Los nuevos ministros de Interior y Cultura de Macron: Gérald Darmanin y Roselyne Bachelot.

Los nuevos ministros de Interior y Cultura de Macron: Gérald Darmanin y Roselyne Bachelot. Efe

Mundo Francia

Un acusado de violación y la ministra que acusó a Nadal de dopaje, en el nuevo Gobierno de Macron

Gérald Darmanin, nuevo ministro de Interior y Éric Dupont-Moretti, ministro de Justicia, son los nombramientos que más polémica han generado.

7 julio, 2020 19:44

El nuevo Gobierno de Emmanuel Macron, que este martes celebró su primer Consejo de Ministros, ha puesto en pie de guerra a las asociaciones feministas por dos nombramientos polémicos: el del nuevo titular de Interior, Gérald Darmanin. Y el del ministro de Justicia, el mediático abogado Éric Dupont-Moretti.

Por ello el feminismo francés se congregó ante la puerta del Consejo de Ministros para mostrar su descontento. En su punto de mira, dos figuras: Darmanin, sobre quien pesa una acusación de violación, y Dupont-Moretti, que con frecuencia se ha pronunciado contra el movimiento MeToo.

"Es un insulto al feminismo", asegura la portavoz de la asociación feminista 'Osez le feminisme', Fabianne el Khoury, que considera que con esos dos nombres el Ejecutivo no puede presumir de la vocación igualitaria de la que presume el presidente, Emmanuel Macron.

Esos dos nombramientos han ocultado que, por vez primera, el Gobierno francés cuenta con más mujeres que hombres. Ante la protesta, el nuevo portavoz del Ejecutivo, Gabriel Attal, se defendió asegurando que "este Gobierno no defenderá con menos fuerza los derechos de las mujeres".

Sobre Darmanin, Attal antepuso la presunción de inocencia que debe también prevalecer para los políticos y señaló que la investigación no le inhabilita para figurar en el Gobierno.

En cuanto al nuevo titular de Justicia, el portavoz aseguró que, independientemente de sus opiniones pasadas, "una vez que entra en el Gobierno es solidario con sus posiciones". Las feministas no ocultan la contradicción de situar a un hombre acusado de violación al frente de las fuerzas del orden.

Otro nombramiento que ha despertado polémica, aunque esta vez en España, ha sido el de Roselyne Bachelot como ministra de Cultura. Lo llamativo de Bachelot es que ella fue ministra de Deportes con Sarkozy y acusó entonces en numerosas ocasiones a Rafa Nadal de dopaje. Acusaciones por las que resultó condenada en 2017 y por las que tuvo que indemnizar al tenista con 10.000 euros.

En marzo de 2016, en un programa de televisión, Bachelot fue preguntada sobre el positivo de la rusa Maria Sharapova y acusó al mundo del tenis de no ser transparente en la lucha contra el dopaje, al tiempo que se mostró convencida de que Nadal se dopaba.

Un Gobierno que recuerda a Sarkozy

Cuenta el diario Le Figaro que, nada más conocerse la composición del nuevo Ejecutivo en la tarde de este lunes, Sarkozy recibió un mensaje de un antiguo colaborador: "Señor presidente, estoy sorprendido de que nadie me haya avisado de que usted ha vuelto".

El nuevo gabinete integra a varios de sus más fieles seguidores descontentos con el rumbo de Los Republicanos, su partido, que rechazó al expresidente en las primarias de 2016. Ahora han encontrado acomodo junto al actual inquilino del Elíseo.

El caso más paradigmático es el del nuevo primer ministro francés, Jean Castex, quien trabajó codo con codo junto a Sarkozy en el tramo final de su mandato y que lo primero que hizo nada más ser nombrado por Macron fue llamar a su antiguo jefe.

Macron en primera línea

Muchos consideran que, con el nombramiento al frente del Gobierno de este alto funcionario que hasta ahora estaba lejos de la vanguardia mediática, el presidente quiere estar más en la primera línea ejecutiva.

Un signo que le acerca también a Sarkozy, quien estaba obsesionado con ocupar todo el espacio mediático hasta el punto de que su imagen quedó demasiado expuesta a la crítica, una de las claves de su derrota en las urnas en 2012.

Castex no es el único miembro del Ejecutivo que, lejos de renegar de su cercanía a Sarkozy, presume de ella.

El nuevo ministro del Interior, Gérald Darmanin, no pierde ocasión de subrayar su amistad con el hombre que presidió Francia entre 2007 y 2012. Darmanin dirigió la campaña de Sarkozy en las primarias de 2016 y antes fue uno de sus más allegados hombres de partido.

Cada paso en política, asegura este ministro de 37 años, viene respaldado por los consejos de Sarkozy, que casi le forzó a entrar en el Ejecutivo de Macron en 2017, entonces como titular de Hacienda, lo que le valió su exclusión de Los Republicanos.

Ahora Darmanin ha crecido y, con su llegada a Interior, se convierte en una de las figuras ascendentes del Ejecutivo, puesto que en su anterior cargo estaba bajo la tutela del titular de Economía, Bruno Le Maire.

Darmanin el discípulo

El joven ministro parece seguir los pasos de su mentor. Ambos comenzaron en la política municipal y, antes que Darmanin, Sarkozy ocupó las carteras de Hacienda e Interior. El veterano político también pasó por Economía antes de dar el salto a la Presidencia.

Le Maire nunca ha sido sarkozista, pero ambos han compartido muchos gabinetes, rivalidades y, en los últimos años, una proximidad evidente.

El titular de Economía, que también ha ganado peso en esta remodelación ministerial, fue rival de Sarkozy en las primarias de 2016 y uno de sus principales críticos entonces, deseoso de presentarse como una figura fresca frente al pasado que representaba el expresidente.

Tampoco fue una de sus ministras más afines Roselyne Bachelot, que durante los cinco años de la presidencia de Sarkozy ocupó diferentes carteras, pero que siempre dijo tener una mayor proximidad con el entonces primer ministro, François Fillon.

Pero la nueva titular de Cultura reconoce el influjo del expresidente y ambos conversan de forma regular.

El nuevo ministro de Justicia, Eric Dupont-Moretti, un polémico y reputado abogado penalista que ha defendido a todo tipo de clientes, es muy amigo del letrado de Sarkozy.

Ambos comparten una fuerte animadversión por la Fiscalía Financiera, responsable de algunos de los casos que el expresidente tiene pendientes con la Justicia y que ahora estará bajo la batuta de Dupont-Moretti.