La gente pasa junto a un cartel que representa al presidente francés Emmanuel Macron con el lema Notre projet c'est de tout bloquer (Nuestro proyecto es bloquearlo todo).

La gente pasa junto a un cartel que representa al presidente francés Emmanuel Macron con el lema "Notre projet c'est de tout bloquer" (Nuestro proyecto es bloquearlo todo). Reuters

Europa

"Bloqueo total": Francia saca a 80.000 policías a la calle por miedo a una revuelta popular que incendie el país

Se espera que miles de personas salgan a protestar por los recortes planteados en verano por el ya dimitido primer ministro François Bayrou. 

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Jara Atienza
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París ardió por la subida del impuesto a los carburantes, por la controvertida reforma del sistema de pensiones y la muerte de un menor de la banlieue a manos de la policía. Hoy, las calles de Francia se preparan para estallar de nuevo. Esta vez, el detonante es el presupuesto de "regresión social" anunciado a comienzos del verano por el primer ministro François Bayrou.

Poco importa que Bayrou ya no esté al frente del Gobierno que presentó su dimisión el martes tras perder una moción de confianza que muchos califican de suicida. O que sea su sucesor, aún por nombrar, quien deba rehacer unas cuentas públicas que logren el apoyo de una Asamblea Nacional fragmentada en tres bloques enfrentados entre sí. 

Este 10 de septiembre, el Gobierno desplegará a más de 80.000 policías y gendarmes por todo el país, con órdenes expresas de actuar con firmeza ante cualquier intento de bloqueo, sabotaje o violencia. El amplio dispositivo de seguridad responde a la convocatoria lanzada por el movimiento Bloquearlo Todo (Bloquons Tout), que llama a paralizar Francia mediante huelgas en comercios y transporte público, disrupciones en aeropuertos y estaciones, y bloqueos en fábricas, carreteras y centros logísticos.

Nacido al margen de los partidos tradicionales y sin el respaldo inicial de los grandes sindicatos, Bloquearlo Todo surgió como reacción a un paquete de recortes de 44.000 millones de euros, que incluía la congelación de ayudas sociales y la supresión de dos días festivos. Con una base militante joven, una estructura horizontal y sin líderes, el movimiento no está impulsado ni organizado por fuerzas políticas.

No obstante, fuerzas como la extrema izquierda de La Francia Insumisa (LFI) de Jean-Luc Mélenchon han expresado su respaldo a la iniciativa, mientras que la extrema derecha de Agrupación Nacional (RN) de Marine Le Pen se ha desmarcado abiertamente. 

Preparativos para la manifestación nacional del 10 de septiembre en Francia.

Preparativos para la manifestación nacional del 10 de septiembre en Francia. Reuters

De hecho, a diferencia de los chalecos amarillos, cuyo perfil ideológico era más difuso y transversal, hay quien sostiene que Bloqueemos Todo está articulado a través de facciones de izquierda radical. Otras opiniones sugieren que también hay involucrados grupos de extrema derecha. El propio ministro de Interior en funciones, Bruno Retailleau, dijo en una entrevista que la movilización ciudadana original había sido "confiscada" y radicalizada por el "movimiento de extrema izquierda ultraviolenta". 

En esta línea, anunció que no se toleraría ninguna clase de bloqueo y que se darían instrucciones muy claras a las autoridades para "realizar el mayor número posible de arrestos en caso de sospecha de acciones violentas". Para ello, la operación policial incluirá una treintena de helicópteros, drones, vehículos lanza-aguas y vehículos blindados, según detalló el jefe de policía de París, Laurent Nuñez, en una entrevista a BFM-TV/RMC

Élodie, una activista de 23 años que participará en las acciones previstas este miércoles en París, explicaba a la agencia Efe que está "harta del abandono de la educación, la sanidad y la vivienda". Como ella, miles de jóvenes se han movilizado en redes sociales y canales alternativos para coordinar acciones de bloqueo en puntos estratégicos. 

El misterioso movimiento estima que más de 100.000 personas podrían secundar la jornada de protesta. Los organizadores, conscientes de la probable respuesta policial, ya han comenzado a distribuir octavillas con instrucciones sobre cómo actuar en caso de detención.

El presidente francés, Emmanuel Macron, habla tras asistir a una videoconferencia con miembros de la llamada coalición de los dispuestos, el domingo 17 de agosto de 2025, en el Fuerte de Brégançon, en Bormes-les-Mimosas, sur de Francia.

El presidente francés, Emmanuel Macron, habla tras asistir a una videoconferencia con miembros de la llamada "coalición de los dispuestos", el domingo 17 de agosto de 2025, en el Fuerte de Brégançon, en Bormes-les-Mimosas, sur de Francia. Reuters

En paralelo, los sindicatos franceses han convocado una gran movilización conjunta, con huelgas y manifestaciones, para el 18 de septiembre. La secretaria general de la Confederación Francesa Democrática del Trabajo (CFDT), Marylise Léon, hizo el llamamiento a las trabajadoras y los trabajadoras para que se movilizaran "de forma masiva para cambiar las cosas y ganar avances". 

En medio de las dos convocatorias, reina el descontento por la extrema incertidumbre política que sacude al país desde que el presidente Emmanuel Macron decidió adelantar las elecciones legislativas en 2024, un proceso que terminó con un Parlamento profundamente dividido y sin mayorías claras.

Esta misma semana, la caída de François Bayrou, tras perder una moción de confianza en la Asamblea Nacional, ha vuelto a poner a Macron contra las cuerdas. Obligado a buscar un nuevo jefe de Gobierno de consenso, su liderazgo, al igual que su popularidad, están seriamente debilitados en un contexto de crisis económica.