Simpatizantes del expresidente Uribe portan pancartas en las proclaman su inocencia. Reuters
El uribismo se echa a las calles en el Día de la Independencia para pedir la libertad de su líder: "Yo apoyo al presidente eterno"
Las manifestaciones marcan el inicio de la precampaña electoral en un ambiente de extrema polarización en el que Petro ha tildado a la oposición de "traidores a la patria".
Más información: La sentencia al expresidente Álvaro Uribe divide a Colombia y ahonda la polarización en el país sobre su figura
Las calles de Colombia, vuelven a mostrar la temperatura política de un país sumergido en la polarización. El uribismo, en una exhibición de músculo, se ha echado a las calles para rechazar la sentencia por soborno de testigos y fraude procesal del expresidente Álvaro Uribe.
En una jornada que supone el inicio del camino hacia las elecciones del año próximo, los manifestantes denuncian que la sentencia contra Uribe de 12 años de prisión, que cumplirá en su domicilio, se debe a una "justicia politizada" y señalan al actual presidente, el exguerrillero Gustavo Petro, como responsable.
"Me indigna todo lo que ha pasado con el caso de Uribe, me indigna todo lo que pasa en Colombia y me indigna cómo la justicia es manipulada", expresó a EFE Luis Gabriel Cortés, uno de los manifestantes en Bogotá.
Horas antes, Petro, exguerrillero del M-19, calentó la jornada de protestas con una alocución en la que tachó de "traidores a la patria" a los opositores que critican la sentencia.
"A la Justicia se le respeta en Colombia y en EEUU. Colombianos que se van allá a destruir la Justicia en Colombia, (son unos) traidores a la patria, no una oposición", aseguró.
En un tono muy similar al del fallecido presidente venezolano Hugo Chávez, desafió también a uno de los mayores grupos empresariales y les dijo que estaba dispuesto a comprar el canal de televisión RCN.
Sus declaraciones, en línea con una parte de la sociedad colombiana, convocaron a más detractores que se sumaron a las protestas.
Respaldo en su bastión
Especialmente numerosa fue la protesta en Medellín, ciudad natal del expresidente y gran bastión electoral del uribismo, donde miles de personas recorrieron las calles ondeando banderas de Colombia y gritando "Viva el gran colombiano Uribe".
"Uribe no cae, Uribe levanta a Colombia", decía en una enorme pancarta que cargaban varios manifestantes.
Entre los asistentes en Medellín estuvo el hijo menor del expresidente, Jerónimo Uribe, habitualmente ajeno a los actos políticos, que llevaba puesta una camiseta blanca como la mayoría de manifestantes.
Partidarios de Uribe también salieron con fotos del expresidente a defender su inocencia en las calles de Bogotá, Cali, Cúcuta, Manizales y Cartagena, entre otras ciudades.
Todos ellos piden que se anule la sentencia emitida el pasado 1 de agosto, cuando la jueza Sandra Heredia condenó a Uribe a una pena de 12 años de prisión, una multa de más de 3.400 millones de pesos colombianos (unos 822.000 dólares) y además lo inhabilitó por más de ocho años para el ejercicio de funciones públicas.
El caso se remonta a 2012, cuando el senador de izquierda Iván Cepeda inició una investigación contra Uribe en la que trataba de demostrar los vínculos del expresidente con los grupos paramilitares.
El senador recabó el testimonio de varios exlíderes paramilitares y Uribe le denunció al considerar que les había presionado para forzar sus declaraciones.
La Justicia rechazó esa acusación y, en cambio, consideró que había sido Uribe quien les había manipulado para que manipularan su testimonio contra Cepeda.
El inicio de la campaña
Este jueves marca también el inicio de la cuenta atrás para el final de mandato de Petro, que concluirá en 365 días.
Se abre una campaña electoral que promete elevar de nuevo la polarización colombiana a los niveles que alcanzó en 2018, cuando el uribista Iván Duque derrotó al exguerrillero Petro en la segunda vuelta de las presidenciales.
Tras el éxito de la protesta, Uribe pidió a los colombianos que elijan el año próximo un "gobierno de transición" que garantice la estabilidad democrática del país.
"Lo único que les pido es que afiancemos la elección de un gobierno que despeje los nubarrones para que brille la libertad (...) Necesitamos un gobierno de transición que proyecte con estabilidad a largo plazo el futuro democrático de la nación", manifestó desde su residencia.
Para el expresidente, los próximos comicios constituyen una oportunidad para dar un giro y que Colombia "no sea la nación de más criminales, sino la de mayor determinación para desarmar criminales".
"Que tengamos un Gobierno y un Congreso que anulen cualquier expectativa de legalización de la droga y construyan los cimientos de la libertad en la educación, el deporte, la cultura y en el emprendimiento de los jóvenes. Que nuestros jóvenes no tengan que vivir del microtráfico, que encuentren su dignidad material y espiritual actual en la ciencia y en la creatividad", concluyó.