El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, y el de Rusia, Vladímir Putin.

El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, y el de Rusia, Vladímir Putin.

América

Biden y Putin se dan una última oportunidad para intentar frenar la guerra en Ucrania

A lo largo del sábado varios países europeos han pedido a sus ciudadanos abandonar el país, entre ellos, España.

12 febrero, 2022 11:10

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El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y su homólogo ruso, Vladímir Putin, se han dado una última oportunidad para intentar frenar la guerra en Ucrania. Después de que este viernes EEUU alertara de la inminencia de la invasión por parte de Rusia, Biden y Putin mantendrán una conversación telefónica este sábado que puede ser la antesala de un conflicto. 

La llamada se producirá después de que este viernes EEUU pidiera a sus ciudadanos que abandonaran territorio ucraniano en las próximas 24 a 48 horas ante la "posibilidad clara" de que Rusia ataque Ucrania durante los Juegos Olímpicos de Invierno, que se celebran hasta el próximo 20 de febrero en Pekín.

De igual forma, el Ministerio de Asuntos Exteriores español ha emitido este sábado un comunicado recomendando no viajar a Ucrania y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se ha puesto en contacto con el rey Felipe VI y el líder de la oposición, el popular Pablo Casado, para transmitirles la última hora de la situación. 

También el sábado, EEUU ha ordenado la salida de la mayoría de los empleados diplomáticos de Ucrania y varios países europeos han pedido a sus ciudadanos abandonar el país.

Por su parte, el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, dijo este viernes en una rueda de prensa que existe un riesgo "inminente" de una posible invasión rusa y advirtió que esa ofensiva podría comenzar con "bombardeos aéreos y ataques de misiles". Ha sido en este contexto en el que se ha anunciado la conversación entre los mandatarios ruso y estadounidense. 

Según ha confirmado este viernes un funcionario de alto rango de la Administración estadounidense Moscú había propuesto una conversación telefónica para el lunes, pero Washington prefirió adelantarla al sábado, algo que el Kremlin aceptó.

De este modo, Biden recibirá la llamada en la residencia presidencial de Camp David, en el estado de Maryland y a donde se dirigió el viernes por la tarde.

Esta será la primera conversación directa entre los dos líderes desde el 30 de diciembre, cuando Biden y Putin dejaron patentes sus diferencias sobre Ucrania en una llamada telefónica.

La tensión se ha disparado en el último mes por la denuncia de Occidente de que Rusia ha movilizado más de 100.000 soldados en la frontera con Ucrania, algo que ha llevado a los Gobiernos ruso y estadounidense a enzarzarse en una batalla propagandística.

Mientras Moscú reitera que no quiere una guerra con Kiev y que no amenaza a Ucrania, Washington alerta de que los rusos podrían atacar el país vecino "en cualquier momento".

Ucrania insta a la calma

Por su parte, Ucrania ha instado a no sembrar el pánico después de la alerta de EEUU y del llamamiento de varios países occidentales a sus ciudadanos para que abandonen el país.

"Ahora es fundamental mantener la calma, consolidarse dentro del país y evitar acciones que socaven la estabilidad y siembren el pánico", ha señalado el Ministerio de Asuntos Exteriores de Ucrania en un comunicado.

El ministerio que dirige Dmitro Kuleba recalcó que, desde el comienzo de la escalada por parte de Rusia, con el despliegue de más de 100.000 soldados en la frontera con Ucrania, el liderazgo del país, la diplomacia ucraniana y el Ejército "han estado haciendo todo lo posible para mantener a Ucrania estable y lista para varios escenarios y cualquier intención agresiva contra nuestro Estado".

El viernes, recordó que la diplomacia ucraniana, el Consejo Nacional de Seguridad y Defensa del país, presidido por el mandatario ucraniano, Volodímir Zelenski, hizo un "análisis exhaustivo" de la situación actual de seguridad.

Ucrania ha afirmado en los últimos días que la situación no es diferente a la que está acostumbrado el país desde 2014, cuando Rusia se anexionó la península de Crimea y comenzó a apoyar a los separatistas prorrusos en el este ucraniano.