Benjamín Netanyahu, ex primer ministro de Israel, en un evento ante sus seguidores.

Benjamín Netanyahu, ex primer ministro de Israel, en un evento ante sus seguidores. GTRES

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Votar en contra de sus principios: el plan de Netanyahu para recuperar el poder de Israel

El ex primer ministro se ha opuesto a una ley que favorece a los colonos de Cisjordania, parte clave de su base electoral. 

9 junio, 2022 02:10

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Hace ya un año que Benjamin Netanyahu fue destronado. Un año desde que ocho partidos, que van desde la extrema derecha hasta la izquierda, pasando por una formación árabe, se unieron en una extraña coalición con el único objetivo de derrocar al que fue primer ministro de Israel durante 12 años. Netanyahu nunca quiso irse y ahora parece tener un plan para recuperar el poder que un día fue suyo: votar en contra de sus propios principios. 

El lunes, el partido conservador Likud, liderado por el ex primer ministro, se opuso a una ley clave que beneficia a los cerca de 430.000 colonos israelíes que se han instalado en Cisjordania desde 1967 y que representan una parte clave en su base electoral.

Esa postura, a la que se le suma el apoyo de los ultraortodoxos y la extrema derecha, ha tumbado la prórroga de la normativa que aplica los estatutos civiles a los judíos de la zona y les permite vivir como si estuviesen en Israel. 

Una ley que lleva extendiéndose sin problema durante décadas y que si no se aprueba antes del 1 de julio, colocará a los israelíes en la misma situación legal que a los palestinos de la misma área, que están sometidos al régimen de ocupación militar. Así, los colonos podrían perder beneficios como la Seguridad Social o la libertad de entrar libremente en Israel.

Benjamín Netanyahu y Donald Trump en la Casa Blanca, reforzando su alianza en 2019.

Benjamín Netanyahu y Donald Trump en la Casa Blanca, reforzando su alianza en 2019. GTRES

Hay quien dirá que Netanyahu se ha pegado un tiro en su propio pie. Sobre todo porque durante su extenso Gobierno fue en un férreo defensor de los judíos colonos en el territorio. Llegó a construir cientos de casas en diversos asentamientos e incluso propuso -con ayuda de su aliado Donald Trump- anexionar un 30% de Cisjordania a Israel. Ahora bien, Netanyahu no ha cambiado de creencias; sabe bien lo que hace. 

Bloquear la votación forma parte de una estrategia para asestar un golpe al actual primer ministro, Naftali Bennett, que ha visto cómo empieza a desmoronarse su ya de por sí frágil Gobierno.

Debilitada por una oleada de renuncias políticas y la escalada de violencia en Israel de los últimos meses, que exacerbó las diferencias entre los socios, la alianza sufrió un fuerte golpe el pasado abril, cuando Idit Silman, líder de la coalición desertó para fugarse a Likud. Un movimiento devastador que despojó al Gobierno de su mayoría en el parlamento, conocido como Knesset.

El Gobierno de coalición, en la cuerda floja

Ahora, los lazos que unen la coalición parecen estar a punto de romperse gracias al giro estratégico de la formación de Netanyahu. "Bennett, a casa. Se acabó. Es hora de devolver Israel a la derecha", clamaba un tuit el ex primer ministro después de la votación. 

Una estrategia que la izquierda y algunos partidos árabes trataron de contrarrestar votando a favor de prorrogar una ley que aborrecen. Y es que, señalan, fomenta el apartheid israelí contra la población palestina en Cisjordania que han denunciado en múltiples ocasiones Naciones Unidas y organizaciones como Amnistía Internacional. 

No obstante, algunos parlamentarios no pudieron doblegar su conciencia y, según recoge The Washington Post, decidieron votar contra la ley, a pesar de que eso podía precipitar la ruptura total de la alianza política. 

El ex primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, está acusado de cohecho, fraude y abuso de poder

Todavía queda una segunda votación, que Bennet podría convocar la semana que viene, según informan medios locales. "El Gobierno volverá más fuerte", señalaron los socios de Bennett tras el varapalo electoral, según recoge Europa Press

Sin embargo, hay quien apunta que podría ser la estocada final para la coalición. Sobre todo porque incluso el propio Gobierno lo considera una prueba para ver si el proyecto debe o no seguir existiendo, tal y como señaló el ministro de Justicia israelí, Gideon Saar, la semana pasada. Y donde algunos ven un ensayo, Netanyahu ve su oportunidad de volver al poder... a pesar de los cargos de cohecho, fraude y abuso de confianza de los que le acusa la Fiscalía.