Fotografía de la destrucción causada por un tornado este sábado en la ciudad de Rio Bonito do Iguaçu, estado de Paraná (Brasil).

Fotografía de la destrucción causada por un tornado este sábado en la ciudad de Rio Bonito do Iguaçu, estado de Paraná (Brasil). Efe.

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Al menos seis muertos y más de 750 heridos por un tornado que ha devastado varias localidades del sur de Brasil

Con vientos que alcanzaron velocidades de hasta 250 kilómetros por hora destruyó cerca del 80 % de las viviendas en Río Bonito do Iguaçu.

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Un tornado con vientos de hasta 250 km/h ha causado al menos seis muertos y más de 750 heridos, nueve de ellos graves, en el estado de Paraná, sur de Brasil.

Río Bonito do Iguaçu ha sido la localidad más afectada, con cerca del 80% de sus viviendas destruidas y miles de familias sin servicios básicos como agua y electricidad.

El gobierno estatal ha decretado el estado de emergencia en 14 municipios y desplegado hospitales de campaña y equipos de rescate ante la magnitud de los daños.

El fenómeno, asociado a una supercelda, ocurre días antes del inicio de la COP30, subrayando la preocupación por el aumento de eventos meteorológicos extremos en la región.

Al menos seis personas perdieron la vida y más de 750 resultaron heridas, nueve de ellas en estado grave, tras el paso de un fuerte tornado que azotó varias localidades del estado de Paraná, en el sur de Brasil, frontera con Paraguay.

Según informó la Defensa Civil este sábado, los vientos, que alcanzaron velocidades de hasta 250 kilómetros por hora, provocaron una devastación generalizada.

Las localidades más afectadas fueron Río Bonito do Iguaçu, donde se confirmaron cuatro de las muertes, y Guarapuava, con una víctima mortal más. En total, 14 municipios decretaron el estado de emergencia debido a los daños sufridos

Según las autoridades, el fenómeno, acompañado de intensas lluvias, granizo y ráfagas violentas, destruyó cerca del 80 % de las viviendas en Río Bonito do Iguaçu, una ciudad de unos 13.500 habitantes. Los fuertes vientos arrancaron techos, derribaron árboles y dejaron a miles de familias sin energía eléctrica ni agua potable.

"Entre el 80 % y el 90 % de la ciudad fue colapsada. Aún no tenemos el número exacto de personas que están desabrigadas", declaró el secretario de Seguridad Pública de Paraná, coronel Hudson Leoncio Teixeira.

Por la información que se tiene hasta ahora, los devastadores efectos del tornado provocaron que en la madrugada de este sábado unas 3.000 viviendas permanecieran sin servicios básicos.

Ante la magnitud del desastre, el gobierno estatal instaló un hospital de campaña para atender la alta demanda médica y no descarta que el número de víctimas aumente."Nuestros equipos dijeron que encontraron un escenario de guerra. Tenemos bomberos de varias regiones de Paraná realizando tareas de búsqueda y rescate de víctimas. Nuestra prioridad es salvar a las personas que aún no han sido localizadas", afirmó el subcomandante del Cuerpo de Bomberos, Jonas Emmanuel Benghi Pinto.

Especialistas del servicio meteorológico confirmaron que el desastre fue causado por un tornado formado dentro de una supercelda, un tipo de tormenta severa caracterizada por su gran duración y una corriente ascendente rotatoria.

"La Defensa Civil y nuestras fuerzas de seguridad están en alerta, movilizadas y atendiendo las ciudades afectadas por las fuertes tempestades", declaró en redes sociales el gobernador Ratinho Junior, quien anunció que viajaría a la zona afectada en el transcurso del día.

Mientras tanto, los estados vecinos de Río Grande do Sul y Santa Catarina también se mantienen en estado de emergencia ante el paso de un ciclón extratropical que avanza hacia el norte. En São Paulo, el más poblado del país, las autoridades emitieron alertas preventivas para varios municipios por la posibilidad de que el fenómeno alcance su territorio este fin de semana

Estas advertencias se producen apenas dos días antes del inicio en Belém, capital del estado amazónico de Pará, de la Conferencia Climática COP30, donde se abordarán medidas globales para enfrentar el aumento de los eventos meteorológicos extremos vinculados al cambio climático.