Vídeo | Las impresionantes imágenes que deja el huracán Melissa

América

Melissa toca tierra en Jamaica y ya es más fuerte que el Katrina: afectará a un millón y medio de personas en el Caribe

El ciclón, que avanza lentamente y se ha fortalecido hasta la categoría 5, podría descargar hasta un metro de lluvia en algunas zonas, según el Centro Nacional de Huracanes de EEUU.

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R. Pons
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Las claves

El huracán Melissa ha alcanzado la categoría 5, amenazando con impactos severos en Jamaica, Cuba y Haití.

Un millón de personas están sin agua en Haití y República Dominicana, donde ya se reportan cuatro fallecidos por el huracán.

Jamaica ha ordenado evacuaciones obligatorias en zonas costeras y comunidades de riesgo debido a la amenaza del huracán.

Melissa avanza lentamente, aumentando el riesgo de lluvias extremas y deslizamientos de tierra en Jamaica.

El potente huracán Melissa tocó este martes tierra en Jamaica con vientos máximos sostenidos cercanos a 295 kilómetros por hora, lluvias torrenciales y marejadas que amenazan con provocar inundaciones y daños catastróficos.

El ciclón, el de mayor intensidad esta temporada en el Atlántico, entró en Jamaica cerca de la localidad de Black River, en el suroeste de la isla, convertido en un huracán de categoría 5, informó el Centro Nacional de Huracanes (NHC, en sus siglas en inglés) de Estados Unidos.

La Federación Internacional de la Cruz Roja calcula que al menos un millón y medio de personas sufrirán el impacto directo del huracán Melissa durante su avance por el Caribe. La mayoría, en Jamaica, donde las autoridades lo describen como “el huracán del siglo”.

Los servicios de emergencia han habilitado más de 800 refugios ante la inminencia del temporal y la posibilidad de que comunidades enteras queden aisladas durante días.

También se prevé que la tormenta provoque estragos en Cuba, Bahamas, República Dominicana y Haití, territorios que ya han activado planes de contingencia ante la amenaza de lluvias torrenciales y vientos extremos. La magnitud del fenómeno ha obligado a reforzar la distribución de suministros en los sectores más vulnerables.

Antes de tocar tierra, Melissa ya había dejado a cerca de un millón de personas sin acceso a agua potable. Y no sólo eso: ya hay al menos cuatro fallecidos. En Haití, tres. El cuarto, en República Dominicana. La víctima identificada es un hombre de 79 años que se vio arrastrado por la corriente en Santo Domingo.

El jefe de la delegación de la Federación Internacional de la Cruz Roja para los países de habla inglesa y holandesa, Necephor Mghendi, apunta que se anticipan daños graves en infraestructuras críticas, cortes prolongados de electricidad y severas dificultades en el acceso a agua potable. Jamaica, alerta, está ante el huracán más intenso registrado en su historia.

Las autoridades esperan necesitar apoyo internacional durante las próximas semanas para cubrir necesidades básicas y reactivar los servicios esenciales.

El portavoz de la Oficina de Coordinación Humanitaria de Naciones Unidas, Jens Laerke, señala desde Ginebra que las prioridades inmediatas se centrarán en salvar vidas, asegurar alimentos, garantizar agua potable y ofrecer atención sanitaria. Una vez finalice la emergencia, llegará el turno de la reconstrucción.

La ONU ha movilizado equipos especializados para asistir en labores de evaluación y coordinación, esenciales en situaciones de colapso parcial de comunicaciones.

En Cuba los primeros envíos de ayuda humanitaria ya han alcanzado el oriente del país. Los cargamentos incluyen arroz, cereales, artículos de higiene y material para la potabilización de agua. Los equipos de emergencia temen que los accesos a zonas rurales queden completamente intransitables debido a previsibles desprendimientos y crecidas repentinas. La logística es uno de los principales desafíos cuando la lluvia sostenida impide el desplazamiento de maquinaria pesada.

La Organización Meteorológica Mundial informa de que Melissa ha alcanzado vientos sostenidos de 280 kilómetros por hora, con ráfagas de hasta 350. La experta Anne Claire Fontan, consultada por la agencia EFE, advierte de que, en el interior del ojo del huracán, es probable que se produzca destrucción estructural total.

Las precipitaciones oscilan entre 350 y 750 milímetros en algunos puntos de Jamaica, el triple del promedio mensual, con riesgo de inundaciones repentinas catastróficas y numerosos deslizamientos de tierra. Las autoridades marítimas han alertado además de marejadas de hasta cuatro metros en la costa sur.

El Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos mantiene alerta máxima para Jamaica, varias provincias del este de Cuba y partes de Bahamas. Sus estaciones en Kingston y Montego Bay han registrado vientos superiores a los 60 kilómetros por hora, con ráfagas que rozan los 93.

Un avión cazahuracanes de la Fuerza Aérea estadounidense se dirige a la zona para evaluar los daños y confirmar la intensidad del ciclón, que avanza hacia el noreste a once kilómetros por hora y continúa fortaleciéndose sobre aguas cálidas.

Varios especialistas han relacionado la rápida intensificación de Melissa con las temperaturas anómalamente elevadas en la superficie del mar. El profesor Stephen Mullens, de la Universidad de Florida, explicó a The New York Times que la tormenta ha permanecido casi estacionaria sobre aguas templadas durante días, absorbiendo energía sin descanso. El investigador Phil Klotzbach, de la Universidad Estatal de Colorado, recordó al diario que los ciclones más lentos suelen descargar más lluvia y provocan daños mayores por acumulación.

Las autoridades jamaicanas han pedido a la población que permanezca en los refugios hasta recibir instrucciones precisas. El riesgo de aislamiento es alto. Equipos sanitarios y cuerpos de seguridad trabajan en turnos continuados para atender posibles heridos y garantizar el suministro de medicamentos en hospitales ya saturados por la llegada de evacuados.

Las imágenes de las áreas costeras ya muestran olas que superan la altura de viviendas bajas en Bahamas, y los avisos marinos apuntan a condiciones extremadamente peligrosas.