La exsenadora mexicana Xóchitl Gálvez hace su característico chasqueo, el sábado pasado en Guadalajara.

La exsenadora mexicana Xóchitl Gálvez hace su característico chasqueo, el sábado pasado en Guadalajara. Reuters

América

Xóchitl Gálvez, la indígena de derechas que pretende sacar al partido de AMLO del Gobierno de México

La candidata trata de reunificar la oposición al partido Morena en la antesala de unas elecciones que probabelmente llevarán a la presidencia mexicana a una mujer por primera vez en la historia del país.

29 agosto, 2023 02:43

Cruza los dedos con un chasqueo que parece pedir suerte, aunque su gesto estrella es en realidad otro elemento de campaña: representa la primera letra de su nombre. La candidata favorita de la oposición mexicana, Xóchitl Gálvez, sabe qué hacer ante las cámaras. Hace gala de sus orígenes indígenas y prometer progreso para los pobres. Se deja ver en bicicleta y le gustaría ser como el presidente escandinavo de Borgen. Pide al presidente, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), discutir con él en sus ruedas de prensa mañaneras.

Pero AMLO sabe que Gálvez es una amenaza. Tiene carisma, y todo indica a que, a partir del 3 de septiembre, será el tíquet de la coalición de centroderecha Frente Amplio por México. Si se convierte en la candidata de la oposición, tiene papeletas de triunfar en las elecciones de junio de 2024. De hacerlo, frustraría los planes del presidente actual de mantener en el Palacio Nacional a un 'corcholata' de Morena, el partido oficialista, probablemente la exalcaldesa de la capital Claudia Sheinbaum.

Si las candidaturas elegidas este fin de semana representan los resultados de las encuestas, la próxima presidenta de México será una mujer. A la propia Gálvez, exgobernante de Miguel Hidalgo, una de las alcaldías de mayor renta por cápita de la Ciudad de México, se enfrenta Beatriz Paredes. Ambas pertenecen al conservador Partido de Acción Nacional (PAN), y prometen arrebatar el poder a un Gobierno que considera que no ha hecho lo suficiente por las mujeres.

La exsenadora Xóchitl Gálvez conduce su bicicleta para llegar a un evento privado en Ciudad de México.

La exsenadora Xóchitl Gálvez conduce su bicicleta para llegar a un evento privado en Ciudad de México. Reuters

En un debate el pasado sábado, Gálvez y Paredes perfilaron la agenda feminista de su propuesta de Gobierno bajo el lema 'El México de las mujeres'. "Es inaceptable que desde Palacio Nacional se les agreda", dijo Gálvez en el evento en la ciudad de Mérida. La certeza de que la candidata de la coalición de centroderechas Frente Amplio será una mujer está permitiendo a ambas panistas centrar sus campañas en la igualdad de género. "Este gobierno ha quitado 263 millones de pesos para prevenir la violencia en los estados", asestó Gálvez el sábado contra el Gobierno de AMLO.

Pero Xóchitl Gálvez destaca sobre Beatriz Paredes. La primera es una política aguerrida y poco convencional que ha levantado el ánimo de una oposición en apuros. Además, aunque los sondeos de opinión muestran que Morena es por amplio margen el partido más popular, la candidata indígena está sabiendo mover hilos con otros sectores de la oposición. Es el caso del Movimiento Ciudadano, de centroizquierda, al que Xóchitl hará una propuesta de candidatura conjunta una vez salga elegida como líder de su coalición.

['Movimiento Viva México' o cómo la extrema derecha se agrupa frente a AMLO para las elecciones de 2024]

Distintas voces describen a Xóchitl como una figura que ha "galvanizado" las filas del PAN, pero también de otras agrupaciones de la oposición como el Partido Revolucionario Institucional (PRI), y el Partido de la Revolución Democrática (PRD). Este último confirmó hace unos días su apoyo a Gálvez, a quien su líder Jesús Zambrano dedicó un efusivo "¡Vamos contigo!".

A partir de la próxima semana, la precandidata del PAN podría convertirse en la unificadora de la oposición al Gobierno. Gálvez se muestra crítica con AMLO y es la mayor amenaza a su sucesora, Sheinbaum. La conservadora denuncia un alto índice de asesinatos, un sistema de sanidad pública que falla, grandiosos proyectos estatales que carecen de una lógica empresarial y políticas económicas nacionalistas que han ahuyentado a los inversores. Gálvez también alienta una victoria con argumentos como que los inquilinos del Palacio Nacional son más débiles de lo que parecen.

[Nearshoring: México prevé que su PIB crezca un 3% en 2023 a base de producir para empresas extranjeras]

Además de haber aglutinado a gran parte de la centroderecha mexicana, Xóchitl no ha dejado que su afiliación al PAN no la haga ser vista como una candidata del establishment entre la ciudadanía. Descendiente de la etnia otomí, Gálvez ha sabido avanzar un discurso con el que muchos mexicanos pueden empatizar: de niña, vendía dulces caseros en la calle, y su tesón la convirtieron en una empresaria de éxito, activista social y senadora.

Su figura es un ejemplo para muchos de los compatriotas de una nación tan desigual como la suya. "Vengo de la pobreza, represento a las poblaciones más pobres y marginadas del país", explica Gálvez en un discurso en el que expresa su voluntad por que los niños de Chiapas, uno de los estados más pobres de México, aprendan codificación e inglés. "Me costó mucho aprobar el primer semestre de universidad por mi bajo nivel académico", añade.