EEUU

Pelosi desnuda las cuentas de Trump para darle la puntilla pero da gasolina a los republicanos

La presidenta de la Cámara de Representantes ha enfurecido a los republicanos con un último golpe de poder antes de despedirse de la mayoría en el Congreso.

31 diciembre, 2022 02:38

Los demócratas liderados por Nancy Pelosi se despiden de la mayoría en la Cámara de Representantes cumpliendo su promesa de intentar por todos los medios que Donald Trump no regrese a la Casa Blanca. Gracias al auspicio de la veterana demócrata –que pondrá fin a su labor de liderazgo en el Congreso el próximo 3 de enero-, el Comité de Medios y Arbitrios de la Cámara de Representantes ha conseguido que se publiquen las declaraciones de impuestos del expresidente de los últimos seis años.

La divulgación de estos documentos ha llegado 'in extremis', poniendo fin a una batalla legal de más de tres años y a días de que los demócratas les cedan el control de la Cámara a los republicanos. La nueva Cámara heredará el proyecto de ley que consiguieron aprobar los progresistas de Pelosi antes del receso de invierno y que obligaría al IRS a realizar auditorías de las declaraciones de impuestos de los presidentes durante los 90 días posteriores a su toma de posesión.

De entrar en vigor, la nueva ley podría suponerle otro quebradero de cabeza al equipo de campaña de Trump. “Un presidente no es un contribuyente ordinario. Tienen poder e influencia como ningún otro estadounidense. Y un gran poder conlleva una responsabilidad aún mayor”, según destacó el viernes en referencia a esta ambiciosa reforma Richard Neal, representante demócrata por Massachusetts y presidente de la Comisión encargada de revelar las cuentas de Trump.

El Congreso de EEUU publica las declaraciones de impuestos de Trump tras años de batalla legal

Cabe recordar que fue precisamente Neal quien demandó al Departamento del Tesoro en 2019 para obtener las cuentas de Trump con el Fisco, invocando una ley que permite a los jefes de los comités fiscales del Congreso acceder a la información fiscal de cualquier persona.

Contra la tradición

¿El motivo? La negativa de Trump a divulgar de forma voluntaria sus declaraciones de Hacienda, algo que aunque dentro de la legalidad, rompió con décadas de una tradición respetada por todos los candidatos presidenciales y presidentes en funciones desde Richard Nixon.

El papel del Internal Revenue Service o IRS (equivalente a la Hacienda española) también ha quedado en entredicho tras la publicación del viernes. Según el equipo de Neal, el IRS violó sus propias reglas al no auditar a Trump durante tres de los cuatro años mientras fue presidente. "Nuestros hallazgos resultaron ser simples: el IRS no comenzó su auditoría obligatoria del expresidente hasta que hice mi solicitud inicial", según afirmó el presidente del Comité de Medios y Arbitrios de la Cámara en un comunicado.

Es ‘vox populi’ que el Fisco estadounidense funciona a medio gas desde hace años, con importantes carencias de personal y medios, por lo que no ha extrañado en exceso que la investigación, inconclusa, sobre las cuentas de Trump, la haya llevado a cabo una sola persona. No obstante, el hecho de que Trump se apresurara a colocar a varios de sus partidarios más leales en esta institución – como Charles Rettig, socio de hace años a quien nombró comisionado en 2018 – ha levantado sospechas adicionales sobre el papel de la institución. De hecho, el presidente del Comité de Finanzas del Senado, Ron Wyden, ha expresado interés en investigar la función y potestades del IRS.

Ingeniería fiscal

Los miles de páginas de documentos fiscales publicados el viernes revelan que, durante los últimos seis años- incluidos los cuatro que duró su paso por la Casa Blanca - el expresidente explotó todos los resquicios del código fiscal para minimizar sus pagos de impuestos sobre la renta a base de declarar pérdidas masivas y aprovecharse de deducciones fiscales reservadas a grandes empresas.

Así se desprende de las declaraciones de impuestos conjuntas presentadas por Trump y su esposa, Melania Trump, que suman unas 2.700 páginas. Las fuentes de ingresos del matrimonio incluyen campos de golf, restaurantes, pistas de patinaje sobre hielo, inversiones inmobiliarias y honorarios como conferenciantes.

Aunque los documentos no parecen mostrar ninguna irregularidad legal, queda patente que el expresidente recibió ingresos generados en varios países extranjeros durante su mandato, lo que podría suponer posibles conflictos de intereses. Pese a la falta de información detallada, queda claro que Trump posee campos de golf en Escocia e Irlanda, así como hoteles de lujo en Panamá, Canadá, Filipinas, Emiratos Árabes Unidos y la isla caribeña de San Martin, entre otros.

Además, los registros del Fisco muestran cómo Trump limitó su responsabilidad fiscal al compensar sus ingresos con pérdidas corporativas, así como con millones de dólares en gastos comerciales, depreciación de activos y otras deducciones. Por ejemplo, si bien Trump pagó 641.931 dólares en impuestos federales sobre la renta en 2015, el año en que comenzó su campaña presidencial, pagó solo 750 dólares en 2016 y 2017. En 2018 su declaración de impuestos le salió a pagar casi un millón de dólares, bajando a 133.445 dólares en 2019 y nada en 2020, año en el que persiguió, sin éxito, la reelección.

Indignación republicana

Trump respondió al tsunami informativo del viernes con un comunicado en el que sacó pecho para decir que "las declaraciones de impuestos de 'Trump' muestran una vez más cuán orgullosamente exitoso he sido y cómo he podido usar la depreciación y otras deducciones fiscales como incentivo para crear miles de puestos de trabajo y magníficas estructuras.”

“La gran división de EEUU ahora será mucho peor”, añadió Trump en un correo electrónico masivo del que se hicieron eco los principales medios de comunicación del país. “Los demócratas radicales de izquierda han convertido esto en munición, pero recuerden, ¡esa que han escogido es una peligrosa calle de doble sentido!”.

"No importará lo que se desvele en esos documentos, salvo cualquier cosa que sea una clara violación legal", dijo Doug Heye, antiguo portavoz del Comité Nacional Republicano. "No hay partidario de Trump que vaya a decir 'oh, no puedo votar por él ahora'... aunque no hemos visto los impuestos de Trump, hemos pasado por esto antes. Esto no cambiará la opinión de nadie," concluyó.

De la misma opinión es la estratega demócrata Ameshia Cross, quien explicó en declaraciones a CNN que “los votantes de Trump no se van a conmover con nada”. La experta añadió que los votantes indecisos o los republicanos que buscan una alternativa a Trump pueden percibir que los documentos muestran que su visión para los negocios "no era en realidad lo que él quería aparentar". O en otras palabras, “significaría que toda la campaña – de Trump – se basó básicamente en una mentira que había estado tratando de ocultar durante años".

Por su parte, el representante Kevin Brady, el republicano con más peso en el panel de la Cámara, advirtió que los futuros presidentes de los comités tendrán un poder "casi ilimitado" para hacer públicas las declaraciones de impuestos de los ciudadanos, incluidos los "enemigos políticos". En un comunicado, Brady condenó la publicación de las declaraciones de impuestos de Trump, apuntando que “Esta es una mancha lamentable en el Comité de Medios y Arbitrios y el Congreso y hará que la política estadounidense sea aún más divisiva y desalentadora. A la larga, los demócratas se arrepentirán.”

Muchos han querido ver en las declaraciones de Brady – quien se retira del Congreso y no presidirá la Comisión de Medios y Arbitrios cuando los republicanos tomen el control de la Cámara el 3 de enero - una velada amenaza hacia Hunter Biden. Paradójicamente, el proyecto de ley demócrata permitiría al sucesor de Brady acceder a los informes fiscales del hijo díscolo de Joe Biden, quien está siendo investigado por el FBI por una serie de supuestos delitos, incluido el fraude fiscal.