El presidente estadounidense Donald Trump y Pedro Sánchez se estrechan la mano en la Cumbre de Paz de Sharm el-Sheij, Egipto.

El presidente estadounidense Donald Trump y Pedro Sánchez se estrechan la mano en la Cumbre de Paz de Sharm el-Sheij, Egipto. EUROPA PRESS

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Una veintena de congresistas republicanos instan a Bessent a incluir a España en la lista negra de EEUU por el boicot a Israel

Advierten de que el embargo de armas fomenta la discriminación económica al país de Oriente Próximo y genera inseguridad jurídica para las empresas.

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Las claves

Una veintena de congresistas republicanos han pedido al secretario del Tesoro de EEUU que evalúe incluir a España en la lista negra por boicot a Israel.

La petición se fundamenta en el embargo de armas y tecnología a Israel, así como en restricciones al tránsito de material militar a través de puertos y bases españolas.

Si España entra en la lista negra, sería el primer país europeo sancionado, lo que afectaría a empresas estadounidenses que operan en el país y tensaría las relaciones bilaterales.

La medida se produce en un contexto de creciente tensión diplomática entre España, EEUU e Israel tras el reconocimiento español de Palestina y otras restricciones impuestas por el gobierno de Sánchez.

Una veintena de diputados republicanos con peso en el Capitolio han enviado este jueves una carta al secretario del Tesoro de EEUU, Scott Bessent, instándole a que evalúe si debe incluir a España en la lista negra estadounidense de países al considerar que el Gobierno de Pedro Sánchez está llevando a cabo o promoviendo un boicot internacional contra Israel.

Los congresistas conservadores, tal y como exponen en el escrito, basan esta petición expresa en la prohibición de importación y exportación de material de defensa, productos y tecnología de doble uso con Israel aprobada por el Gobierno el pasado septiembre como respuesta al "genocidio en Gaza", además del veto de entrada en España de barcos y aviones con armamento destinado al Ejército de Benjamin Netanyahu o el tránsito de combustible por puertos y espacio aéreo.

También detallan que el pasado septiembre el Gobierno prohibió el tránsito de un cargamento de armas estadounidenses a Israel por las bases de Rota y Morón de la Frontera.

La carta advierte de que esas políticas fomentan la discriminación económica al país de Oriente Próximo y, además, generan inseguridad jurídica para las empresas estadounidenses que operan en España.

La inclusión de España en la lista negra del boicot a Israel dependería del Tesoro. El proceso puede iniciarse siempre y cuando el Departamento haya recibido una denuncia por parte de las empresas afectadas o una petición del Ejecutivo o del Congreso, como en este caso, aunque no sea necesaria su aprobación en la Cámara de Representantes ni una orden ejecutiva de manos del presidente.

El Departamento encabezado por Bessent es el encargado de evaluar si un gobierno extranjero está exigiendo, promoviendo o condicionando actividades comerciales que supongan la participación en un boicot internacional contra Israel considerado ilegal por la legislación estadounidense, mediante el estudio de las legislaciones aprobadas por el Ejecutivo -en este caso el español- o las prácticas llevadas a cabo.

Qué supondría

España sería el primer país europeo y aliado occidental de EEUU en entrar en esta lista, ya que actualmente está compuesta únicamente por países árabes que en algún momento han puesto trabas a las relaciones comerciales de Israel, entre ellos Irak, Kuwait, Líbano, Libia, Arabia Saudí, Siria, Yemen, Qatar o Emiratos Árabes Unidos.

Entrar en la lista negra del boicot a Israel acarrearía posibles sanciones para empresas y ciudadanos estadounidenses que operan en España mediante la imposición de exigencias legales y fiscales con el fin de evitar que se alineen con, a su parecer, el intento de aislamiento económico y comercial a Israel.

Para ello, los republicanos se apoyan en la enmienda Ribicoff, un instrumento legal que forma parte de la Ley Fiscal de 1976 bajo el que EEUU puede imponer sanciones a las empresas que participen en boicots internacionales contra Israel con la idea de asegurar que las empresas estadounidenses no se vean obligadas a formar parte de estas presiones comerciales.

Aunque no supondría ninguna sanción directa contra España, afectaría a su posición internacional.

Un paso en un momento sensible

La entrada de España en esta lista sería un movimiento sensible para las relaciones entre Madrid y Washington, después de que un portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos afirmara que las medidas adoptadas por el Gobierno de Pedro Sánchez "envalentonan a los terroristas" de Hamás.

La diplomacia estadounidense calificó como "profundamente preocupante" que España optara por "limitar potencialmente las operaciones estadounidenses y dar la espalda a Israel el mismo día en que seis personas fueron asesinadas en Jerusalén".

La tensión de las relaciones comerciales entre ambos países también ha estado condicionada por la negativa de Sánchez a aumentar el gasto en Defensa al 5% del PIB español: Trump ha cargado en reiteradas ocasiones contra la gestión del líder socialista por su negativa en esta materia incluso llegando a amenazar con expulsar a España de la OTAN o con aumentarle los aranceles.

Bessent, cabeza del departamento que estudiaría la propuesta republicana, ya advirtió a Sánchez por sus acercamientos con China ante el proteccionismo comercial de la Administración de Donald Trump: "Sería como cortarse el cuello", aseguró.

Asimismo, las relaciones diplomáticas con Israel también están en la cuerda floja desde que Sánchez reconoció a Palestina como estado independiente en mayo de 2024.

España tiene prohibida la entrada a dos ministros de Benjamín Netanyahu, los ultraderechistas Bezalel Smotrich e Itamar Ben Gvir, después de que el gobierno hebreo vetara el acceso a su país de la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, y la ministra de Infancia y Juventud, Sira Rego.