Javier Milei celebra la victoria de su partido en las legislativas argentinas.

Javier Milei celebra la victoria de su partido en las legislativas argentinas. Reuters

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El apoyo de Trump dispara a Milei a una victoria rotunda y consolida al populismo de derechas en Sudamérica

La Libertad Avanza se consolida como primera fuerza en el Congreso y en el Senado, aunque tendrá que pactar con la coalición de Macri y los partidos de centro para sacar adelante sus propuestas.

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Las claves

Donald Trump ha influido decisivamente en la victoria de Javier Milei en las elecciones legislativas argentinas, ofreciendo ayudas por valor de más de 20.000 millones de dólares.

Milei ha conseguido un resultado contundente, superando el 40% de los votos y alcanzando 117 escaños en el Congreso, quedando cerca de la mayoría absoluta.

La baja participación electoral, inferior al 70%, ha sido criticada por el peronismo, que ha sufrido una significativa pérdida de escaños en el Congreso.

La intención del movimiento MAGA, tal y como lo expuso su ideólogo Steve Bannon el pasado 4 de diciembre de 2024 en la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC) que se celebró en Buenos Aires, era consolidar a Javier Milei como punta de lanza del populismo de derechas en Sudamérica. "Si Milei no logra ejecutar su plan, todo el movimiento de Latinoamérica está en peligro", afirmó entonces el agitador estadounidense.

Diez meses después, Donald Trump llevaba estos deseos a la práctica con el anuncio de ayudas por valor de más de 20.000 millones de dólares a Argentina… solo si el ultraliberal ganaba las legislativas.

Y las ganó. Con una contundencia que solo se explica precisamente por el apoyo de última hora de la Casa Blanca. Ganó en todo el país, con un porcentaje superior al 40% de los votos, y ganó, sobre todo, en la ciudad de Buenos Aires, con un resultado parejo al de los peronistas de Fuerza Patria en el total de la provincia. Este resultado es especialmente simbólico si se tiene en cuenta que, hace apenas dos meses, La Libertad Avanza, el partido fundado por Javier Milei, se llevaba un batacazo enorme en las elecciones regionales.

La victoria no admite discusión y deja al presidente muy cerca de la mayoría absoluta. A falta de los últimos flecos del recuento y el consiguiente reparto de escaños, Milei contará con el apoyo de 92 diputados propios más, previsiblemente, los 25 de la coalición de Mauricio Macri, que se presentó en alianza con el presidente en buena parte de las circunscripciones. Eso haría un total de 117 escaños en el Congreso sobre 257, es decir, a solo 12 de la mayoría absoluta, que puede conseguir gracias a los distintos partidos locales y centristas que obtuvieron representación.

El descalabro de los peronistas, que se quedan en 79 escaños y que solo consiguen 31 de los 127 que se renovaban en esta elección, hace que el bloqueo del Congreso sobre las políticas de Milei por fin pueda levantarse. A la oposición le será difícil conseguir de forma consistente una mayoría que detenga las reformas gubernamentales, exactamente lo que venía pasando hasta ahora… y lo que quería evitar Donald Trump con su anunciado paquete de ayudas.

Milei obtiene un fuerte respaldo electoral, crece en el Congreso y anticipa reformas.

Evitar otro caso Bolsonaro

El triunfo de La Libertad Avanza consolida un proyecto que parecía hacer aguas en los últimos meses, con el aumento de la inflación y el desempleo. Milei siempre ha achacado la situación económica del país a la imposibilidad de sacar adelante las medidas que realmente se necesitan. Ahora, podrá hacerlo con cierta facilidad y se podrá medir con justicia hasta qué punto es capaz de sacar de la ruina económica, como tantas veces ha prometido, a Argentina.

Aparte, para la derecha populista, es una victoria gigantesca. El único precedente reciente de un líder alineado con las tesis trumpistas -aunque, en rigor, Milei es un liberal que se define como anarcocapitalista mientras que MAGA es un movimiento proteccionista- es el brasileño Jair Bolsonaro, que no pudo consolidar su proyecto al perder las elecciones tras su primer mandato. Bolsonaro, en la actualidad, espera juicio por incitación a un golpe de Estado, al no reconocer el triunfo de Lula da Silva en 2022 y animar a sus partidarios a tomar las calles de Brasilia.

Javier Milei, depositando su voto en un colegio electoral de Buenos Aires.

Javier Milei, depositando su voto en un colegio electoral de Buenos Aires. Cristina Sille Reuters

Milei, en cambio, no solo podrá disfrutar de dos años relativamente plácidos, sino que se ha demostrado que el apoyo estadounidense ha resultado decisivo y lo puede seguir resultando en los próximos años. Es complicado explicar el repunte en la última semana, cuando por ley ya no se podían publicar encuestas, sin las promesas de apoyo de Donald Trump, Scott Bessent y la Administración estadounidense en general, con la excepción de la Secretaria de Agricultura, Brook Rollins, quien acusó a la carne argentina de insegura para agradar al molesto sector de la ganadería en Estados Unidos.

20.000 millones para respirar

Y es que el apoyo de Trump, estimado, como decíamos, en más de 20.000 millones de dólares entre ayudas directas, compra de divisas e intercambio de moneda, ha provocado un pequeño terremoto en la poderosa industria agrícola estadounidense. El campo, generalmente volcado con los republicanos y especialmente con las promesas proteccionistas de MAGA, había apoyado masivamente a Trump en las elecciones de 2024 y ahora ve cómo un competidor directo recibe un dinero sacado de sus impuestos.

Aun así, el presidente estadounidense ha insistido varias veces en estos últimos días en la necesidad de salvar la economía argentina fuera como fuera. Una economía y un país, que, según él, están "muriéndose". Javier Milei es amigo personal de Trump, le recibió en la Casa Blanca en plena precampaña y siempre se ha mostrado afín a sus políticas, más aún en un momento en el que Estados Unidos le ha declarado la guerra -de momento, solo diplomática- a tres países con gobiernos de izquierdas: Brasil, Colombia y, sobre todo, Venezuela.

Sin duda, Argentina se beneficiará también de estas disputas, al quedar como socio económico prioritario de la región. El votante lo ha tenido en cuenta, aunque también se podría decir que, aparte de apoyar a Milei, lo que ha hecho es suspender su protesta, pues la participación ha quedado por debajo del 70%, algo que no había sucedido nunca en unas elecciones legislativas o presidenciales desde el fin de la dictadura militar.

"Gracias presidente Donald Trump por confiar en el pueblo argentino. Usted es un gran amigo de la República Argentina. Nuestras naciones nunca debieron dejar de ser aliadas", celebró Milei a través de un mensaje en X. El mandatario republicano, poco antes, le había felicitado por su "aplastante victoria". "Está haciendo un trabajo excelente. El pueblo argentino justificó nuestra confianza en él", añadió.

Necesaria reflexión peronista

Precisamente la baja participación ha sido la principal crítica del peronismo a la victoria de Milei. Obvian los justicialistas, por supuesto, que los grandes perjudicados han sido ellos, es decir, que son los cientos de miles de votantes que en otras ocasiones han apoyado su proyecto los que se han quedado esta vez en casa. Fuerza Patria y sus distintos aliados no solo pierden el control del Congreso, sino que apenas consiguen seis de los veinticuatro puestos de senador que se renovaban en estas elecciones.

Con todo, es probable que aún puedan bloquear determinadas medidas en la Cámara Baja, pues el equilibrio es casi total gracias a sus resultados de 2023 y, sobre todo, 2021, que aún se arrastran. Las terceras vías, como en el Congreso, resultarán decisivas. En cualquier caso, el peronismo tendrá que hacer algo más allá que apelar constantemente a "la patria" si quiere ser en 2027 una alternativa real. Su empeño en no distanciarse de Cristina Fernández de Kirchner le pasará factura mientras la expresidenta siga cumpliendo condena domiciliaria.

Entretanto, Milei y los suyos festejan con euforia y anuncian "una nueva Argentina". No se sabe cuántas van. El proyecto que comenzó en 2021 de forma difusa en los medios de comunicación se ha consolidado pese a los primeros escándalos de corrupción y las dificultades legislativas. La economía, y eso lo saben Trump y Milei, será lo que defina la continuidad del proyecto ultraliberal. Efectivo, se ve que no va a faltar.