La candidata independiente a las elecciones presidenciales de Irlanda, Catherine Connolly. Reuters
La izquierdista Catherine Connolly, apoyada por el Sinn Féin, virtual ganadora en las elecciones de Irlanda
La candidata independiente a las presidenciales, crítica con la OTAN y la UE, lidera los recuentos con una gran mayoría y su principal rival, Heather Humphreys, ya la ha felicitado.
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La candidata del bloque progresista a las elecciones presidenciales de la República de Irlanda, Catherine Connolly, es la virtual ganadora de los comicios celebrados este viernes y cuyos resultados oficiales se conocerán en las próximas horas.
Los datos provisionales del recuento de votos otorgan a la izquierdista una amplia mayoría y la candidata democristiana del Fine Gael, Heather Humphreys, ya ha admitido su derrota y felicitado a su rival por su victoria.
Connolly, abogada de 68 años, se ha granjeado el apoyo de las generaciones más jóvenes para suceder al presidente saliente, el veterano laboralista Michael D. Higgins, después de dos mandatos que comenzaron en 2011 y que lo han llevado a romper la habitual neutralidad del cargo al posicionarse en asuntos internacionales como la situación en la Franja de Gaza o la guerra en Ucrania.
Aunque en el país católico el presidente tiene un rol limitado y prácticamente simbólico, el perfil ideológico de Connolly, el hecho de que será la tercera mujer en asumir el cargo y el apoyo del Sinn Féin han despertado especial polarización entre los electores.
De carácter izquierdista, su tono crítico hacia la OTAN, Estados Unidos y la Unión Europea en el pasado le ha valido una fama de radical entre el electorado de edades más elevadas o de posiciones más conservadoras.
Aunque concurría en condición de candidata independiente, está respaldada por el bloque progresista, cuyo núcleo es el partido nacionalista Sinn Féin, antiguo brazo político del ya inactivo IRA y líder de la oposición en la pasada legislatura.
Imagen de un colegio electoral en Dublín durante los comicios celebrados este viernes. Reuters
La crisis de la vivienda, el coste de la vida o la migración serán algunos de los aspectos que más preocupan a los irlandeses, muy desencantados políticamente.
Casi la mitad del electorado (3,6 millones de personas) declaró no sentirse representados por ninguno de los candidatos presidenciales y en la última cita electoral, la participación fue del 44%.
Las cifras de participación y el apoyo a cada una de las candidaturas se anunciarán en las próximas horas en el Castillo de Dublín, pero el primer recuento otorga a Connolly el 63% de los apoyos, por delante del 29% de la candidata Heather Humphreys y el 7% acumulado por la exfigura del fútbol gaélico Jim Gavin.
Giro a la izquierda
Nacida en Galway en 1957, Connolly comenzó su carrera política en el Partido Laborista, pero lo abandonó en 2007.
Como independiente, consiguió su primer escaño en 2016 y dos años después se convirtió en la primera vicepresidenta del Dáil (Cámara baja) del Parlamento irlandés.
Esto le granjeó el apoyo del bloque progresista, una alianza donde el Sinn Féin, segunda fuerza en las últimas generales, es el partido principal.
Imagen del merchandising en apoyo a la candidatura de Connolly. Reuters
La República de Irlanda nunca ha tenido un Ejecutivo liderado por la izquierda y en los últimos años la coalición bipartidista de centroderecha formada por Fine Gael y Fianna Fáil ha ostentado el poder.
La victoria de Connolly se explica como un síntoma del rechazo al bipartidismo y un giro a la izquierda de los jóvenes irlandeses.
La candidata democristiana del Fine Gael, Heather Humphreys, felicitó a Connolly a primera hora de la tarde y aseguró que va a ser "la presidenta de todos".
La ganadora también compartió un mensaje agradeciendo el apoyo y manifestando estar "encantada" por los resultados, a la espera de su oficialidad una vez termine el recuento.