Nicolás Maduro durante la campaña para el referéndum sobre el Esequibo.

Nicolás Maduro durante la campaña para el referéndum sobre el Esequibo. EFE

América

Maduro quiere anexionar vía referéndum Esequibo, el Gibraltar venezolano rebosante de petróleo

La consulta territorial que el régimen chavista celebrará este domingo 3 de diciembre ha tensado las relaciones entre Venezuela y Guyana, que han movilizado a sus tropas en la frontera.

2 diciembre, 2023 03:05

"Llueva, truene o relampaguee". No hay parte meteorológico capaz de frenar el referéndum que Nicolás Maduro ha convocado para este domingo 3 de diciembre. Una consulta  –en teoría sin validez jurídica– en la que se preguntará a los venezolanos si están de acuerdo o no con la anexión del Esequibo, un territorio de casi 160.000 kilómetros cuadrados en disputa con la vecina Guyana, que tiene el control de la región desde hace décadas. 

El presidente de Venezuela tampoco va a dejarse amedrentar por el fallo que emitió el viernes la Corte Internacional de Justicia (CIJ) y que exige al régimen chavista "abstenerse de tomar cualquier medida que modifique la situación actual" de un selvático territorio con grandes recursos minerales y enormes reservas petroleras. No obstante, el alto tribunal de Naciones Unidas ha optado por no obligarle a suspender el referéndum, y eso Maduro lo interpreta como una carta en blanco. 

El litigio territorial entre ambos países se remonta a la época colonial y ha pasado por varios episodios, entre ellos una resolución de un laudo arbitral en 1899 que hay quien tilda de fraudulento. Sin embargo, durante dos décadas el conflicto pasó a segundo plano. La revolución bolivariana de Hugo Chávez incluso llegó a olvidarlo, en parte por las buenas relaciones del presidente venezolano con Georgetown. Sin embargo, en 2015, este territorio administrado por Guyana comenzó a ser el principal objeto de deseo de Caracas. 

Ese año, la petrolera estadounidense ExxonMobil descubrió decenas de yacimientos de oro negro en las costas del Esequibo y resucitó a la maltrecha economía de Guyana, que es hoy uno de los países con la economía que más rápido crece en el mundo. Desde entonces, las tensiones entre Venezuela y Guyana han aumentado progresivamente. "El Esequibo, sin fronteras definidas, quedó como una especie de Gibraltar venezolano o como unas Malvinas para Argentina, pero cuando se encontraron las bolsas de petróleos el conflicto se reactivó", relata a EL ESPAÑOL Rogelio Núñez, investigador sénior asociado del Real Instituto Elcano experto en América Latina. 

Así, el interés de Maduro por la zona, un territorio más grande que Grecia y que supone dos tercios del territorio guyanés, responde a intereses económicos de una nación en crisis. Pero también, políticos. "La subida de tono sobre el tema está relacionada con la coyuntura interna. Es una jugada política con vistas a las elecciones del año que viene, en las que parece que va a haber una oposición muy competitiva", subraya Núñez. 

[El Cártel de los Soles: así ha conseguido Maduro que el narcotráfico financie su régimen en Venezuela]

Ese malestar con el Gobierno quedó de manifiesto en octubre, cuando María Corina Machado, inhabilitada por el madurismo, arrasó en las primarias de la oposición y se erigió como principal rival del actual presidente para las presidenciales de 2024. "El régimen no tiene nada que ofrecer, así que ha optado por apostar por esa reivindicación territorial porque le sirve de enganche para atraer a la población", explica el experto de Elcano. Y si el mandatario está utilizando esta cuestión a su favor es porque el Esequibo ha generado siempre una unidad nacional en los venezolanos. 

"Es una especie de daga clavada en el corazón nacionalista de los venezolanos", sostiene Núñez, que añade que "pocas cosas unen más a los venezolanos que la reivindicación de un territorio que consideran suyo". Por ello, se espera que gran parte de la población acuda el domingo a las urnas y vote a favor de "reconquistar" la zona. Sobre todo porque en noviembre se realizó un simulacro que, según el Consejo Nacional Electoral (CNE), fue un éxito por la alta participación y la ausencia de problemas técnicos. 

Manifestantes por el referéndum del Esequibo.

Manifestantes por el referéndum del Esequibo. Efe

En concreto, los votantes tendrán que responder a cinco cuestiones, una de ellas sobre si apoyan la creación de un nuevo estado en el país llamado Guayana Esequiba y la elaboración de "un plan acelerado" para dar la ciudadanía venezolana a sus 125.000 habitantes. "Recuperar la Guayana Esequiba es una misión del pueblo, es una misión de la patria", dijo Maduro hace apenas unas semanas durante la campaña. La pregunta es: ¿hasta dónde está dispuesto a llegar Maduro para hacerse con el territorio?

¿Una invasión militar?

En las últimas semanas, el Gobierno de Venezuela ha movilizado a sus tropas en la frontera con Guyana para construir un aeropuerto. Por su parte, el presidente de Guyana Irfaan Ali ha izado su bandera en la zona fronteriza y ha abierto la puerta a instalar bases militares con apoyo de Estados Unidos. Todo ello con el respaldo de la Comunidad del Caribe (CARICOM) y la Organización de Estados Americanos (OEA), en la zona. "No cederemos ni una brizna de hierba", insisten las autoridades guyanesas. 

La invasión militar por parte de Venezuela o el estallido de un conflicto es un escenario que no se puede descartar en un contexto internacional marcado por la guerra de Rusia en Ucrania y el conflicto entre Israel y Hamás en Gaza. Sin embargo, para Núñez es "poco probable" que escale a un enfrentamiento militar. Entre otras cosas porque Maduro no se lo puede permitir. 

Tras casi ocho años de recesión, la economía de Venezuela ha crecido en los últimos nueve trimestres, según datos gubernamentales. Una leve mejora a la que se le une la reciente supresión de las sanciones energéticas que Estados Unidos había impuesto contra Venezuela. "El régimen no puede ni quiere salir del contexto internacional ahora que puede volver a vender hidrocarburos", concluye Núñez. Pero matiza que eso no quita que, tras el referéndum, aumenten los gestos provocadores, como manifestaciones o agresivos discursos. Al fin y al cabo, concluye, "Maduro necesita mantener esa tensión nacionalista hasta las elecciones".