Manifestantes celebran el incendio provocado en el Parlamento durante las protestas en Katmandú.

Manifestantes celebran el incendio provocado en el Parlamento durante las protestas en Katmandú. Adnan Abidi Reuters

Asia

'Revolución Z' en Nepal: motín en las cárceles, una primera dama quemada viva y al menos 30 muertos en 48 horas de furia

La dimisión del primer ministro K. P. Sharma Oli no frena las protestas, que han provocado incendios en sedes institucionales y la fuga de 1.500 presos.

Más información: Revolución en Nepal: dimite el primer ministro y arde el Parlamento tras la muerte de 19 personas en violentas protestas

R. Pons
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El balance de víctimas mortales en Nepal ascendió este martes a 30 desde el inicio de las protestas un día antes. Entre las fallecidas está Rajyalaxmi Chitrakar, esposa del exprimer ministro Jhalanath Khanal, que murió tras sufrir graves quemaduras cuando un grupo de manifestantes prendió fuego a su vivienda en Katmandú.

La mujer fue rescatada con heridas críticas y trasladada al Hospital de Quemados de Kirtipur, donde falleció. Su esposo, también líder del Partido Socialista de Nepal, pidió ayuda al Ejército para ser evacuado.

La violencia dejó además varios muertos en cárceles, hospitales y en enfrentamientos con la policía. El Hospital Civil de Katmandú confirmó el deceso de tres manifestantes, mientras que las fuerzas de seguridad informaron de otros dos fallecidos en un tiroteo en el barrio de Kalimati. Estos casos se suman a los 19 muertos del lunes, cuando se produjo el estallido más grave de las protestas.

Toque de queda

El Ejército de Nepal, que ha asumido el control de la seguridad del país y se ha mostrado dispuesto a facilitar conversaciones entre las partes para buscar una salida política a la crisis, ha anunciado este miércoles la extensión del toque de queda a nivel nacional hasta el jueves.

La ola de disturbios también ha llegado a las cárceles, donde cinco personas han muerto.

Más de 900 presos escaparon de la prisión de Kaski, en Pokhara, después de que manifestantes del movimiento Generación Z irrumpieran en el recinto, golpearan a los guardias y destruyeran instalaciones.

Otras prisiones, como las de Kailali y Lalitpur, fueron incendiadas y se han producido fugas masivas, con una estimación oficial de 1.500 presos huídos en todo el país.

Los ataques también se dirigieron contra instituciones políticas y residencias privadas. El Parlamento, la Oficina de la Presidencia y el Tribunal Supremo resultaron dañados por el fuego, al igual que las viviendas de al menos dos docenas de ministros, incluida la del recién dimitido exprimer ministro K. P. Sharma Oli.

La sede del Kantipur Media Group, el mayor conglomerado de prensa del país, también fue atacada.

Prohibición de redes sociales

Las protestas se desencadenaron tras la decisión del Gobierno de prohibir el acceso a plataformas como Facebook, Instagram y TikTok, alegando la proliferación de noticias falsas. La medida fue percibida por muchos jóvenes como un intento de silenciar un movimiento digital contra la corrupción. Activistas como Sandip, un influyente creador de contenido, recurrieron a aplicaciones todavía disponibles y a redes privadas para convocar movilizaciones masivas en Katmandú y otras ciudades.

La revuelta recuerda a la ola de manifestaciones que, hace trece meses, forzó la caída de la primera ministra de Bangladés, Sheikh Hasina, en un proceso igualmente liderado por estudiantes y jóvenes. En Nepal, la movilización ha cristalizado en la llamada “revolución de los Z” por la generación que encabeza las protestas.

El Banco Mundial estima que más del 20% de la población vive en la pobreza, mientras el desempleo juvenil supera el 22%.

La frustración por la falta de oportunidades y las acusaciones de corrupción contra las élites han alimentado la indignación. “El Gobierno recurrió a la violencia para silenciar el movimiento”, declaró Gaurav Nepune, uno de los organizadores de las marchas.

El vacío de poder ha situado en el centro del debate a figuras emergentes como Balendra Shah, alcalde de Katmandú desde 2022.

El antiguo rapero y compositor, que ganó notoriedad por su campaña para limpiar las calles y ríos de la capital, es visto por parte de los manifestantes como una alternativa al viejo liderazgo político. Tras la dimisión de Oli, Shah pidió calma a sus seguidores y aseguró que el relevo generacional en la política ya está en marcha.