El líder norcoreano Kim Jong Un saluda a los asistentes a la ceremonia de colocación de la primera piedra del Salón Conmemorativo del Mérito en Combate de las Operaciones Militares en el Extranjero.
El expresidente de Corea del Sur provocó con drones a Kim Jong-un para ser atacado y justificar la ley marcial
Los investigadores del caso sostienen que Yoon quiso desatar una “crisis de seguridad nacional” rompiendo el armisticio con una serie de incursiones aéreas encubiertas.
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La fiscalía especial surcoreana ha ampliado este lunes las acusaciones contra el expresidente Yoon Suk Yeol, a quien atribuye el envío de drones militares al centro de Pionyang para tensar la situación con el régimen de Kim Yong Un y allanar el camino hacia la declaración de la ley marcial el pasado diciembre.
Los investigadores afirman que la operación incluyó varios vuelos clandestinos entre octubre y noviembre de 2024. Esos aparatos, que habrían lanzado panfletos contra el régimen, motivaron un inusual comunicado de la dirigente norcoreana Kim Yo Jong, que denunció incursiones en el espacio aéreo de su país y alertó de “graves consecuencias”.
Las autoridades del Norte difundieron entonces fotografías de drones estrellados cerca de la capital. Analistas identificaron uno de ellos como similar a un modelo utilizado por las Fuerzas Armadas surcoreanas. Pionyang llegó a dinamitar dos carreteras interiores como gesto de ruptura, aunque evitó cualquier acción militar.
Los vuelos encajan, según la acusación, en un plan ideado por Kim Yong-hyun, entonces ministro de Defensa, y por el excomandante de contrainteligencia Yeo In-hyung. En el teléfono de este último se hallaron notas que, de acuerdo con la fiscalía, describen objetivos para causar “inestabilidad” y colocar al Norte en una situación de “pérdida de prestigio”, incluida la capital, instalaciones nucleares y residencias del dirigente norcoreano.
Una de las anotaciones, del 23 de octubre, fija como meta generar una “crisis de seguridad nacional” y, en el extremo, un escenario comparado con un “diluvio”, en referencia al relato bíblico. Otra, del 5 de noviembre, sostiene que debía producirse “primero” una reacción del enemigo y que era necesario “esperar el momento decisivo”.
En una comparecencia ante los medios, la portavoz de la fiscalía especial, Park Ji-young, sostuvo que los acusados actuaron “para crear un entorno propicio a la declaración de la ley marcial”, como recoge la CNN, y que pusieron en riesgo la seguridad del país al incrementar las opciones de un choque armado con el Norte.
El expresidente rechaza las imputaciones y mantiene que no ordenó incursiones con drones ni trató de utilizar la tensión con Pionyang para justificar medidas de excepción. Su abogada, Yoo Jeong-hwa, calificó la acusación de “procesamiento unilateral” que “no respeta los principios lógicos más básicos”. Los tres están ya siendo juzgados por insurrección a raíz de la imposición fallida de la ley marcial.
Aquel 3 de diciembre, en un mensaje televisado de madrugada, Yoon aseguró que existían “fuerzas antinacionales” en la oposición y activó un decreto que movilizó a tropas hacia el Parlamento. Soldados descendieron en helicópteros y trataron de acceder al hemiciclo, aunque fueron repelidos por funcionarios, diputados y ciudadanos que acudieron al edificio tras difundirse las primeras imágenes.
La Asamblea anuló la orden horas después y el episodio desencadenó protestas masivas, recursos judiciales y, finalmente, la destitución y arresto del dirigente conservador. Tras las elecciones de junio, el nuevo Gobierno impulsó la designación de un fiscal especial para profundizar en la trama vinculada a la ley marcial.
Varios mandos de la unidad de drones han declarado que recibieron órdenes de volar sobre Pionyang sin conocer su relación con los planes del expresidente. La fiscalía sostiene que no existen indicios de que esos oficiales participaran en la supuesta estrategia para inducir un choque militar.
Expertos en seguridad regional han advertido de las posibles implicaciones internacionales del caso. Uno de ellos, citado por la CNN, subraya que emplear drones para presionar al Norte representaría “una interacción peligrosa entre política doméstica y gestión de la seguridad”, y recuerda que estas incursiones vulnerarían el armisticio que rige en la península desde 1953.