Kilmar Ábrego García

Kilmar Ábrego García Reuters

EEUU

Fichado por una gorra de los Chicago Bulls: el error de EEUU que condenó a Kilmar Ábrego a una prisión de El Salvador

Un policía, que fue despedido por mala conducta, detuvo a Ábrego en 2019 y escribió un informe en el que ahora se basa Trump para acusarlo de pandillero.

Más información: Kilmar Ábrego García, expulsado de EEUU por error, está "traumatizado" tras su paso por la prisión de Bukele

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La Administración Trump ha presentado el informe de antecedentes de Kilmar Ábrego García, el migrante salvadoreño deportado por error a la megacárcel de Nayib Bukele —quien sostiene que es un "terrorista"— con el fin de reforzar su acusación.

Aseguran que es un pandillero con un historial violento, basándose en un informe de detención por portar una gorra de los Chicago Bulls.

Todo comenzó en 2019, cuando un detective de la policía de un suburbio de Maryland acusó a Ábrego García de estar traficando con marihuana tras detenerlo mientras él buscaba trabajo. "Se trata de un miembro activo de la MS-13 Sailors con la camarilla de los Westerns", escribió el agente en el informe.

Sus pruebas: un informante confidencial anónimo y la gorra de los Chicago Bulls que portaba el deportado, que, según el oficial, era "indicativa de la cultura pandillera hispana". En esa ficha también incluyó que llevaba "una sudadera con capucha en la que aparecía el rostro de Benjamin Franklin cubierto por franjas verdes en los ojos, orejas y boca".

Estas acusaciones han sido desmentidas por su entorno y familia, que niegan cualquier vínculo con pandillas. Abogados y jueces han cuestionado la integridad del documento desde que fue escrito, según informan medios como el Washington Post.

Además, la unidad antipandillas del condado al que pertenecía Iván Méndez, el detective que detuvo a Ábrego García, dejó de usar estas recopilaciones de información hace tres años, después de varias denuncias por discriminación racista a la hora de realizar los informes.

En esta historia también destaca que Méndez fue suspendido del Departamento de Policía al que pertenecía y, posteriormente, fue acusado penalmente y despedido tras declararse culpable de mala conducta en el cargo.

Sin embargo, el Gobierno de Trump ha convertido dicho informe en el elemento central —el único presentado públicamente—  en su razonamiento para deportar a Ábrego García a la megaprisión de Bukele: la Administración le acusa de ser un "terrorista" y un "traficante de personas".

Más de 300 deportaciones, en el centro de una crisis constitucional

Ábrego García es el símbolo de los centenares de deportaciones que llevó a cabo Donald Trump: utilizó la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798, una norma para tiempos de guerra, para enviar a 238 venezolanos y 23 salvadoreños a la megacárcel de El Salvador.

Esta intensificación de la campaña contra el migrante salvadoreño coincide con una creciente batalla legal entre la Administración Trump y el Poder Judicial por las deportaciones. A pesar de que un juez federal ordenó paralizarlas, el Gobierno dijo que los aviones ya habían partido y que no podían hacer nada.

Trump tomó la decisión sin ningún proceso judicial de por medio y la Corte Suprema avaló la decisión, aunque este sábado ha reculado y ha suspendido las deportaciones de migrantes venezolanos que la Administración Trump tenía previstas.

La acusación al deportado sin pruebas concluyentes también se produce en medio de una ola de manifestaciones: se multiplican las protestas ciudadanas contra estas medidas en materia de migración y la resistencia del Gobierno de EEUU a facilitar su regreso.

El pasado jueves, el senador demócrata Chris Van Hollen de Maryland voló hasta El Salvador para reunirse con Ábrego. Tras el encuentro, el senador le describió como un "secuestrado ilegalmente".

La visita del senador reaviva la presión para que el Gobierno estadounidense revise los casos de deportación sin garantías judiciales.