Donald Trump, candidato y expresidente republicano de EEUU, asiste a un acto de campaña el martes en Iowa.

Donald Trump, candidato y expresidente republicano de EEUU, asiste a un acto de campaña el martes en Iowa. Reuters

EEUU

¿Se puede vetar a Trump estado por estado? El caso de Colorado desentierra la enmienda 14 en todo EEUU

Aunque ya se ha invocado la 'sección 3' en una treintena de estados, existe la preocupación de que pueda ser aprovechado por el expresidente para seguir haciendo campaña como víctima de lawfare.

22 diciembre, 2023 02:46

El martes por la noche, el Tribunal Supremo de Colorado dictaminó que Donald Trump no aparecerá en las papeletas de las primarias del estado el 5 de marzo al quedar fuera de la carrera presidencial. Esta sentencia, aprobada por cuatro jueces a favor y tres en contra, ha sido la primera en inhabilitar al expresidente republicano, y se basa en la sección 3 de la enmienda 14 de la Constitución de EEUU, que prohíbe a cualquier "insurrecto" ocupar cargos públicos.

Esta disposición fue pensada tras la guerra de Secesión (1861-1865), para impedir que los confederados ocuparan cargos públicos. El texto establece que no se podrá ser "senador o representante en el Congreso, ni elector del presidente y vicepresidente de los Estados Unidos, u ocupar cargos, civiles o militares, en los Estados Unidos, o en cualquier estado" si previamente juró apoyar la Constitución y luego participó en una insurrección. Los oponentes de Trump han aprovechado esa parte de la Constitución con demandas que sostienen que no puede volver a presentarse por su boicot a los resultados de las elecciones de 2020 y su papel en el ataque del 6 de enero de 2021 al Capitolio.

La jugada de Colorado, un estado gobernado por el Partido Demócrata, ha repercutido en tribunales de todo el país, y se han presentado demandas similares para inhabilitar a Trump en casi una treintena de estados. En Minnesota y en Míchigan, el Tribunal Supremo y un tribunal de apelaciones respectivos se han negado ya a seguir el ejemplo de Colorado, y han rechazado retirar el nombre de Trump de la papeleta de las primarias de sus estados. En Texas, un asesor fiscal no ha conseguido que prosperen una serie de demandas que presentó sobre el caso.

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Estas iniciativas —en su mayoría demócratas— tendrán que ser resueltas, según fuentes del periódico capitalino The Washington Post, por el Tribunal Supremo de EEUU. En primer lugar, porque la Justicia no ha determinado que el ataque del 6 de enero contra el Capitolio de EEUU constituyera una insurrección. En segundo lugar, porque hay aspectos de la enmienda 14 que los demandantes tienen aún que demostrar. Trump, que ha anunciado que recurrirá la decisión tomada en Colorado ante el Tribunal Supremo de EEUU, tiene bastantes bazas a su favor. Primero, porque esta instancia federal está compuesta por nueve jueces de los que tres fueron nombrados por él mismo durante su presidencia, y otros tres son conservadores.

Segundo, porque tanto el exmandatario como sus partidarios se están armando de contraargumentos. Según los trumpistas, la sección 3 —que, como se ha leído antes, se aplica a "senadores, representantes, electores presidenciales, y cargos estatales y federales de los EEUU"— no es competente de la presidencia de la nación, ya que los mencionados "cargos federales" aluden a oficiales militares y jefes de correos, y no a presidentes como apuntan los demandantes. En segundo lugar, la disposición citada impide que las personas a las que se apunta ocupen cargos, pero no dice nada sobre concurrir a las elecciones, por lo que la Justicia no debería impedir que el nombre de Trump aparezca en las papeletas de las primarias.

Otra reivindicación de los trumpistas es que el expresidente no participó en ninguna insurrección, ya que no ha sido acusado penalmente por ello y fue absuelto por el Senado después de que la cámara lo impugnara. Argumentan que, incluso si el 6 de enero de 2021 hubo una insurrección, Trump no "participó" en ella al no encontrarse en el Capitolio en ese momento. Pero los demócratas tienen claro que sí. Cuando le preguntaron el miércoles si Trump es un insurrecto, el presidente Joe Biden dijo que era "evidente por sí mismo. Lo habéis visto todo". "Que se aplique o no la enmienda 14 o no es cosa del tribunal, pero ciertamente apoyó una insurrección. No hay ninguna duda al respecto. Ninguna. Ninguna. Y parece que se reafirma en ello", dijo Biden, que ha definido su precampaña notablemente contra Trump.

Otro motivo de discusión es la aplicabilidad de la sección 3 de la enmienda 14 por sí sola: los partidarios de Trump dicen que esta disposición no es "autoejecutable", es decir, no se puede utilizar a menos que haya una ley federal que la implemente y que explique cómo y cuándo se aplica. No existe tal ley, por lo que no hay manera de desplegar la sección, argumentan. Los críticos de Trump afirman que la sección 3 es clara y puede utilizarse, ya sea en sus propios términos o a través de leyes estatales que otorguen a los funcionarios electorales y a los tribunales el poder de determinar quién puede figurar en una papeleta.

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Si avanza el caso, su resolución corre prisa para no entorpecer más la carrera electoral del expresidente. Se acerca la temporada electoral, y el 15 de enero se celebrará el Caucus de Iowa, una suerte de elección primaria especial de este estado del Midwest. Es posible que muchos tribunales se pronuncien después de esa fecha, pero los casos se complican políticamente a medida que se celebran más asambleas electorales y primarias a lo largo de la primavera.

Lo cierto es que este escándalo también puede venirle bien a Trump. En cuanto se aprobó la decisión de inhabilitar al candidato en Colorado, su campaña instó a los partidarios a hacer donaciones para luchar contra lo que calificó de decisión "tiránica". Si el caso se extendiera a otros estados, se elevara al Tribunal Supremo de EEUU o fuera más allá, Trump lo tendría fácil para alimentar su argumento de que es víctima de lawfare y hacer campaña con ello. De paso, llenaría sus arcas, como ocurrió a principios de este año cuando fue acusado de un montón de cargos de delito grave por intentar anular las elecciones de 2020 entre otros presuntos delitos.

La iniciativa de Colorado tampoco logrará hacerse con el apoyo de otros candidatos republicanos opositores a Trump. Esta semana, otros presidenciables del Good Old Party han saltado en defensa del expresidente tras conocer la decisión del Tribunal Supremo de ese estado. "La izquierda invoca la 'democracia' para justificar su uso del poder, incluso si eso significa abusar del poder judicial para eliminar a un candidato de la papeleta basándose en argumentos legales espurios", escribió en X el gobernador de Florida, Ron DeSantisNikki Haley, la ex embajadora ante la ONU que está ganando cierto impulso, también calificó la acción de los jueces de "verdaderamente impensable". "Voy a derrotar a Donald Trump por mi cuenta. No necesito que un juez vaya a sacarlo de la papeleta", dijo a Fox News.

Ford O'Connell, un estratega republicano con sede en Florida, dijo a Reuters que esta reacción de los republicanos no afines a Trump puede ser clave para aupar al expresidente en esta nueva batalla electoral. "Si las acusaciones impulsaron a Trump a una ventaja significativa en las primarias, esto va a poner fin a cualquier debate entre las bases sobre quién será el candidato republicano de 2024", dijo O'Connell, sugiriendo que otro conflicto mediático podría arrastrar al votante republicano indeciso a apoyar a Trump. Por ello, si no es secundada a nivel federal, la decisión de Colorado puede incluso venir bien al candidato republicano.