Imagen de archivo de un primer plano de unas manos.

Imagen de archivo de un primer plano de unas manos. Foto de Alvaro O'Donnell en Unsplash

Salud y Bienestar

Enfermedades reumáticas, las claves tras las patologías silenciosas que afectan en mayor medida a la mujer

Un experto del Hospital Quirónsalud Valencia desvela todos los elementos que influyen en su desarrollo y cómo gestionar las mismas.

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Las enfermedades reumáticas son dolencias complejas, silenciosas y a menudo invisibles que afectan con especial intensidad a las mujeres y que, pese a su enorme impacto, siguen envueltas en mitos, diagnósticos tardíos y malentendidos culturales.

El doctor Gerardo Saíd Napky, reumatólogo del Hospital Quirónsalud Valencia, desentraña la situación, que une genética, hormonas, inmunidad y también carga mental, roles de cuidado y estrés acumulado.

Para saber más

¿Qué son exactamente las enfermedades reumáticas y cuántas de ellas afectan de forma predominante a las mujeres?

Son aquellas condiciones físicas que se caracterizan por procesos inflamatorios, degenerativos y/o disfuncionales de uno o varios de los componentes del aparato osteoarticular y/o miofascial y del tejido conectivo el que conecta a todos los sistemas- Esto lleva al desarrollo de dolor, hinchazón y dificultad de movimientos del aparato locomotor.

Las que afectan de manera más prevalente al sexo femenino son: artrosis, artritis reumatoide, lupus eritematoso sistémico, fibromialgia y síndrome de Sjögren.

¿Por qué las mujeres tienen más probabilidades de desarrollar este tipo de patologías? ¿Qué papel juegan las hormonas, la genética o el sistema inmunitario?

Ellas tienen mayor predisposición en primer lugar por genética, ya que poseen dos cromosomas X. Estos albergan múltiples genes relacionados con la función del sistema inmunológico y la formación de anticuerpos.

Por otro lado, las hormonas sexuales femeninas en particular, los estrógenosfavorecen la producción de glóbulos blancos (linfocitos B) autorreactivos, que producen autoanticuerpos (los que reconocen lo propio como ajeno/potencialmente nocivo) y promueven la activación de procesos inflamatorios en el organismo, como la implantación del embrión en el útero, o el parto, etc.

Por último, estos mecanismos también pueden verse influenciados directamente por fenómenos ambientales como infecciones, la microbiota del sistema digestivo, estilos de vida y factores epigenéticos.

Dr. Gerardo Saíd Napky.

Dr. Gerardo Saíd Napky. Cedida

¿Existen momentos vitales que puedan desencadenar o agravar los síntomas reumáticos?

Las transformaciones hormonales temporales abruptas o definitivas que caracterizan al embarazo, parto, posparto y menopausia pueden influir directamente sobre el desarrollo y en la actividad de estas condiciones.

El embarazo tiende a mejorar la artritis reumatoide, pero puede producir exacerbaciones del lupus. Es posible que el parto y el posparto provoquen exacerbaciones de las enfermedades autoinmunes.

La menopausia tiene la capacidad de aumentar el riesgo de desarrollo y de la severidad de dichas patologías, sobre todo de la que se menciona antes.

En cuanto a tratamientos de terapia hormonal sustitutiva, no incrementa el riesgo de progresión de la misma, pero sí puede favorecer exacerbaciones leves o moderadas del lupus.

Imagen de archivo de una doctora trabajando en su consulta.

Imagen de archivo de una doctora trabajando en su consulta. Foto de National Cancer Institute en Unsplash

Medicina y ciencia

¿Qué avances médicos recientes se están produciendo en el diagnóstico o tratamiento?

Dentro de los que disponemos en Quirónsalud y que permiten un diagnóstico más precoz y eficiente se encuentran los siguientes: el análisis de sangre con mayor sensibilidad y especificidad; estudios de inmunología más fáciles de reproducir y la ecografía de alta resolución.

¿Qué papel juegan los hábitos de vida en la aparición o manejo de estas patologías?

Uno fundamental. Una nutrición pobre en proteína, vegetales, frutas, carbohidratos de digestión lenta, fibra, productos fermentados y ácidos grasos insaturados; y, por otro lado, rica en grasas de origen animal, carbohidratos de rápida digestión, productos muy procesados, consumo frecuente de alcohol y rica en fritos, aumentan el riesgo de progresión y exacerbaciones de estas enfermedades.

Por otro lado, una reducida actividad física, estilos de vida sedentarios, descanso de poca calidad o poco reparador y estrés acumulado también favorecen una mala respuesta al tratamiento médico, el avance de estas dolencias y/o mayor frecuencia de agravamientos.

¿Cómo influye la dimensión emocional o psicológica —más allá del dolor físico— en las pacientes con enfermedades reumáticas?

Se trata de otro aspecto esencial que suelo comentar con las personas que acuden a nuestras consultas, porque repercute de la siguiente forma:

  • Permanencia de situaciones emocionales deletéreas.
  • Agotamiento emocional.
  • Fluctuaciones bruscas del ánimo.
  • Trastornos de la personalidad y mentales.
  • Aparición y/o permanencia de dolor muscular tensional.
  • Progresión continua de la enfermedad.
  • Mayor probabilidad de exacerbaciones.
  • Cambios en la calidad del sueño.
  • Más sensibilidad al dolor.
  • Mayor predisposición de sufrir fibromialgia.

Visión de género

¿Sigue existiendo una brecha de género en la investigación o atención médica de las enfermedades reumáticas?

En cuanto a la investigación, afortunadamente no existe en este caso. Sin embargo, cabe mencionar que poco a poco está aumentado la evidencia científica disponible en seres humanos que han transicionado y en aquellas personas que se identifican bajo géneros no binarios.

¿Cree que las mujeres tienden a normalizar el dolor o a retrasar la visita al especialista por razones culturales o de rol de cuidado?

Existen diversos estudios que evidencian que ellas tienen un umbral del dolor más alto que los hombres, lo cual les puede llevar a minimizar hasta cierto punto estas situaciones o incluso a normalizar determinados estados.

También hay investigaciones que ponen de relieve que las mujeres se encargan en mayor medida de los cuidados de su núcleo familiar. Esto puede conllevar una carga física o psicológica asociada y a reducir el tiempo del que disponen para su propio bienestar y, por ende, para acudir a consultas médicas.

¿Qué importancia tiene incorporar la perspectiva de género en la investigación médica y en las estrategias de salud pública para con estas situaciones?

Es fundamental, ya que, como hemos visto, las mujeres y los hombres se diferencian a nivel genético, físico, fisiológico, psicológico y sociocultural.

Dichos fenómenos determinan la forma en la que pueden evolucionar y también influyen en la manera y en el momento ideal en la que se pueden utilizar determinados tratamientos farmacológicos para su control, sobre todo durante el embarazo y la lactancia.

Imagen de archivo de una chica en estado en consulta.

Imagen de archivo de una chica en estado en consulta. Foto de CDC en Unsplash

¿Qué mensajes o recomendaciones daría a las mujeres para prevenir, detectar o convivir mejor con estas patologías?

  • Consultar con un médico si existen síntomas sugestivos y antecedentes familiares de dichas enfermedades.
  • Las parejas en las que alguno de los padres padezca estas dolencias que deseen concebir un hijo deberían pedir consejo genético.
  • Seguir una alimentación adecuada a la edad, situación hormonal, actividad, carga mental, objetivos individuales y/o para tratar condiciones físicas específicas.
  • Practicar ejercicio físico de forma regular mínimo de dos a cuatro días a la semana, que incluya entrenamientos de resistencia, adaptada a cada caso, con progresión continua y siempre respetando los tiempos biológicos de adaptación al cambio.
  • Apostar por una optimización progresiva de la higiene del sueño, para asegurar un descanso profundo de calidad y reparador.
  • Optar por un aprendizaje continuo de la gestión emocional autodidacta, empírica y estructurada mediante programas de formación académica y la atención pronta y oportuna de trastornos de la salud mental.

Por último, es muy importante manejar distintas formas de gestionar el estrés ejercicios de respiración, prácticas meditativas, pasatiempos, etc., ya que su cúmulo es el principal detonante de las exacerbaciones y de la progresión de estas enfermedades.

Igualmente, esto mismo influye en el desarrollo de otras comorbilidades que también tienen la capacidad de transformar la calidad de vida de los seres humanos, como la fibromialgia, la depresión, el insomnio…

Miras de futuro

¿Qué retos quedan por superar en el abordaje de las dolencias reumáticas en mujeres?

Aún no existen pruebas genéticas que se puedan hacer de forma estandarizada durante el embarazo para el diagnóstico precoz anteparto, no sólo por motivos económicos, sino también por razones éticas que pueden influir en la toma de decisiones relacionadas con la vida o la muerte de dicho ser humano.

Por otro lado, la gran mayoría de las pruebas con las que contamos hoy en día para contribuir con el diagnóstico o el descarte de dichas patologías suelen ser costosas y/o no se encuentran disponibles en todos los centros de asistencia sanitaria.

¿Cómo imagina el futuro de la medicina reumatológica en los próximos 10 años?

En cuanto a los tratamientos, en vista del salto cuántico que ha dado la disciplina en los últimos 25 años, considero que nos espera un futuro muy prometedor en el que existirá un acceso cada vez más universal.

Igualmente, espero un coste significativamente más económico, unos medicamentos mucho más efectivos y dirigidos y con menos riesgo de efectos adversos, que permitirán un cuidado óptimo y de calidad para aquellos que las padezcan.

Si tuviera que desmontar un mito respecto a estas dolencias y las mujeres, ¿cuál sería?

Me gustaría comentar dos que he podido reconocer muy habitualmente en la consulta de reumatología:

  • Todo cuadro clínico caracterizado por dolor generalizado es altamente sugestivo de enfermedad autoinmune.
    Estas patologías tienen una muy baja incidencia y prevalencia y estos cuadros clínicos suelen ser de origen multifactorial estrés, insomnio, sedentarismo, reducida actividad física, patología degenerativa, entre otros.

  • La presencia de anticuerpos o genes positivos en los análisis de sangre es sinónimo de padecer una patología autoinmune. Para hacer dichos diagnósticos necesitamos una historia clínica y una exploración física compatibles y, por último, pruebas complementarias que también lo sean compatibles con dichos dictámenes médicos.