Un sobrino y un ahijado de Maduro se enfrentan a posible cadena perpetua por narcotráfico.

Un sobrino y un ahijado de Maduro se enfrentan a posible cadena perpetua por narcotráfico. REUTERS/Marco Bello

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Los 'narcosobrinos' de Maduro se declaran inocentes entre lágrimas

Un sobrino y un ahijado del mandatario venezolano acusados por narcotráfico en EEUU han comparecido ante el juez. El segundo no ha podido evitar llorar.

17 diciembre, 2015 19:04
Nueva York

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Vestidos con camiseta azul y pantalones de algodón azules de presidiaros, Efrain Antonio Campo Flores -ahijado de Nicolás Maduro- y Franqui Francisco Flores de Freitas -sobrino-, conocidos como los “narcosobrinos” del presidente de Venezuela se han declarado inocentes este jueves ante la Justicia de Estados Unidos de los cargos que pesan sobre ellos por tráfico de cocaína.

Campo Flores ha sido el primero en entrar en la sala del juez Paul Crotty, de la Corte del Segundo Circuito del Sur de Nueva York. Apenas se había sentado flanqueado por sus abogados, ha roto en llanto. Unos minutos después, ha entrado Flores de Freitas.

Crotty les ha preguntado a ambos si conocían la acusación en su contra y si la entendían. Ambos, que han seguuido las palabras del juez a través de un traductor, han respondido que sí. Llegado su turno, han respondido respectivamente de la misma manera cuando el juez les ha preguntado cómo se declaraban: “No culpables”.

Ambos venezonalos están representados por defensores públicos. El abogado de Campo Flores, Kafahni Nkrumah, ha dicho a la prensa tras la audiencia que preparará el caso de su cliente como “si fuera a juicio”, y que desconocía si había un acuerdo en proceso con los fiscales federales.

“Es un hombre joven que enfrenta cargos serios por tráfico de drogas en Estados Unidos. Está nervioso”, ha admitido Nkrumah, explicando así sus lágrimas.

El juez Crotty ha fijado la siguiente audiencia para el próximo 29 de febrero. Los dos acusados se encuentran en prisión en Manhattan (Nueva York). Los fiscales federales los han acusado de “conspirar para importar cinco o más kilos de cocaína a los Estados Unidos desde otro país” y de “distribuir cinco o más kilos de cocaína sabiendo y con la intención de importarlos en los Estados Unidos”. Los cargos pueden conllevar una pena de cadena perpetua.