Tomiichi Murayama, exprimer ministro de Japón, en una fotografía de 2015.

Tomiichi Murayama, exprimer ministro de Japón, en una fotografía de 2015. Toru Hanai Reuters

Asia

Muere Tomiichi Murayama, el primer ministro que pidió perdón por las atrocidades de Japón en la II Guerra Mundial

Lideró el Gobierno japonés durante dos años, de 1994 a 1996, y fue el primer mandatario socialdemócrata del país nipón desde la década de 1940.

Más información: Sanae Takaichi se convierte en la primera mujer en liderar el Partido Liberal Democrático de Japón: "Es una nueva era"

D. Barreira
Agencias
Publicada

Las claves

Tomiichi Murayama, ex primer ministro de Japón, falleció a los 101 años. Fue conocido por ser el primer líder japonés en disculparse explícitamente por las atrocidades cometidas durante la II Guerra Mundial.

La famosa Declaración de Murayama en 1995 expresó un "profundo remordimiento" por el daño causado por Japón, marcando un hito en la política japonesa al reconocer los errores del pasado.

Durante su mandato de 1994 a 1996, Murayama lideró un gobierno de coalición en un período de incertidumbre política, siendo el primer mandatario socialdemócrata de Japón desde la década de 1940.

Aunque su disculpa no colmó las expectativas de China o Corea del Sur, Murayama sentó un precedente para futuros líderes japoneses en cuanto a reconocer los horrores de la guerra.

El ex primer ministro Tomiichi Murayama, que fue el primer mandatario japonés en disculparse explícitamente por los crímenes de guerra cometidos por el país nipón contra otras naciones asiáticas durante la II Guerra Mundial, murió este viernes a los 101 años, según confirmó la líder del Partido Socialdemócrata de Japón, Mizuho Fukushima.

"Mi padre político, Tomiichi Murayama, falleció hoy a las 11.28 (02.28 GMT) en un hospital de la ciudad de Oita a la edad de 101 años. Estoy profundamente consternada por su fallecimiento", escribió Fukushima en su cuenta de la red social X, mencionando en particular la famosa Declaración de Murayama de 1995, que calificó como de "gran importancia política".

La declaración reconocía que Japón, "a través de su gobierno colonial y su agresión, causó un daño y un sufrimiento enormes a la gente de muchos países, y en particular a los de naciones asiáticas", y pedía perdón por las atrocidades cometidas durante la guerra, cuando se cumplían 50 años del final del conflicto y de la rendición de Tokio.

Fotografía tomada después del lanzamiento de la bomba atómica sobre Hiroshima por el piloto del Enola Gay, Paul Tibbets, el 6 de agosto de 1945.

Fotografía tomada después del lanzamiento de la bomba atómica sobre Hiroshima por el piloto del Enola Gay, Paul Tibbets, el 6 de agosto de 1945.

"Considero, con espíritu de humildad, estos hechos irrefutables de la historia y expreso aquí una vez más mis sentimientos de profundo remordimiento y presento mis más sinceras disculpas", dijo, añadiendo que el trabajo de los políticos nipones consistía en "transmitir a las generaciones más jóvenes los horrores de la guerra para que nunca repitamos los errores de nuestra historia".

Murayama lideró el Gobierno japonés durante dos años, de 1994 a 1996, un período de gran incertidumbre política y coaliciones inestables, tras la pérdida por primera vez en 38 años de la mayoría absoluta del Partido Liberal Democrático de Japón (PLD), la fuerza dominante de la política nipona desde la posguerra, en las elecciones de 1993.

Su ascenso al poder fue una sorpresa porque tenía 70 años y, tras dos décadas en la Cámara de Representantes, no era muy conocido ni nunca había desempeñado un cargo en el Gabinete o participado en negociaciones internacionales. Pero su figura fue la elegida para resolver la crisis política que afectaba al país nipón.

Tras un año de gobiernos de coalición infructuosos, el político, entonces líder del Partido Socialdemócrata japonés, logró formar un Ejecutivo de coalición junto al PLD y al Nuevo Partido Sakigake (ya desaparecido) en 1994, convirtiéndose en el primer mandatario socialdemócrata de Japón desde la década de los cuarenta.

La disculpa por los crímenes de guerra fue el logro más significativo de su mandato al ir más lejos que cualquier otro líder japonés al expresar su pesar por el asesinato, la violación y la tortura de millones de personas. Sin embargo, estuvo limitado por los conservadores de la coalición y la petición de perdón no colmó las exigencias de China o Corea del Sur.

Murayama, que ha fallecido en su ciudad natal de Oita, tras retirarse de la política en el año 2000, marcó el camino a sus sucesores, que desde entonces repitieron sus palabras de "profundo remordimiento" y "sinceras disculpas" en sus discursos conmemorativos del fin de la II Guerra Mundial.