El senador republicano por Texas, John Cornyn, en un pleno en Washington, el 15 de julio de 2025.

El senador republicano por Texas, John Cornyn, en un pleno en Washington, el 15 de julio de 2025. Ken Cedeno Reuters

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Un senador pide al FBI arrestar a los demócratas que huyeron de Texas para sabotear el 'mapa' electoral de Trump

Illinois y California amenazan con responder a la ofensiva texana redibujando sus propios mapas electorales para favorecer a los demócratas.

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La batalla política por el control del mapa electoral de Texas ha escalado a un nuevo nivel.

El plan de redistribución electoral impusaldo por Trump propone redibujar los distritos legislativos del estado con un trazado que, según los demócratas, diluye el peso del voto urbano y de minorías y, según los republicanos, garantiza una representación proporcional a las áreas rurales.

A raíz de este plan, un grupo de legisladores demócratas abandonó el estado para impedir la votación, lo que llevó al senador republicano John Cornyn a pedir al FBI que colaborara en su localización y detención para forzar su regreso al pleno.

La carta de Cornyn al director del FBI, Kash Patel, sostiene que “es necesario el uso de recursos federales para localizar a legisladores que podrían estar violando la ley”. El FBI, sin embargo, no ha comentado públicamente la petición, según informó The Guardian.

Choque entre estados

La fuga de legisladores demócratas dejó sin quórum (número mínimo de legisladores exigido para una votación) a la Cámara estatal por segundo día consecutivo.

Muchos se refugiaron en Illinois, donde el gobernador demócrata JB Pritzker les ha prometido protección.

El gobernador republicano Greg Abbott presentó una petición urgente ante el Tribunal Supremo de Texas para destituir a Gene Wu, líder del caucus demócrata, que permanece en Chicago.

Wu replicó que su ausencia es “un deber moral y constitucional” para impedir que Trump “imponga un mapa que diluya el voto de millones de texanos”.

El fiscal general de Texas, Ken Paxton, también anunció que buscará declarar vacantes los escaños de los “legisladores rebeldes” si no regresan antes del viernes.

Paxton, rival de Cornyn en las primarias republicanas, advirtió: “Si no te presentas a trabajar, te despiden”.

Trump, hasta ahora relativamente silencioso, respaldó la idea de que el FBI actúe: “Puede que tengan que hacerlo. No puedes quedarte sentado, tienes que volver y pelear. Así funcionan las elecciones”, dijo a la prensa.

En una entrevista televisiva, defendió que los republicanos “tienen derecho” a las cinco plazas extra que ganarían con el nuevo mapa.

Guerra de gerrymandering

El caso ha desatado una especie de “carrera armamentística” del gerrymandering. Pritzker amenazó con redibujar el mapa de Illinois a favor de los demócratas si Texas sigue adelante.

En California, el gobernador Gavin Newsom sugirió que podría revertir la independencia de su comisión de redistribución electoral para “responder con la misma moneda”.

Gina Hinojosa, representante demócrata refugiada en Illinois, afirmó que su grupo está dispuesto a permanecer fuera de Texas “el tiempo que sea necesario” para impedir la aprobación del plan.

Cada legislador ausente se enfrenta a una multa diaria de 500 dólares y a órdenes de arresto civil emitidas por el presidente republicano de la Cámara, Dustin Burrows.

Una táctica histórica

Romper el quórum no es nuevo en Texas. En 2003, los demócratas huyeron para frenar otra redistribución, aunque entonces fracasaron.

Sin embargo, el actual contexto jurídico es distinto: desde que el Tribunal Supremo de EEUU decidió en 2019 que los tribunales federales no pueden intervenir en casos de gerrymandering partidista, las opciones legales se han reducido drásticamente ya que no se puede recurrir a tribunales federales.

Para el constitucionalista Justin Levitt, el conflicto refleja “un uso de la política no para construir, sino para castigar”, un síntoma preocupante para la salud de la democracia estadounidense.