Sexo tántrico: en qué consiste y cómo practicarlo, en palabras de experta

Las posibilidades que nos brindan la sexualidad son casi infinitas. Muchas prácticas, más o menos conocidas y, en ocasiones, propensas a prejuicios, pueden resultar de lo más satisfactorias, tanto en solitario como en pareja.

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Una de ellas es la conocida como "sexo tántrico", una forma más lenta y meditada del sexo. Descubrimos sus pautas con Paola Benavides, portavoz de JOYclub.

¿En qué consiste el sexo tántrico? 

El sexo tántrico es una práctica sexual que se basa en el tantra, una filosofía de vida que nació hace más de 4000 años en el Tíbet. Es una forma más lenta y meditada del sexo donde el objetivo no es el orgasmo, sino disfrutar en sí de la actividad sexual. Es respiración, escucha y autoconocimiento; adorar y respetar el cuerpo. Es placer sin buscar un clímax, ni una penetración ni una genitalidad, sino que el objetivo es disfrutar del presente y confiar en nuestro compañero o compañera.

¿Es apto para todos? 

Sí, ya que invita al relax y a disfrutar de manera más calmada sin perder la pasión. Es otra forma más de comunicarse y, a la vez, aprender con nuestra pareja. Al igual que en el yoga o el mindfulness, la respiración y las miradas son las claves del sexo tántrico. Hay que centrarse tanto en los propios sentimientos como en los de la otra persona. Respirar hondo, controlar la respiración y dejarse llevar, alcanzando una libertad emocional increíble.

¿Se puede practicar en solitario? ¿Cómo empezar a practicarlo en pareja?  ¿Qué consejos darías?

Esta práctica, cada vez más en auge, da lugar a que las personas conozcan sus propios cuerpos, yendo más allá, por lo que también es perfecta para llevarse a cabo en solitario. Pero si decidimos empezar en pareja, también es muy buena idea, ya que el sexo tántrico invita a compartir la intimidad y se centra mucho en la conexión con la otra persona. Eso sí, es primordial tener confianza en uno mismo para dar nuestra mejor versión. 

Como consejos para iniciarse en el sexo tántrico, desde JOYclub proponemos:

• El diálogo. Asegúrate de que la persona con la que vayas a practicar sexo tántrico sabe lo que es y tiene ganas de probarlo. Comunica y aprende junto a tu pareja. Rompe los tabúes y cuéntale sin miedos por qué te apetece experimentar con el sexo tántrico.

• El tamaño no importa, pero el lugar sí. Cuando hay ganas, el sitio es lo de menos, pero para el sexo tántrico sí necesitaréis un espacio en el que os sintáis relajados. Ambienta la habitación a vuestro gusto: luz tenue, música de fondo relajante, etc.

• La respiración y las miradas: tus mejores aliadas. Al igual que en el yoga o el mindfulness, la respiración y las miradas son las claves del sexo tántrico. Aguantaos la mirada y concentraos tanto en los propios sentimientos como en los de la otra persona. Respirad hondo, controlad vuestra respiración. Inhalad y exhalad sintiendo cada bocanada.

• La excitación: hora de entrar en calor. Lo tenemos todo preparado y estamos conectando con nuestra pareja a través de las miradas y los sentidos. Ha llegado la hora de dar un paso más: un masaje con aceites, unas caricias con plumas u otros juguetes sexuales para poneros a tono. Con calma, olvidad el reloj y la presión por tener un orgasmo.

• La eyaculación se queda de suplente. ¡Fuera el coitocentrismo en el sexo tántrico! La eyaculación deja de ser el objetivo del encuentro sexual para pasar a ser una etapa más. Si conseguís llegar un nivel de conexión y complicidad intenso, alcanzaréis el clímax.

¿Cuáles son sus mayores beneficios?

Esta manera de slow sex es perfecta para conocerse a uno mismo y a la persona con la que se practica, ya que es una forma de ir más allá, con una increíble conexión física y mental. El objetivo, como decía, es conectar con la otra persona yendo más allá del coito, con caricias, miradas, movimientos. Es una especie de filosofía, de poner toda la atención en lo que haces, teniendo un mayor control en todo momento de nuestros movimientos. En definitiva, vivir el presente aquí y ahora.

¿Conlleva riesgos?

No, es más espiritual que otra cosa. Conocer nuestro cuerpo y mente y compartirlo con la otra persona, donde prima una paz mental única, tan necesaria hoy en día por el ritmo tan frenético que solemos llevar, es el objetivo. Sobre todo, lo más aconsejable es informarse antes y consensuar con la otra persona, si es que vamos a practicarlo en pareja, para disfruta del momento. 

¿Qué posiciones son recomendables?

Son muchas las alternativas slow que podemos practicar. Un ejemplo es la respiración, colocando una mano en el corazón de la otra persona y sentir, en silencio, su latido, mirándose a los ojos. Otra puede ser sentarse cara a cara, uno encima del otro, y sentirse abrazados. Otra, moverse lentamente. Una manera perfecta de sumar placer y energía sexual.

Desde la revista de JOYclub se puede acceder a un curso sobre tantra, impartido por la experta Inana Luna, del que se pueden coger muchas más ideas.