Rusia acusa a Ucrania del ataque a dos aeródromos situados a varios cientos de kilómetros del frente

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Ucrania lanza su ofensiva más audaz de la guerra: ataca los bombarderos rusos a 200 km. de Moscú

Los ataques demuestran por primera vez que Kiev tiene la capacidad y la intención de alcanzar objetivos militares situados en el corazón de Rusia.

6 diciembre, 2022 02:45

Ucrania ha lanzado su ataque más audaz, descarado e intrépido en los más de nueve meses que llevamos de guerra. Ha alcanzado dos bases militares rusas que están situadas a centenares de kilómetros de la frontera ucraniana. Una de ellas, la de Riazán (Diaguilevo), se encuentra a las puertas de Moscú: a menos de 200 kilómetros de la capital (distancia que en coche se recorre en algo más de tres horas). La otra, la de Sarátov (Engels), está a 700 kilómetros de la primera línea del frente.

Para lograrlo, las Fuerzas ucranianas han utilizado drones no tripulados, según han informado desde el ministerio de Defensa ruso y según ha confirmado al diario The New York Times un alto funcionario ucraniano que no ha querido revelar su identidad.

Los drones despegaron desde territorio ucraniano y, de acuerdo con la información del diario estadounidense, al menos uno de los ataques se hizo con la colaboración de las Fuerzas especiales cercanas a la base, que ayudaron a guiar los drones hasta el objetivo. Así lo asegura el alto funcionario mencionado por el New York Times, que ha preferido mantenerse en el anonimato al tratarse de información confidencial.

Imagen vía satélite de los bombarderos rusos de la base aérea de Engels, en Sarátov.

Imagen vía satélite de los bombarderos rusos de la base aérea de Engels, en Sarátov. Maxar / Reuters

Esta ofensiva demuestra que Kiev tiene la capacidad y la intención de atacar bases militares situadas en el corazón de Rusia, algo que supone una escalada en la guerra y que demuestra, por primera vez en nueve meses de conflicto, la capacidad de Ucrania para atacar desde largas distancias.

El Kremlin sostiene que las armas utilizadas por el Ejército ucraniano para perpetrar el ataque eran drones de la era soviética que han alcanzado los aeródromos militares de Riazán y Engels (Sarátov), a unos 483 kilómetros de la frontera con Ucrania. También señalan que su Ejército consiguió interceptar los drones y que "la caída y la explosión de los restos" habrían provocado "daños menores" en dos aviones y habrían matado a tres militares y herido a otros cuatro.

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La base aérea de Engels se encuentra a las orillas del Volga, en el sur de Rusia. Allí se encuentran algunos bombarderos rusos de largo alcance con capacidad nuclear, incluidos el Tupolev-160 y el Tupolev-95. Los funcionarios ucranianos señalan que es uno de los lugares desde los que Rusia orquesta su implacable campaña para atacar con misiles su infraestructura. Ataques que han dejado a millones de ucranianos sin luz, calefacción ni agua ahora que comienza el invierno.

En redes sociales han aparecido imágenes grabadas por cámaras de seguridad de un complejo de apartamentos situado muy cerca de la base. Y en ellas se ve una gigantesca bola de fuego iluminando el cielo.

La otra explosión se ha producido en la base militar de Diaguilevo, en la ciudad de Riazán, que se encuentra a menos de 200 kilómetros de Moscú. Allí es donde ha habido muertos y heridos, según ha informado la agencia estatal de noticias rusa RIA Novosti.

Reacción rusa

Sin embargo, la reacción del Kremlin no se hizo esperar y, poco después, Rusia lanzó una lluvia de misiles contra varias ciudades ucranianas que ha dejado al menos cuatro civiles muertos. Y ha supuesto un nuevo golpe a las instalaciones de la infraestructura energética. De hecho, tras el bombardeo la compañía estatal Ukrenergo se vio obligada a realizar cortes de emergencia del suministro eléctrico.

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Según el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, el Ejército ruso lanzó este lunes 70 misiles y la mayoría de ellos fueron derribados, aunque "desafortunadamente" todavía no pueden garantizar "la seguridad completa del espacio aéreo" puesto que hubo varios impactos.

No obstante, el mandatario ha expresado su agradecimiento a sus socios europeos por los sistemas de defensa aérea que están utilizando. "Cada misil ruso derribado es una prueba concreta de que el terrorismo puede ser derrotado", ha afirmado en su habitual mensaje nocturno, palabras que ha recogido Efe.

El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, en su visita a Jersón del pasado 14 de noviembre.

El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, en su visita a Jersón del pasado 14 de noviembre. Reuters

Zelenski ha sostenido este lunes que "firmar algo" con Rusia "no traerá la paz", porque "seguramente romperán cualquier acuerdo alcanzado con ellos". "Ceder cualquier elemento de la seguridad de otra persona a Rusia significa una nueva guerra", ha aseverado.

El presidente ucraniano ha hecho esta consideración al comentar la jornada de ataques con misiles rusos que ha sufrido su país, justamente cuando se celebra el aniversario del Memorándum de Budapest firmado en 1994 por Rusia, Estados Unidos y Reino Unido; que establecía garantías de seguridad frente al uso de la fuerza contra la independencia política de Ucrania.

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"Con el ataque con misiles de hoy, Rusia marcó el aniversario del Memorando de Budapest -ha dicho-. El destino de este documento da respuestas a muchas preguntas actuales sobre Rusia. Simplemente, firmar algo con estos terroristas no traerá la paz. Seguramente romperán cualquier acuerdo alcanzado con ellos. Ceder cualquier elemento de la seguridad de otra persona a Rusia significa una nueva guerra".

Por ello, Zelenski ha opinado que el mundo debe ser consciente de que "sólo el desmantelamiento de las capacidades terroristas rusas", la liberación de todos sus territorios "y hacer que los asesinos rindan cuentas traerá la paz". "Creo que lo conseguiremos", ha sentenciado.