Manifestantes por los derechos LGTBI frente al Tribunal Supremo de EEUU en una imagen de archivo.

Manifestantes por los derechos LGTBI frente al Tribunal Supremo de EEUU en una imagen de archivo. Reuters

EEUU

El Supremo de EEUU facilita las demandas por "discriminación inversa" a grupos mayoritarios como blancos o heterosexuales

El fallo supone un espaldarazo al discurso de Trump y el movimiento MAGA contra las políticas y medidas de diversidad, equidad e inclusión.

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El Tribunal Supremo de Estados Unidos facilitó este jueves que personas de grupos mayoritarios, como hombres blancos o heterosexuales, presenten demandas por "discriminación inversa" en sus lugares de trabajo, al dar la razón a una mujer de Ohio que afirma que perdió dos trabajos ante compañeros que eran homosexuales.

El fallo supone un golpe a la línea de flotación de las iniciativas en los sectores público y privado para promover la diversidad, la equidad y la inclusión en el ámbito laboral.

Precisamente la abolición de este tipo de medidas ha sido uno de los caballos de batalla de Donald Trump y el movimiento MAGA, quienes han usado el concepto de "discriminación inversa" como el argumento central para oponerse a las políticas de acción afirmativa, diversidad e inclusión en Estados Unidos.

Los jueces, en un fallo con 9 votos a favor y 0 en contra y redactado por el juez liberal Ketanji Brown Jackson, anularon la decisión de un tribunal inferior que rechazaba una demanda por discriminación laboral presentada por una mujer llamada Marlean Ames contra su empleador, el Departamento de Servicios Juveniles de Ohio.

Ames afirmó que tenía un supervisor homosexual cuando la obviaron para un ascenso que fue a parar a una compañera lesbiana, y además que la degradaron, con una reducción salarial, a favor de un hombre gay.

La disputa se centró en cómo los demandantes como Ames deben intentar demostrar una violación del Título VII de la Ley de Derechos Civiles de 1964, que prohíbe la discriminación basada en raza, religión, origen nacional y sexo, incluida la orientación sexual.

Ames impugnó un requisito utilizado por algunos tribunales estadounidenses que exige que los demandantes de grupos mayoritarios aporten más pruebas que los demandantes minoritarios para presentar una demanda por discriminación, conforme a un fallo del Tribunal Supremo de 1973 que rige el proceso de varios pasos empleado para resolver tales casos.

La mujer, de 61 años, presentó una demanda en 2020 solicitando una indemnización por daños y perjuicios. Argumentó que fue discriminada en las decisiones laborales de su departamento en 2019 por ser heterosexual, lo cual viola el Título VII, y que estaba más cualificada que las dos personas homosexuales a las que se les asignaron los puestos en lugar de a ella.

Ofensiva contra las políticas de diversidad

Las demandas por discriminación inversa están aumentando en Estados Unidos en medio de una reacción de los conservadores y republicanos contra las iniciativas en los sectores público y privado para promover la diversidad, la equidad y la inclusión en la fuerza laboral.

En su primer día de regreso al cargo en enero, Trump ordenó el desmantelamiento de dichas políticas en las agencias federales y animó a las empresas privadas a seguir el ejemplo.

Grupos conservadores, como America First Legal, que ha interpuesto numerosas demandas alegando prejuicios contra las personas blancas y los hombres, instaron a la Corte Suprema a fallar a favor de Ames.

El Fondo de Defensa Legal y Educación de la NAACP y otros grupos de derechos civiles dijeron al Tribunal Supremo en una presentación legal que Ames estaba pidiendo a los jueces "que interpretaran el Título VII de una manera que ignorara las realidades del persistente legado de discriminación de este país al evaluar las demandas por trato desigual".

Estos grupos dijeron que la investigación de las "circunstancias de fondo" permite a los tribunales dar cuenta de la realidad de la discriminación histórica y actual "contra ciertos grupos minoritarios como las personas negras y/o LGTBI, y la virtual ausencia de discriminación generalizada dirigida a ciertos grupos mayoritarios como las personas blancas y las personas heterosexuales".