La ministra Calviño conversa con su homóloga sueca durante el Ecofin

La ministra Calviño conversa con su homóloga sueca durante el Ecofin Julien Warnand/EFE

Europa

Bruselas pide a Calviño ajustes "significativos" en los Presupuestos de 2019

La ministra de Economía evita comprometerse con el objetivo del 2,2% de déficit para este año exigido por la UE.

22 junio, 2018 12:08
Bruselas

Noticias relacionadas

La nueva ministra de Economía, Nadia Calviño, ha causado muy buena impresión en su primer Eurogrupo. "Realizó una presentación muy elocuente y puedo incluso confesar que los ministros le aplaudieron en señal de gran aprecio por su contribución a la reunión", ha asegurado el presidente del foro, el socialista portugués Mário Centeno. "Llevo dos años y medio en el Eurogrupo y puedo decir que no es algo muy frecuente", ha agregado.

Pero más allá de las buenas palabras, la Comisión Europea ha empezado a poner deberes a su antigua empleada. Avisa a Calviño de que deberá hacer un ajuste estructural "significativo" en los Presupuestos de 2019 para seguir reduciendo el déficit público, según ha dicho el comisario de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici. Al fin y al cabo, España es el país de la UE con un déficit más alto (cerró 2017 con el 3,1%), pese a que la economía sigue creciendo a velocidad de crucero.

"Hemos convenido que el esfuerzo estructural de España tiene que ser significativo, que deben adoptarse las medidas adecuadas", ha dicho Moscovici en la rueda de prensa posterior al Eurogrupo. En concreto, Bruselas reclama al Gobierno para 2019 un ajuste permanente del 0,65%, equivalente a 7.500 millones de euros. Será el primer año en que España esté fuera del procedimiento sancionador por déficit excesivo y por ello la UE pondrá el foco no tanto en el cumplimiento del objetivo nominal sino en el esfuerzo estructural de ajuste.

"A partir de ahora vamos a analizar la calidad del gasto y eso para Nadia no será fácil. Realizar un esfuerzo estructural del 0,65% es complicado, la administración española no sabe hacer eso. Y reducir el déficit estructural significa realmente recortar y racionalizar. Se puede cumplir recortando de forma permanente o reorganizando el Estado para que haya gastos que desaparezcan", explicaba a EL ESPAÑOL un alto funcionario comunitario.

Calviño evita comprometerse con el objetivo de 2018

En todo caso, a la UE le tranquiliza el compromiso que ha expresado el Gobierno de Pedro Sánchez con la estabilidad presupuestaria, y ello pese a los anuncios de nuevas subidas de pensiones o retoques a la reforma laboral. "Está claro que este Gobierno tiene un fuerte compromiso europeo y es imposible dudar de su voluntad de respetar las reglas y los compromisos adoptados por España", asegura Moscovici.

Calviño "ha sido muy clara sobre los objetivos políticos del Gobierno de respetar el Pacto de Estabilidad y eso es muy importante", ha subrayado también Centeno.

La ministra de Economía asegura que quiere compaginar este compromiso con la estabilidad presupuestaria con un mayor peso del gasto social, pero no ha explicado cómo lo hará. Considera que es "prematuro" comprometerse a cumplir el objetivo del 2,2% de déficit este año que asumió Rajoy con la UE porque el Gobierno de Sánchez todavía no dispone información actualizada sobre ejecución presupuestaria, aunque sí garantiza quedar por debajo del umbral del 3% que marca el Pacto de Estabilidad.

Según las previsiones de Bruselas, la cifra final se disparará hasta el 2,7% por medidas como el aumento del gasto en pensiones o la subida del salario de los funcionarios.

En su rueda de prensa final tras el Eurogrupo, Calviño no ha despejado ninguna otra duda. El Gobierno todavía no sabe si el ajuste estructural que le exige la UE para 2019 se hará mediante un aumento de impuestos o un recorte del gasto. Tampoco ha decidido si aplicará de inmediato la tasa a los gigantes de Internet, como había anunciado Rajoy para financiar el incremento de las pensiones. O con qué otras medidas podrían pagarse las pensiones. 

Eso sí, la ministra de Economía ha asegurado que cualquier medida que suponga un incremento de gasto sólo se adoptará tras examinar su impacto económico y las diferentes opciones posibles, y siempre que sea compatible con la exigencia de mantener la estabilidad presupuestaria.