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Trump acorrala a un Maduro "más débil que nunca": al menos 43 'narcos' muertos y el mayor portaaviones frente a Caracas

Una fuente cercana a grupos opositores señala que el chavismo cuenta con la estructura de inteligencia cubana y rusa que le ha permitido cortar numerosos intentos de sublevación en las Fuerzas Armadas.

Más información: Trump autoriza a la CIA a realizar acciones encubiertas en Venezuela mientras sobrevuela sus costas con bombarderos

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Las claves

Donald Trump intensifica la presión sobre Nicolás Maduro con la movilización del USS Gerald Ford, el mayor portaaviones del mundo, en el Caribe, cerca de Caracas.

Las operaciones militares estadounidenses en el Caribe han resultado en la muerte de al menos 43 presuntos narcotraficantes, aumentando la presión sobre el régimen venezolano.

Maduro responde a la ofensiva de Estados Unidos movilizando fuerzas armadas y milicias en Venezuela, y revelando la reserva de 5.000 misiles antiaéreos Igla-S.

La líder opositora María Corina Machado afirma que el régimen de Maduro está "más débil que nunca", sugiriendo una posible transición hacia la democracia en Venezuela.

La militarización del Caribe se intensifica. El presidente de EEUU, Donald Trump anunció este viernes el despliegue en el Caribe, apenas a unos kilómetros de Caracas del portaaviones USS Gerald Ford, el mayor del mundo. El objetivo parece claro, forzar la caída del líder venezolano, Nicolás Maduro, acorralado y debilitado.

El buque se suma a dos bombarderos B-1 que atravesaron el espacio aéreo de Venezuela, acercándose a menos de diez kilómetros del archipiélago de Los Testigos antes de volver a sus bases, según datos de vuelo de fuentes abiertas.

Estos son los últimos dos pasos de Trump, que había enviado bombarderos B-52, cazas F-35 y helicópteros MH-6 y MH-60, además de ocho buques de guerra, un submarino nuclear y unos diez mil efectivos que se han desplazado a pocos kilómetros de las aguas territoriales del país latinoamericano.

La presión está por ahora en el mar, donde el Ejército estadounidense hundió este viernes otra supuesta narcolancha en aguas del mar Caribe "operada por el Tren de Aragua", en una operación donde murieron seis "narcoterroristas", según informó el secretario de Guerra, Pete Hegseth.

En total, han muerto al menos 43 supuestos narcotraficantes desde que comenzaron los ataques contra estos esquifes.

Y es que Trump, ha declarado que esta iniciativa militar podría pasar a una nueva fase en la que se llevarían a cabo operaciones en tierra, como bombardeos para ejecutar a personas ligadas al tráfico de drogas.

El presidente justifica estas acciones al considerarlas “un problema de seguridad nacional” estadounidense, por lo que prometió “un duro golpe” a quienes señaló como responsables de cientos de miles de muertes por consumo de droga en el país.

Aunque no se menciona en todas las declaraciones al respecto, la identificación de la cúpula del Gobierno chavista, dirigida por Maduro, con la agrupación de narcotráfico conocida como el 'Cártel de los Soles' deja cierto espacio de ambigüedad para que figuras del oficialismo y la oposición se refieran a un posible plan de cambio de régimen: unos con temor, otros con esperanza.

María Corina Machado, la líder opositora recientemente galardonada con el Premio Nobel de la Paz, afirmó en una intervención grabada en el foro World in Progress Barcelona 2025 que “la libertad está cerca”.

En palabras de Machado, que se encuentra en la clandestinidad en Venezuela, el régimen de Maduro está “más débil que nunca”, lo que representa una oportunidad para “avanzar hacia una etapa final de transición pacífica hacia la democracia”.

Maduro, a la defensiva

Por su parte, Maduro ha seguido ordenando la movilización de las Fuerzas Armadas y milicias paramilitares en distintos estados del país para rechazar “los golpes de Estado de la CIA”, en referencia a la autorización pronunciada por Trump para que el principal cuerpo de inteligencia estadounidense actúe en territorio venezolano.

Sin un canal de comunicación, ha pasado a la ofensiva, dando a conocer la reserva de 5.000 misiles antiaéreos Igla-S como respuesta a los vuelos cada vez más cercanos a las costas venezolanas de aeronaves norteamericanas.

Sostiene un analista político venezolano, bajo condición de anonimato, que las operaciones militares de EE UU “buscan un cambio de régimen, aunque lo nieguen por razones de política interna, porque no es una narrativa que encaje bien con el electorado”. De este modo, las iniciativas contra el narcotráfico siguen siendo la bandera bajo la cual EE UU aumenta su presencia militar en el Caribe y, como anticipó Trump, dentro del territorio venezolano.

Según este académico, “Trump autoriza en público las operaciones de inteligencia de la CIA para convertirlas en parte de la amenaza hacia el Gobierno venezolano, un gesto inédito, aunque estas ya existían desde antes”.

Para la Administración de Trump, Maduro “representa a los regímenes opuestos a los intereses de EE UU por sus vínculos con China, Irán, Rusia y otros países que compiten con ellos en la geopolítica, y dejar al régimen venezolano funcionando implica dejarles una puerta abierta, una cabeza de playa para que sigan teniendo influencia en América Latina”, en palabras del analista, que añade que la dinámica entre los dos países consiste en ver cuál de los dos poderes se acobarda primero.

“Para que este juego funcione, a Trump no le queda más remedio que acelerar o perder credibilidad ante Rusia, China y Hamás, que representan conflictos más complicados ante los cuales ha mostrado más freno”.

Sin apertura a la negociación

Antes de que EE UU cortara las relaciones diplomáticas, la retórica del Gobierno de Maduro se había orientado hacia el apaciguamiento con el país norteamericano. Según informaciones de The New York Times, se habrían ofrecido concesiones que incluían contratos de explotación de petróleo y oro y la reducción de negocios con China, Rusia e Irán. Los presuntos acercamientos reportados por el Miami Herald de los hermanos Jorge y Delcy Rodríguez, presidente de la Asamblea Nacional (Parlamento) y vicepresidenta del país, respectivamente, para proponer un Gobierno de transición sin Maduro han abierto el debate sobre posibles amnistías para los miembros del régimen que colaboren con el cambio político.

En opinión de Juan José Monsant, abogado de derecho internacional con una larga trayectoria en seguridad y defensa, “el delito se negocia en Estados Unidos si ayudas a desentrañar las tramas criminales para no prolongar los juicios, pero sin que [los miembros del Gobierno chavista] participen en la refundación de la república”. Sin embargo, apunta que “no se puede negociar con quien haya cometido crímenes de lesa humanidad y tenga juicios pendientes en la Corte Penal Internacional”.

Monsant añade que a las acciones de EE UU les precede “la usurpación del poder público en Venezuela, además de un juicio pendiente en la Corte Penal Internacional por violaciones de derechos humanos, lo que cambia la aplicación habitual del principio de soberanía”. “Desde el punto de vista histórico, jurídico, moral y conceptual, se justifica como legítima defensa eliminar un cártel que se lucra con la droga, el tráfico de personas y los asesinatos”, afirma.

No obstante, advierte que un enfrentamiento directo corre el riesgo de derivar en una guerra de guerrillas, especialmente por la participación de cuerpos paramilitares “entrenados en la guerrilla urbana”, más allá de los milicianos de tercera edad que han aparecido en vídeos mediáticos.

Existen otras jerarquías más allá de las figuras políticas del Gobierno, como los cárteles de narcotráfico que operan dentro del país; organizaciones paramilitares y terroristas como el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y Hamás; y la presencia de representantes estatales y compañías de países como Rusia e Irán. Aunque sus guerras respectivas en Ucrania e Israel han limitado significativamente su capacidad de apoyo real, sí mantienen cooperación tecnológica, armamentística y de inteligencia.

Una fuente cercana a grupos opositores señala que el chavismo cuenta con la estructura de inteligencia cubana y rusa que le ha permitido cortar numerosos intentos de sublevación en las Fuerzas Armadas, lo que ha derivado en purgas militares. Destaca también que el equipo de Machado no tiene capacidad para enfrentar directamente a las Fuerzas Armadas y a los paramilitares chavistas, por lo que depende de lo que decida la Administración estadounidense.

Mientras tanto, la población venezolana sigue cada nueva declaración y movimiento, a la expectativa de un desenlace que podría cambiar la historia del país.