos en ese país o su intento de apropiarse de recursos energéticos ajenos con perforaciones en las aguas de Chipre. Las críticas al Gobierno de Ankara se han multiplicado esta semana por abrir las puertas a los refugiados sirios y  animarles a marchar a Europa. Varios dirigentes comunitarios han acusado a Erdogan de usar a los migrantes como arma política para chantajear a la UE y obtener más concesiones.

Por otro lado, la UE ha vuelto a mostrar su incapacidad total de dar una respuesta soberana a la crisis migratoria. La dependencia respecto a Turquía es total. Al tiempo que critican los excesos de Erdogan, los líderes europeos le piden, prácticamente le suplican, que vuelva a aplicar el acuerdo migratorio de 2016 y retenga a los refugiados sirios, impidiéndoles marchar hacia Europa. Es más, Bruselas sopesa más ayudas a Erdogan a cambio de volver a la "normalidad". El chantaje funciona.

Esta contradicción ha vuelto a quedar al descubierto durante la reunión extraordinaria de ministros de Asuntos Exteriores de los Veintisiete que se ha celebrado este viernes en Zagreb para abordar la crisis migratoria. En la declaración aprobada en la capital croata, la UE "rechaza con firmeza el uso con fines políticos que está haciendo Turquía de la presión migratoria". "Esta situación en la frontera exterior de la UE no es aceptable", dice el texto. Una acusación que hace presagiar la ruptura total.

Pero a renglón seguido, los Veintisiete le piden a Erdogan que siga aplicando el acuerdo migratorio de 2016. Un pacto que "produce resultados tangibles, en particular el apoyo a los considerables esfuerzos de Turquía por acoger a migrantes y refugiados". "Tanto la UE como Turquía se benefician de que se mantengan la cooperación y el compromiso", asegura la declaración.

Esta esquizofrenia evidencia las grandes diferencias entre los Estados miembros: los países directamente afectados por la presión de Ankara, Grecia y Chipre, abogan por la línea más dura. Alemania, país impulsor del acuerdo migratorio con Turquía, hace todo lo posible para rebajar la tensión con Erdogan por temor a una nueva crisis de refugiados como la de 2015.

Bruselas sopesa pagar más a Erdogan

¿Está dispuesta la UE a pagar más a Turquía a cambio de resucitar el acuerdo migratorio? De los 6.000 millones que Bruselas prometió a Erdogan, 4.700 millones ya se han contratado y 3.200 millones se han desembolsado. "Tendremos que analizar en los próximos días qué más se puede hacer, pero lo primero es detener el flujo de migrantes que creen que se ha abierto la frontera e intentan atravesarla (...) Detengamos este juego", ha dicho el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, al término de la reunión en Zagreb.

"Quiero aprovechar esta oportunidad para informar de que las noticias sobre la supuesta apertura de las fronteras europeas en Grecia, Bulgaria o Chipre son falsas. Y la gente no debería intentar ir hasta allí. Si queremos evitar situaciones críticas, la gente debe saber la verdad. No tienen que decirles que vayan a Europa porque las fronteras están abiertas", ha insistido, en referencia a la propaganda de Erdogan.

Pese a todo, Borrell admite que la UE está discutiendo aumentar la ayuda a Ankara. "Turquía asume una gran carga, 4 millones de refugiados. Tenemos que entenderlo, pero al mismo tiempo no podemos aceptar que se use a los migrantes como arma de presión. Pero está claro que Turquía está soportando una gran carga", ha subrayado.

Los ministros de Exteriores han vuelto a respaldar este viernes la política de mano dura de Grecia contra los migrantes que intentan atravesar la frontera desde Turquía, pese a las críticas de las ONGs e incluso de ACNUR por el uso excesivo de la fuerza y por suspender durante un mes el derecho de asilo. "La UE reitera asimismo su plena solidaridad con Grecia, que se enfrenta a una situación sin precedentes", reza la declaración.

Apoyo sin fisuras a Grecia

"No se tolerarán los cruces ilegales. A este respecto, la UE y sus Estados miembros tomarán todas las medidas necesarias, de conformidad con el derecho internacional y de la UE", aseguran los Veintisiete.

Por lo demás, Borrell ha celebrado el alto el fuego en Idlib pactado por Erdogan y el presidente ruso, Vladimir Putin, y ha pedido extremar los esfuerzos para hacerlo permanente. Eso sí, reconoce una vez más la impotencia de la UE en Siria. "Desafortunadamente para nosotros, no tenemos la capacidad de hacer cumplir un alto el fuego. Tenemos que concentrar nuestros esfuerzos en el lado humanitario".

La UE organizará en Bruselas una Conferencia sobre el Futuro de Siria el 29 y 30 de junio. Al mismo tiempo, la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, ha pedido a los Estados miembros que se repartan a los migrantes menores no acompañados que se encuentran en las islas griegas. De momento, sólo Luxemburgo y Finlandia han aceptado participar.